Puerto Rico: Los estudiantes marchan para parar los recortes de los fondos de la educación pública

Hoy se me rompió el corazón. Yo marché con los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR) al sitio donde la Junta de Control Fiscal aprobaba los planes para cortar los fondos de educación y cerrar los campuses y las escuelas a través de la isla. Cuando la marcha alcanzó la sala de la convención, dos filas de policías se formaron detrás de una barrera de metal prohibiendo que los estudiantes pudieran tomar un asiento en la mesa y pudieran dar su opinión sobre lo que iba a afectar su futuro.

No se trata de que me sorprendió la situación que nos esperaba en la sala de la convención. Pero los imágenes si me hicieron ver en ese momento, la realidad de lo que significa vivir en la última colonia de los EEUU.

Al igual que Puerto Rico fue vendido en una transacción ilícita de un gobernante colonial (España) al próximo (los EE. UU. ) sin el consentimiento de su pueblo, de nuevo Puerto Rico está siendo vendido de un gobernante colonial (EE. UU.) al próximo (las corporaciones y al sector privado) sin el consentimiento de su pueblo.

En la última colonia de América, los ciudadanos americanos no tienen derecho a votar por su presidente. En la última colonia de América los ciudadanos americanos no tienen un miembro con derecho de voto para representarlos en Washington, D.C., ni un Senador, ni un Representante. En la última colonia de América los ciudadanos de la tierra firme (o sea los estados) pueden moverse temporalmente par evitar pagar impuestos, pero los ciudadanos americanos no pueden beneficiarse de la misma manera.

En la última colonia de América una junta de 7 miembros, no elegidos, llamada la Junta de Control Fiscal, tiene la última palabra sobre las decisiones que son hechas en cuanto la “administración” de la deuda predatoria la cual es imposible de pagar.

En ese momento una mujer mayor de edad, puertorriqueña se me acercó y me dijo, “De dónde eres? Y yo respondí “Missouri”. Ella dijo, “Es lo que yo me imaginaba, no eres de aquí. Le pudieras dar un mensaje a tus amigos y familias de allá?” Siguió hablando, “Yo nací aquí, y me quiero morir aquí.”

Ella explicó cómo los planes proyectados por la Junta de Control Fiscal y el gobernador actual van a convertir la isla en un lugar inhabitable para los puertorriqueños nativos, convirtiéndolos en refugiados, y creando un paraíso para que los ricos vengan de los estados y capitalizan con esta oportunidad.

“El propósito de ambos es de echarnos de nuestro país,” dijo ella. Compartió conmigo que su jubilación como profesora de la Universidad de Puerto Rico es de $410 al mes, y que el acuerdo de hoy va a reducir todavía más su pensión.

Se acerco más todavía y dijo, “Díle a tus amigos y familia que una gran resistencia está creciendo, el movimiento de independencia no está muerto.”

¡No a la esclavitud colonial!

¡No a la esclavitud colonial!

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