Un año después del inicio de procedimientos de represalias contra activistas indocumentados, Maru Mora Villalpando compareció nuevamente ante un juez de inmigración.
Después de más de un año de luchar contra mi deportación en represalia a mi trabajo, y 15 años después de que uno de los centros de detención más grandes en la costa oeste abrió en Tacoma, nuestro grupo se prepara para continuar luchando contra todas las detenciones y deportaciones en nuestro estado.
Y nuestro movimiento sigue creciendo.
Cuando me enfrenté a mi última audiencia en la corte de inmigración en Seattle el abril pasado, fui acompañada por mi familia, mi grupo “La Resistencia” y el apoyo de la comunidad.
Cuando subimos a la sala del tribunal, vimos todo tipo de familias y personas esperando para enfrentar al juez de inmigración. Vimos a dos mujeres embarazadas, y una mujer con un bebé. También vimos a dos niños con sus abogados, uno de ellos no mayor de cinco años, y un adolescente cuyos archivos estaban mezclados con el de otro menor, y le dijeron que era culpa de la oficina de asilo. Los dos en proceso de deportación. La mayoría de las personas estaban en la sala sin representación legal.
Me pidieron que volviera para otra audiencia el 5 de noviembre y volveré con toda mi red de apoyo, pero sabiendo que continuaremos luchando para terminar con todas las deportaciones, no solo con la mía.
Nuestro trabajo en exponer las violaciones de los derechos humanos en el Centro de Detención del Noroeste (NWDC) en Tacoma me ha convertido en uno de los blancos del sistema de inmigración.
La Resistencia (antes conocida como NWDC Resistance) puso las instalaciones en el mapa a partir de 2014, cuando comenzamos a apoyar las huelgas de hambre en el centro de detención. Hasta hoy, hemos apoyado al menos 18 huelgas de hambre en el NWDC.
Mientras La Resistencia continúa luchando para poner fin a la detención y deportación de personas en el estado de Washington, el grupo ha agregado mi posible deportación a su agenda.
“Continuamos trabajando con las personas detenidas y trabajando para evitar que la policía de Trump, ICE, intente deportar a uno de los nuestros por hablar y exponer las violaciones de derechos humanos en el NWDC”, dijo Angélica Cházaro, quien encabeza mi comité de defensa.
“Quince años de que el centro, NWDC enjaule personas y obtenga ganancias de su encarcelamiento es demasiado”, agregó.
A medida que crece nuestro movimiento, pedimos a nuestra comunidad que se una a nosotros para cerrar el NWDC para siempre. Detener mi deportación no es suficiente. Todas las deportaciones deben terminar. No sólo en Washington sino también en todos los Estados Unidos.
