Un nuevo amanecer

Un creciente movimiento social nuevo

Trump ha sido derrotado. La gente necesitaba alivio y esperanza para hacer frente a la pandemia, la desigualdad de ingresos y la represión-brutalidad policial. Un movimiento de base que está creciendo y, lo que es más importante, con una nueva conciencia en desarrollo en múltiples frentes de lucha en sus formas variadas. De estas bases y luchas surgen nuevos líderes con una nueva conciencia en desarrollo.

Trump está intentando reformar sus filas y continuar desafiando sus demandas ideológicas fuera del proceso democrático. Hay otras fuerzas del estado que compiten por el gobierno y el “control de los revolucionarios en crecimiento” con otra forma igualmente peligrosa de fascismo.

La batalla por el alma de nuestro país está ahora en un nuevo nivel. Nuestro mundo se ha transformado ante nuestros ojos. Expresándose primero como una lucha práctica por un nivel de vida decente que conduce a una nueva lucha por nuestra propia supervivencia. La crisis política también ha alcanzado un nuevo nivel.

Lucha contra la desigualdad económica

Después de la Segunda Guerra Mundial, nuestra economía se expandió y creció, atrayendo a más trabajadores a nuevos trabajos con derechos, beneficios y nuevas esperanzas. Las minorías, las mujeres y los trabajadores como trabajadores exigían su inclusión en la economía en expansión. Surgieron nuevamente las demandas por una democracia “real”, el fin del racismo y la discriminación y cambios importantes en las leyes y su aplicación.

Los cambios en la tecnología, luego en la economía y el mercado laboral global obligaron a los capitalistas a traspasar una gran parte de la riqueza (creada por la clase trabajadora) a ellos mismos para mantener sus ganancias y el sistema que protege esas relaciones. El concepto del “sueño americano” (un contrato social) surgió y echó raíces en la psique de los Estados Unidos e influyó en el mundo.

“El ensalzado sueño americano, la idea de que la vida mejorará, que el progreso es inevitable si obedecemos las reglas y trabajamos duro, que la prosperidad material está asegurada, ha sido reemplazada por una dura y amarga verdad. El sueño americano, ahora lo sabemos, es una mentira. Todos seremos sacrificados.

El virus del abuso corporativo, la creencia pervertida de que solo importan las ganancias corporativas, se ha extendido para subcontratar nuestros trabajos, recortar los presupuestos de nuestras escuelas, cerrar nuestras bibliotecas y plagar nuestras comunidades con ejecuciones hipotecarias y desempleo “. Chris Hedges Días de Destrucción, Días de revuelta (2012)

A partir de la década de 1970, comenzaron a atacar los salarios y los beneficios, luego cortaron y destruyeron la red de seguridad y se transfirieron una inmensa riqueza a sí mismos en forma de “recortes de impuestos”. Solo en los últimos 20 años hemos visto otras transferencias importantes de riqueza a los ricos. Demócratas como Clinton u Obama continuaron con los mismos programas de austeridad de los republicanos que continúan intentando salvar y estabilizar al capitalismo del colapso.

La transferencia de riqueza a los capitalistas y ricos es incalculable. El daño a la clase trabajadora en el estancamiento financiero y social es igualmente incalculable de medir. La pandemia, como sabemos, ha acelerado la tasa de polarización de la riqueza y el crecimiento y la profundidad de la pobreza.

Existe y ha habido un movimiento creciente contra la igualdad de ingresos por parte de mujeres, minorías y trabajadores que se ha visto agravado por estos intentos de mantener la rentabilidad y los efectos del virus y la pandemia han expuesto al sistema económico y se han sumado a la conciencia de ese movimiento.

Se intensifican las luchas sociales

Hay luchas históricas por las necesidades básicas de la vida y por la igualdad social. Los afroamericanos han estado en el centro de este movimiento social. Luchar constantemente contra todas las formas y expresiones de racismo sistémico e institucional. Antes de la guerra civil, la reconstrucción, las leyes de Jim Crow y, a lo largo de los asesinatos policiales, han sido ejemplos de formas de control para los negros y, a través de los negros, el resto del movimiento.

El asesinato de George Floyd y los asesinatos en curso de afroamericanos ha exacerbado y elevado la lucha por la igualdad a un nuevo nivel. Millones se movilizaron en la ira por los asesinatos generando un nuevo movimiento más amplio y profundo que desencadenó una nueva “conciencia social” que prepara las condiciones para un nuevo programa de clase.

Un nuevo movimiento

Lo que pase a partir de aquí depende de una visión, organización y educación. La lucha por las necesidades básicas, por la supervivencia, está aumentando, cambiando, profundizándose y ensanchando. Incluye y en ocasiones es impulsada por la lucha por la democracia y la justicia.

Hay una tendencia que indica que algo nuevo está tomando forma. Este nuevo algo jugó un papel importante en la derrota de Trump. Ha habido un cambio hacia la lucha por la supervivencia. ¿Qué más podrá lograr la batalla por la supervivencia, por las necesidades básicas, a corto y largo plazo? ¿Un nuevo plan económico? ¿Un nuevo programa político? ¡Un nuevo sueño y un nuevo amanecer!