¿Qué es lo que los EE.UU. exporta a América Central y México? No sólo la cultura de pandillas pero el desempleo. Estos países fueron utilizados como una válvula de escape, donde se les permitía emigrar a los EE.UU. cuando las empresas norteamericanas los precisaban, y luego deportarlos cuando no.
En el pasado era la recesión/depresión en la economía que resultaba en la expulsión de trabajadores extranjeros. Ahora las computadoras y robótica, incluso en los campos, han drásticamente reducido los trabajos en los EE.UU., y la válvula de escape de la economía requiere algo más que dejar escapar la presión, con deportaciones.
Ahora no son sólo los trabajadores nacidos en el extranjero que están perdiendo sus trabajaos en la nueva economía. Pero divisiones enteras de trabajos están siendo eliminados para siempre–por las computadoras y la robótica. En el pasado los empleos eran trasladados a los países de bajos salarios como China. Ahora, esos trabajos están siendo simplemente eliminados, para siempre.
Los habitantes de América Central y México pueden tratar de inmigrar a los EE.UU. Pero las personas que viven aquí ¿adónde van a emigrar? Ellos no tienen ningún lugar al que puedan emigrar. Los trabajadores estadounidenses gozaban un estándar de vida más alto que los de otros países, se benefician de la explotación de las neo colonias (países que en el pasado eran propiedad de otro país, como España, y han logrado la independencia formal, pero siguen siendo económicamente dependiente). Las ex neo colonias son ahora parte de la globalización, y los trabajadores de los EE.UU. son obligados a integrarse en una “carrera hacia el fondo”, a medida que los salarios, las prestaciones y las condiciones sociales se están convirtiendo en algo del pasado en los EE.UU.
Las personas en ambos lados de la frontera forman una clase – gente que no tiene nada que vender más que su fuerza de trabajo a las corporaciones para sustentarse. Pero cada vez más en el hemisferio las empresas están empleando robots y no necesitan el trabajo humano. Los trabajadores desempleados en los EE.UU. no tienen a dónde ir, ningún lugar para emigrar, por tanto no nos queda otra más que unirnos como clase con los trabajadores del sur de la frontera en una lucha por construir un mundo nuevo que satisfaga las necesidades de todos, independientemente de dónde se haya nacido.
En la nueva economía global no hay fronteras económicas para las empresas pero si para los trabajadores aunque ellos son parte de un mercado de trabajo global. El costo de la mano de obra va a ser la misma en todas partes con el uso de los robots, lo que significa que los salarios estadounidenses bajarán. Las condiciones de ambos lados de la frontera van a ser las mismas. Los niños de El Salvador, Guatemala y Honduras, obligados a abandonar sus países están tocando en nuestras puertas para recordarnos, la hora, o nos unimos o nos hundimos separados.
El futuro depende de nosotros.
