Una vez más, un momento trágico embarga a otra familia afroamericana, en otra comunidad negra, atrapada en medio de la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19 y el racismo.
En primer lugar, deseamos expresar nuestra solidaridad con la familia de Jacob Blake, la cual está traumatizada por estos hechos, así como con los manifestantes en Kenosha, Wisconsin.
Un poco después de las 5 de la tarde del día 23 de agosto de 2020, Jacob se dirigía hacia su automóvil después de haber intentado separar a dos mujeres que estaban peleando. El no estaba armado. Los agentes policiales se hicieron presentes en el lugar y sacaron sus armas, mientras los transeúntes y observadores suplicaban que no dispararan.
Aun así, dispararon siete veces a Blake, mientras él abría la puerta de su automóvil. Le dispararon mientras sus niños de 3, 5 y 8 años de edad gritaban. Su padre anunció que Blake Jacob ha quedado paralizado de la cintura para abajo.
Los manifestantes se reunieron en el lugar de los hechos, perturbados por las agresivas acciones militarizadas del Departamento de Policía de Kenosha, y comenzaron a expresar su enojo e indignación.
Ahuyentaron a la policía y algunas patrullas resultaron quemadas. Camiones con equipos completos de armas y tácticas especiales (SWAT, por sus siglas en inglés) y la policía antimotines se enfrentaron a los manifestantes, los cuales resistieron, entrelazaron sus brazos, se mantuvieron firmes y corearon, “¡Sin justicia no hay paz!” (“No Justice No Peace!)”.
Este es el mismo patrón extenuante de una violencia racista aprobada por el Estado, mediante la cual las fuerzas policiales nos asesinan en las calles de forma deliberada, y cuando nuestra gente, indignada y enojada, se rebela con razón, llaman a la policía militarizada y a la guardia nacional, y se preparan para hacer arrestos masivos e imponer toques de queda.
¿Cuál debe ser nuestra respuesta? Debemos lograr que salga más gente a las calles para participar en protestas organizadas.
No rechazamos la rebelión y hacemos un llamado a todas las facciones del movimiento del pueblo, a todos los amigos y aliados que tenemos en la lucha por la justicia para que se unan a los manifestantes en Kenosha y a lo largo del país para lanzarse a las calles. Las siguientes son nuestras demandas:
Exigimos el retiro de la Guardia Nacional enviada por el Gobernador Tony Evers para tratar brutalmente a los manifestantes.
Exigimos que se arreste de inmediato, se acuse y se declare culpable al policía de Kenosha que le disparó a Jacob Blake.
Exigimos una verdadera rendición de cuentas de los agentes policiales a través de un Consejo Civil para la Rendición de Cuentas de la Policía (CPAC, por sus siglas en inglés), debidamente electo, reasignando parte del financiamiento policial a servicios públicos esenciales como educación y regulación de la policía para abordar las verdaderas demandas de seguridad del pueblo.
Debemos protestar hasta que se cumplan todas las demandas del movimiento, hasta que logremos nuestra exigencia innegablemente democrática de determinar quién vigila y patrulla nuestras comunidades y de qué forma lo hacen.
¡Sin justicia no hay paz! ¡No a la policía racista!
National Alliance Against Racist & Political
Repression
(Alianza Nacional en contra de la Represión Racista y Política)
www.naarpr.org