La mayoría no sabe que en esencia, uno no puede emigrar legalmente de México.
FOTO: Jerry Lara, San Antonio Express-News
Cuando la administración de Trump lanzó su más reciente ataque contra los “inmigrantes ilegales”, particularmente los mexicanos, apostó con la ignorancia de muchos norteamericanos para poder hacer sus cargos creíbles y aterradores.
Después de todo, alguien haciendo algo ilegal es un crimen ¿verdad? Así que ¿en qué anda esta gente?
Lo que Trump no dijo es que la política de inmigración estadounidense lo hace imposible que los mexicanos puedan inmigrar legalmente a los Estados Unidos. Y, al mismo tiempo, la industria agrícola ha destruido las pequeñas granjas en México y ha puesto millones de personas sin empleo en la calle.
Al seguir citamos tres de las preguntas hechas con frecuencia por los norteamericanos nativos incluso muchos de los apoyadores de los derechos del inmigrante. Saber las respuestas no sólo ayuda socavar los ataques anti-inmigrante, sino que a la vez puede unir la clase obrera a que todos pertenecemos.
¿Por qué se han inmigrado tantos mexicanos a los EEUU?
Como parte del Acuerdo del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica de 1994, (NAFTA), el gobierno mexicano eliminó las tarifas protectoras. Eso inundó el país con elote barato de los EE. UU. y acabó con los pequeños agricultores mexicanos. Los documentos muestran que los negociadores de ambos lados sabían que esto iba a acontecer.
Como consecuencia millones de mexicanos jóvenes dejaron las granjas y salieron en búsqueda de trabajo para poder alimentar sus padres y hermanos menores. Muchos se fueron a las maquiladoras – fábricas de sueldos bajos – establecidas por corporaciones extranjeras al sur de la frontera.
Muchos otros vinieron al Norte buscando cualquier trabajo que pudieran encontrar.
¿Por qué vienen ilegalmente? ¿Por qué no se ponen en fila nomas?
Lo que muchos norteamericanos aprendieron en la escuela es que cada país tenía una cuota anual de inmigración a EE. UU., y las personas que querían inmigrar podían llenar una aplicación y ponerse en fila para eventualmente obtener una visa.
Pero esos días quedaron en el pasado. Ahora en realidad la mayoría de los mexicanos no pueden emigrar a EE. UU. legalmente, y una vez que están aquí no pueden obtener papeles.
Sí, los miembros de familia de aquellos inmigrantes, que se han hecho ciudadanos, sí pueden hacer fila. Pero, menos de 50,000 miembros de familia mexicana pueden entrar cada año, y demora hasta dos décadas para traer padres o un hermano o un hijo.
Y sí, una lotería de “diversidad” hace disponible 50,000 tarjetas verdes en todo el mundo — más de 12 millones aplicaron en 2015. Pero la ley excluye cualquier país con más de 50,000 inmigrantes sobre los últimos cinco años. Así que la puerta está cerrada para mexicanos (y filipinos).
¿Por qué alguien quisiera mantener los inmigrantes mexicanos en un estado ilegal?
El mantener a millones de inmigrantes en estado ilegal y con temor crea una reserva de mano de obra barata, viviendo en las sombras y sin tener acceso a los derechos laborales básicos. Sus sueldos bajos ha mantenido los sueldos de otros trabajadores bajos también, lo cual beneficia a los patrones mucho más allá de las industrias donde suelen trabajar los inmigrantes.
Esto no es tan diferente a los dueños de las plantaciones en el Sur de EE. UU. quienes utilizaban la fuerza laboral de los esclavos antes de la Guerra Civil…o de cuando la industria estadounidense se trasladó al Sur después de la Guerra Civil manteniendo la fuerza laboral barata por medio de la segregación de los negros y los blancos, lo cual fue respaldado con la violencia de los vigilantes.
Tanto la fuerza laboral de esclavos como la fuerza laboral barata segregada mantuvieron bajos los sueldos en el resto del país, manteniendo la clase obrera pobre y dividida para el beneficio de los ricos y poderosos.
De hecho, mantenernos divididos puede que sea el beneficio fundamental de la inmigración “ilegal” para las potencias capitalistas de hoy en día. De esta manera logran debilitar los obreros norteamericanos política y económicamente.
Y quizás esa sea la mejor razón para nosotros responder a estas preguntas–para educar a los ignorantes y unirnos, mano a mano.
