LOS ANGELES, CA – Durante más de tres décadas, Exide Technology contaminó a sus empleados y las áreas circundantes en el sureste del condado de Los Angeles y ninguna de las agencias gubernamentales establecidas respondieron.
Exide recicló 11 millones de baterías de automóviles por año y emitió 3,500 toneladas de plomo hasta que cerró en marzo de 2015 como parte de un acuerdo legal debido a violaciones de desechos peligrosos. Desde que se cerró Exide, más de 10,000 viviendas han sido analizadas en busca de plomo, con un 97% de resultados positivos. No hay niveles seguros de plomo.
Se estima que 250,000 residentes han sido expuestos al plomo, estos predominantemente mexicoamericanos, y muchos ahora enfrentan problemas de salud crónica debido al plomo en el aire y el arsénico que posteriormente se deposita en el suelo.
El trauma psicológico experimentado por las familias es desgarrador. Los nuevos padres cuyos hermosos hijos tienen problemas de comportamiento y dificultades para aprender a menudo se culpan a sí mismos. Los maestros que carecen de recursos y se espera que enseñen a estos niños dañados, también están profundamente afectados por esta tragedia.
Exide, esta gran corporación, está protegida por los miembros de la Asamblea de California, Christina García y Miguel Santiago, el ex gobernador Jerry Brown y el presidente de la Asamblea, Anthony Rendon, quienes perpetúan el mito de que los demócratas son amigos del medio ambiente.
El portavoz Rendon, el asambleísta del distrito, le dió carpetazo a SB562, Single Payer Health Care, que habría sido de gran ayuda y aliviaría el dolor de familias y la inevitable carga financiera por los problemas de salud relacionados con el envenenamiento por el plomo.
El Sureste de Los Angeles tiene las tasas más altas de niños sin seguro médico y la segunda tasa más alta de adultos sin seguro, aunque el hombre más poderoso del estado de California que representa el área, a la gente del Sureste de Los Angeles se le negó la atención médica.
Todos los funcionarios electos en el área son conscientes de la devastación en el área y han hecho poco para abordar el problema, que hasta el día de hoy no se ha limpiado. Sin embargo, cada temporada de elecciones vienen para tomar una foto con su hijo y pedirle su voto.
El fracaso de todos los involucrados (el Departamento de Control de Sustancias Tóxicas, el Distrito de Gestión de la Calidad del Aire de la Costa Sur, el Departamento de Salud Pública y los funcionarios electos) muestra que carecen de la voluntad política para abordar este desastre y esto garantizará que esta contaminación continúe devastando la comunidad en las próximas décadas.