Ciudades santuario en jaque tras homicidio en San Francisco

indocumentados lleguen a las manos de ICE
Debido al incidente de Juan Francisco López Sánchez muchas ciudades están pensando en colaborar con las leyes que facilita a que indocumentados lleguen a las manos de ICE.

 

El asesinato de Kathryn Steinle en el  muelle 14 de San Francisco el 1 de junio en las presuntas  manos de Juan Francisco López Sánchez, un indocumentado mexicano deportado 5 veces, ha encendido el debate sobre  las ciudades santuario  y  militarización de la frontera mexico-americana.

La discusión se centra en que López, quien tiene un  record criminal,  fue liberado tras ser juzgado por posesión de drogas  sin informar al departamento de Servicio de Inmigrantes, conocido por ICE, para que proceda a deportarlo.

El caso ha polarizado la nación,  poniendo a  ciudades santuarios en jaque y a miles de indocumentados protegidos en peligro, dado que muchas ciudades están pensando colaborar con las leyes  que facilita a que indocumentados lleguen a las manos de ICE.

La política de la policía no obliga a San Francisco  obedecer los requerimientos de ICE informó la vocera de la policía, aclarando que ICE no había emitido orden judicial al momento de la  liberación del sospechoso. Además López no fue condenado por el fiscal en su último arresto por posesión de drogas ni  tenía historial de violencia.

Políticos se han hecho eco al solicitar leyes más estrictas contra los inmigrantes. El mismo alcalde de San Francisco Ed Lee, quien apoyaba las políticas de ciudad santuario acusa al alguacil de ser responsable de  liberar al sospechoso y le exige  que colabore con ICE  notificándoles al liberar inmigrantes.

El alguacil de la ciudad, aclaró que ICE no emitió una orden criminal contra el sospechoso por lo cual fue puesto en libertad.

En pleno debate, una corte de apelaciones falló  a favor de los indocumentados al  expresar que ICE necesita tener una causa razonable para poder emitir una orden de detención contra inmigrantes para arrestarlos e investigar su estatus migratorio.

Los padres de la víctima declararon en el congreso solicitando leyes más estrictas contra  indocumentados, pidiendo se pase una ley  en la que si deportados vuelven a entrar a EE.UU. sean condenados a 5  años de prisión; y, se retire fondos a ciudades que no cooperan con ICE.

El pre candidato a la presidencia, el republicano  Trump  aprovechó  el incidente para continuar atacando  a inmigrantes hispanos a quienes acusa de criminales y violadores.  Sus argumentos no tienen fundamento, un estudio de la universidad de Massachusetts, demuestra que  los hispanos tiene un porcentaje menor de criminalidad comparado con gente local, donde  el 15% de la primera generación de inmigrantes  ha cometido un crimen en los pasados 12 meses vs el 25% entre norteamericanos.

Pese a que los ciudadanos apoyan una Reforma Migratoria, el 62% de los norteamericanos creen que el gobierno federal debe tomar medidas contra de comunidades santuario.

El problema es que si San Francisco deja de ser ciudad santuario echará  por la borda los años que ha llevado en construir una relación de confianza entre la policía y la comunidad de inmigrantes, lo que podría escalar la criminalidad en la ciudad dado que inmigrantes dejarán de colaborar o reportar posibles crímenes o responsables por temor.

Es lamentable el caso de la muerte de Steinle, pero un incidente no puede llenar a la comunidad de indignación y sed de justicia,  al desequilibrar  la relación de confianza y servicio, ni  satanizar a toda una comunidad.

Los inmigrantes enriquecen  la cultura de esta nación moldeándola con su entrega y esfuerzo. Afianzan  el poder y prosperidad de los Estados Unidos con su aporte,  forjando su historia al compartir sus valores, constancia,  trabajo y entrega.

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