Esta crisis ha galvanizado el alma del país.
Aquí los miembros de Michigan Welfare Rights Organization (MWRO por sus siglas en inglés) abordamos el significado real de lo que ocurre en Flint. Es un intento de anticipar y predecir las tendencias políticas. Deseamos exponer la verdadera naturaleza del capitalismo, el sistema económico que no es bueno para ninguno de nosotros.
La introducción de la robótica en la industria cambió para siempre el perfil de Flint. Desde 1960 a 1980, a la medida que las plantas automotrices cerraban el recorte de servicios sociales aumentaba. Al final la gente se mudó a otras partes del país en busca de una vida mejor.
Éste hecho es muy significativo porque fue duplicado en todos los lugares donde habían plantas de manufactura. En 1978 la industria manufacturera ocupaba más de 80.000 residentes de Flint, todos trabajando alrededor del reloj. Para el año 2000 únicamente había cerca de 8.000 trabajadores ocupados en la manufactura. En la actualidad, menos de la mitad de esos 8.000 están empleados en la única y última fábrica de autos que queda allí.
En el año 2011, los residentes de Flint junto con varias otras ciudades en Michigan perdieron su derecho al voto. La gente fue despojada de la democracia porque “las vidas de Flint no importan”. Pero el pueblo norteamericano no hizo nada porque no entendió el significado de lo ocurrió en el estado de Michigan. El ejemplo, más claro de la pérdida de la democracia, fue cuando el gobernador Snyder autorizó a “gerentes de emergencias” para mantener el control de Flint. Por consecuencia ellos decidieron que para reducir el costo del agua potable iban utilizar el agua del Río de Flint.
Y hoy día enfrentamos un desastre sistémico en Flint que clama por una solución sistemática. El llamado político debe ajustarse a la tarea del día. Debemos continuar suministrando agua pero al mismo tiempo debemos de considerar los siguientes pasos: Reubicación temporal de los residentes a comunidades donde el agua esté limpia y accesible. Mudar a la gente a casas móviles, viviendas de la propiedad del estado, el condado y la ciudad, como también a viviendas militares que estén fuera de uso.
Un sistema decente hubiera hecho esto y hasta más.
Un sistema decente hubiera ofrecido a los residentes alivio inmediato y la protección en contra del peligro; clínicas con acceso 24 horas al día, 7 días a la semana. Estas clínicas hubieran sido construidas cercas de ésos sitios para que puedan ofrecer chequeos 24 horas al día, puesto que el daño es permanente. Mientras que los residentes estén lejos de sus hogares permanentes, la reparación y la sustitución de tuberías, de todas las pipas deberían de empezar. Todos estos pasos hubieran de haber ocurrido. También hubieran formado un equipo de investigadores cuya tarea hubiera sido recopilar pruebas para acusar a los que causaron la crisis.
Los miembros de MWRO mantienen la esperanza de que algún día podamos unirnos para seguir la luchar contra estos demonios que están destruyendo a la humanidad, envenenando a los niños, cuestionando nuestro futuro colectivo y dañando a la madre tierra con el único objetivo de producir ganancias fináncialas.
Estos son pasajes de la Declaración de la MWRO escrita por Maureen D. Taylor. Para la Declaración completa vaya nuestro sitio de web,
tribunodelpueblo.org