Como un balde de agua fría nos llegó la noticia: Nativo López acababa de morir. Pensé en la fragilidad de la vida pero sobre todo en el vacío que este personaje nos dejaba como líder de nuestra comunidad.
Con el ejemplo de sus mentores Bert Corona y Cesar Chávez, desde muy joven Nativo se rebeló contra la discriminación en el sistema educativo de California abogando por la educación bilingüe.
En los ochentas peleó con éxito – por una amnistía para los indocumentados. Ante la injusticia de criminalizar a indocumentados por no portar una licencia de conducir, junto al Senador Gil Cedillo, impulsaron la ley SB60 que concedía esa licencia a los motoristas californianos sin importar su estatus migratorio.
Nativo dejó sus huellas como dirigente de MAPA, de Hermandad Mexicana, participó en la organización de las marchas del 2006 que nos unieron a millones exigiendo una reforma migratoria justa. y en los últimos meses se unió en el esfuerzo pro transformar a México.
Nativo López era un hombre educado – no solo en UCLA, sino en México. Era un excelente orador que no se intimidaba ante nadie pero su mayor virtud era su pasión por lograr objetivos en beneficio del pueblo. Batallando contra un cáncer terminal algunas de sus últimas palabras fueron: “Hoy en el país más rico del mundo hay decenas de millones de seres humanos sin cobertura médica, abandonados a morir sin recursos. Debemos unirnos en contra de la industria farmacéutica y exigir cuidado médico universal…”.
“Recuérdenme como un luchador en la batalla por la liberación de nuestra gente y todos los trabajadores” Nativo López.
Nativo López, PRESENTE
