El gobierno debe proveer viviendas para las personas sin techo

Señora de la tercera edad busca alimento
Señora de la tercera edad busca alimento.
FOTO: Shutterstock

 

El 17 de noviembre la ciudad de Los Ángeles declaró un “estado de emergencia” para intentar solucionar el problema de la creciente población sin techo. Cada mes unas 13.000 personas nuevas están quedándose si techo y los campamentos que una vez se concentraban en el centro urbano conocido como “Skid Row”, ahora se extienden en casi todos los rincones de la ciudad.

Pero una economía de propiedad privada, el gobierno solamente sirve a los dueños de los medios de producción, quienes en nuestra sociedad son principalmente los grandes bancos y las corporaciones. Cuando estas corporaciones comienzan a depender de la producción automatizada en lugar de la mano de obra humana, ya no pagan los salarios necesarios para que la gente pueda comprar las necesidades básicas. Estás corporaciones tampoco están dispuestas a pagar impuestos para albergue y programas del gobierno diseñados para satisfacer las necesidades básicas. El resultado es el aumento de la pobreza y de los números de gente que carecen de vivienda en todos los EE. UU.

La solución definitiva es una economía cooperativa explícitamente organizada para satisfacer las necesidades humanas en vez de las ganancias privadas. Esto significa el derrocamiento de la dictadura corporativa, reemplazándola con un gobierno de gente trabajadora, dirigido por el trabajador que protege los intereses de los trabajadores. La tarea de hoy es de saber cómo llegar a ésta solución, ya que estamos no únicamente luchando para sobrevivir, sino también para enfrentarnos a la crisis inmediata.

El paso más importante a tomar es que las personas sin techo se unan, que las personas de conciencia en apoyo a la gente sin techo se unan, y que todos quienes quieran se integren a un movimiento político para luchar por las necesidades inmediatas de todos los trabajadores, especialmente los más necesitados.

La unidad significa uniéndonos sin importar el color de nuestra piel o nuestro estatus de inmigración. Las personas sin techo pueden desempeñar un papel destacado en este proceso porque ellas mismas están experimentando lo que significa ser “ilegal”. Ya que ellos están siendo  criminalizados simplemente por el acto de sentarse o dormir en un parque. Ellos carecen de muchas de las mismas protecciones legales que carecen los inmigrantes indocumentados.

La unidad también significa el unirnos sin tomar en cuenta la existencia de los varios sub grupos entre las personas sin techo, para que el gobierno no pueda dividirnos. Debemos de defender a las familias con niños, los veteranos, las mujeres, el “crónicamente sin techo”, personas con discapacidades, todo el mundo.

Una estrategia que podemos utilizar para empezar a construir un movimiento unido políticamente, es de exigirle al gobierno que tome el control de todas las casas vacías adueñadas por los bancos y el gobierno. Estas casas vacías podrán ser utilizadas que de albegue a las personas sin techo. En estos tiempos donde la polarización de la riqueza ha llegado hasta tal punto que es obvio que las “compras de casas” se hacen precisamente para utilizarlas como un vehículo de inversión y no como refugio para proteger a los seres humanos de los elementos de la naturaleza. En muchos mercados los especuladores ahora mismo están comprando a lo que se refiere como “casas fantasmas”, donde ellos mismos no viven en las casas, ni las alquilan, sino que las dejan vacías mientras que esperan que los precios suban y así volver a venderlas a un precio mucho más alto.

Ya es tiempo de unirnos para responsabilizar a nuestro gobierno para que provea albergue apropiado a los millones de personas que carecen de vivienda apropiada.

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