Los maestros dicen que la lucha por la educación es un “momento decisivo”

Un extraordinario maestra de Oklahoma llamó a la lucha que prolifera en torno a la educación pública “un momento decisivo”. Ella tiene razón.

 

hunger strike in Milwaukee
Alex Brower (segundo de la derecha) está en una huelga de hambre para llamar atención al hecho de que maestros susbstitutos carecen de seguro médico en Milwaukee.
FOTO: JOE BRUSKY, MTEA

 

Este año hemos visto huelgas arrasadoras en todo el país por maestros que empezaron en Virginia Occidental y se extendieron a Oklahoma, Kentucky, Tennessee y Arizona, con agitaciones en otros estados (mientras vamos a impresión una huelga ha comenzado por los maestros en Colorado). En su nivel más simple, las huelgas son por los sueldos y los beneficios de los maestros. Sin embargo, como muchos expertos se ven obligados a reconocer, se trata de la educación y un sistema de financiación que ha llevado a todos a examinar todo el sistema y cómo está conectado con el capitalismo.

El concepto completo de la educación pública ha sido rediseñado y se ha incorporado a través de la privatización, la introducción de sistemas de cupones, escuelas chárteres y el desfinanciamiento a nivel local y estatal. Estos recortes constantes afectan no sólo a los sueldos de los docentes, sino las condiciones de las aulas y la disponibilidad de materiales, especialmente los libros.

La unidad expresada en esta lucha no es sólo por los maestros, sino por los estudiantes, los padres y la comunidad sobre la demanda de educación de calidad.

Desde la huelga de los profesores de Chicago en 2012, y su plan de huelga de nuevo en 2016, la lucha por la educación pública ha sido elevada a un nuevo nivel.

Hoy en día esa lucha está surgiendo en un momento en que la gente de todo el país lucha por cuestiones que van desde oleoductos que destruyen el medio ambiente y las comunidades, la reforma migratoria, la atención sanitaria, el agua, la violencia policial, la violencia armada, y más. También ha habido marchas de mujeres, marchas estudiantiles, y miles de contiendas locales están surgiendo en cada pequeña ciudad.

El único factor consistente es el papel de las corporaciones en la inseguridad financiera, social y política que nuestra gente enfrenta. Hay un plan para controlar y continuar redistribuyendo más riqueza a una cada vez más reducida clase corporativa por cualquier medio necesario, y al diablo con las consecuencias para las familias y las comunidades. Los portavoces políticos y los representantes de las corporaciones al nivel local, del condado, del estado y federal dirigen la economía y la legislación para proteger sus intereses y para ejecutar su plan. Puesto que las corporaciones necesitan cada vez menos trabajadores en una economía cada vez más automatizada, no proporcionarán servicios como la educación pública a los trabajadores que ya no necesitan.

Hay una creciente resistencia. Este auge y tendencia hacia la unidad por diversas fuerzas contra el diseño de estas corporaciones es una etapa esencial de la lucha hacia la construcción de un movimiento con la intención de planificar la economía a favor de la gente. Un paso en la dirección de una economía planificada que sirva a la gente es la nacionalización. En el caso de la educación, la financiación apropiada para la educación comienza nacionalizando esa financiación, lo que hace que sea la responsabilidad del gobierno federal de financiar adecuadamente una educación pública para cada niño. No hay escasez de nada. La ilusión de que no podemos “permitirnos” hacer lo que es correcto es una distorsión evidente de la realidad de la abundante riqueza y recursos que existen hoy en día.

De hecho, es un “momento decisivo” que comenzó hace algún tiempo. La educación, como el Medicare, la seguridad social, la asistencia sanitaria y los salarios de los empleados públicos con un sistema de pensiones, etc., están cada vez más en demanda. Esta etapa del momento decisivo requiere una visión que reconozca que es posible tener un nuevo mundo basado en las necesidades de la gente, no de las corporaciones.

El primero de mayo es cuando celebramos las luchas históricas de la clase obrera y demostramos nuestra solidaridad.

Es urgente reconocer la contribución que los maestros están haciendo a la educación política de nuestra clase — la clase obrera — y nuestras comunidades y a la lucha por un nuevo mundo que ya está absorbiendo todo el país y el mundo.

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