Han aparecido serias fisuras entre las bases del partido y los ricos que están entre bastidores.
La confrontación entre el gran capital y el pueblo (en torno a la Proposición 10, la derogación de la Ley Costa-Hawkins) también se está librando dentro del Partido Demócrata de California.
Y este no es el único indicio que muestra que los demócratas se están dividiendo en este estado —entre las bases que están haciendo un llamado al “poder del pueblo” y los ricos y sus lacayos, quienes han tomado las decisiones y han estado a cargo del partido como si les perteneciera.
Durante una reciente reunión de la Junta Ejecutiva del partido, compuesta por 274 miembros, el 90 por ciento votó a favor de la Proposición 10 para derogar la ley de 1995, respaldada por los propietarios, con el fin de obstaculizar las medidas para controlar los alquileres. Esta es una patada directa en el trasero de los acaudalados inversionistas en bienes raíces.
Ellos también mostraron un sólido respaldo al senador estatal Kevin De León para un puesto en el Senado de los Estados Unidos —que actualmente lo ocupa la Senadora demócrata Dianne Feinstein, a pesar de que ella cuenta con una gran cantidad de recursos para su campaña y que aparece como la favorita.
Muchos delegados tuvieron presente que la Senadora Feinstein ha utilizado su puesto a favor de la fortuna de su esposo, el billonario Richard Blum, a costas de los inquilinos y de los propietarios de viviendas del estado.
Blum es un importante inversionista en bienes raíces que tiene activos en la creciente industria corporativa dedicada a comprar viviendas unifamiliares en California para después alquilarlas. Él podría perder mucho si se aprueba la Proposición 10.
La división entre los demócratas fue aún más evidente cuando el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, que imita el estilo populista, se enfrentó a Gavin Newsom, quien es casi el gobernador electo del estado. Durante una concentración realizada en Sacramento, Garcetti se acercó al micrófono para expresar su apoyo a la Proposición 10. Newsom se opone a esta.
Como alcalde de San Francisco, Newsom ayudó a los demócratas billonarios a apoderarse de las bases militares de San Francisco que, con la asistencia de Feinstein, se desmantelaron: los astilleros navales de Hunters Point y Treasure Island.
Los principales donantes y encargados de recaudar fondos para este partido, tal como el billonario Ron Burkle, al igual que Darius Anderson, uno de los cabilderos más poderosos del estado, están haciendo fila para beneficiarse de estos negocios.
Ya sea que las personas a favor del poder del pueblo logren hacerse cargo del Partido Demócrata de California… o lo abandonen para unirse al Verde… o formen su propio partido, la división entre los demócratas empresarios y las bases de la clase obrera es real ¡y enorme!