Apenas finalizaba el año 2014 cuando la prensa local de Puerto Rico desplegó en sus primeros planos el arresto del abogado y empresario de bienes raíces Juan Ramón Zalduondo, además donante y participante de varias juntas y comités del actual partido de gobierno. Zalduondo fue acusado de ser figura central en un millonario operativo de lavado de dinero obtenido mediante transacciones en el negocio del narcotráfico. Lejos de ser un incidente aislado, el arresto de Zalduondo representa un rostro de la cadena que eslabona a Puerto Rico con el circuito del narcotráfico dirigido por los carteles en Colombia y Venezuela y su flujo de distribución en el Gran Caribe; el cual desemboca en el mercado consumidor de los E.E.U.U.
Desde entonces el arresto de Zalduondo ha catalizado el develamiento de nuevos nexos entre el narcotráfico y la clase política local. Dicho arresto ha confirmado declaraciones vertidas cuatro años atrás por el ex-superintendente de la policía y hoy senador del gobierno colonial puertorriqueño Miguel Pereira. Entonces, Pereira recalcó: “El narcotráfico toca todas las esferas de Puerto Rico. Nosotros tenemos la influencia del narcotráfico en todas nuestras ramas de gobierno, en todos los niveles de nuestra sociedad ,todos… añadiendo que “dejamos de ser un estado para convertirnos en un narcoestado” Es preciso aclarar que la mencionada declaración responde al hecho de que ya desde el año 2004 se estimó que Puerto Rico figuraba como puente de tráfico de unas 85 toneladas de cocaína, provenientes de Sur América (45%) y la República Dominicana(30%) y destinadas principalmente a los E.E.U.U. (95%) y a Europa (5%). De hecho Puerto Rico se destacaba entonces como el punto de narcotráfico tráfico mayor en la cuenca del Caribe, seguido de cerca por la República Dominicana; en una lista de once naciones y regiones. Volviendo al hoy, durante el mes de enero del recién comenzado 2015, efectivos policiacos federales ocuparon millones de dolares en drogas y armamentos propiedad
del llamado cartel de Vieques-la isla municipio más importante del archipiélago boricua. Se reveló además que el llamado cartel de Vieques está directamente afiliado al cartel venezolano conocido como “Los Soles”.
El interrogante inmediato es: ¿por qué Puerto Rico- colonia norteamericana controlada por el avasallador aparato de seguridad militar y policiaca del estado federal USAmericano- figura de manera tan prominente dentro del multimillonario circuito narcotraficante? ¿Como es que dentro de tan controlado espacio político militar se habla de un narcogobierno puertorriqueño? ¿Que otros significados y nexos políticos y económicos tiene esta aparente “guerra contra las drogas” con el encarcelamiento y criminalización masiva de un creciente número de jóvenes puertorriqueños? ¿Qué relación tiene la economía del narcotráfico con la creciente exclusión de jóvenes dentro del llamado mercado formal de trabajo?
La contestación a este tipo de interrogantes hay que buscarla en función de como operan binomio del estado federal Usamericano y las corporaciones capitalistas que controlan la vida de los ciudadanos.
A fin de cuentas, hay que entender la ideología y estructura política que justifica y perpetúa este estado de cosas. Sobre este tema ofreceremos más comentario y análisis en los siguientes artículos de esta serie.