Primer estadounidense al que se le prohíbe el uso de Internet: Reverendo Edward Pinkney

Si bien a los latinos no les sorprende que el gobierno de los Estados Unidos utilice tácticas terroristas, los estadounidenses apenas se están percatando de ello. Para continuar con un largo historial de opresión hacia América del Sur, en julio del 2013, el gobierno de los Estados Unidos, en una maniobra belicosa en contra de Bolivia, obligó a aterrizar un avión que llevaba al Presidente de ese país, Evo Morales. Esta acción no supuso el envío de aviones de caza para enfrentarlo.

En vez de ello, los Estados Unidos logró que el gobierno de Portugal se rehusara a otorgarle permiso para aterrizar  para reabastecerse de combustible, por lo que tuvo que dar la vuelta y aterrizar en Austria. Los Estados Unidos andaba en busca de Edward Snowden, quien había revelado información sobre el grado al que el gobierno de este país espía a sus propios ciudadanos. El ataque al avión del Presidente Morales representó una nueva táctica del Siglo XXI.

En el estado de Michigan, las tácticas gubernamentales terroríficas se han dirigido contra el Reverendo Edward Pinkney, quien luchó y movilizó a los votantes del pequeño pueblo de Benton Harbor para destituir al alcalde local. Tanto los funcionarios municipales de Benton Harbor como los secretarios de los condados verificaron que había una cantidad suficiente de firmas válidas para hacer un llamado a una elección de revocatoria del alcalde del lugar, James Hightower.

En vez de programar estas elecciones, las autoridades locales arrestaron al Reverendo bajo falsos cargos de fraude electoral. Él pagó la fianza impuesta y actualmente se encuentra en su casa con un monitor electrónico. El hecho de que se desencadenara y se ejerciera todo el poder del gobierno en el predicador de un pequeño pueblo por haber supervisado la recolección de unas 400 firmas muestra que, en efecto, el gobierno le teme a su propio pueblo. Había uno de los denominados gestores de emergencias financieras (un dictador no electo) en Benton Harbor, pero la gente logró superar esa táctica. A medida que la electrónica y la robótica dan origen a más pobreza y a un desempleo generalizado en Michigan, el gobierno debe recurrir a nuevas tácticas en un intento desesperado por lograr su preservación.

Durante la audiencia preliminar del Reverendo Pinkney, realizada el 30 de mayo del 2014, el fiscal se vio obligado a admitir lo siguiente: “No hay ninguna evidencia directa que relacione al Sr. Pinkney con este delito.” Por su parte, el abogado defensor, Tat Parish, manifestó que “no hay evidencia, sólo una simple suposición de que se cometió un delito…” La acusación está recurriendo a una aseveración de que las circunstancias señalan hacia el Reverendo Pinkney—lo cual significa que es un líder político y por eso lo culpan.

En un intento por separar al Reverendo Pinkney de su sólida base de apoyo, la corte emitió una orden totalmente sin precedentes de que ni él ni su esposa (a quien no se le está acusando de ningún cargo criminal) pueden utilizar del todo su computadora. Sus presuntos “delitos” no supusieron el uso de una computadora, sino el hecho de hacer circular peticiones impresas y obtener firmas por escrito, por lo no se puede justificar esta orden de silencio dictada.

Las cortes han ordenado a los estafadores y a los pornógrafos infantiles que no utilicen sus computadoras para tales actividades. El propósito de la medida es proteger a la sociedad y a las víctimas. Pero esa es una orden que sólo limita el uso de la computadora para cosas específicas. No había surgido ningún caso en el que se ordenara a una persona a dejar de utilizar por completo una computadora. Esta es una nueva forma de imponer aislamiento a un(a) acusado(a) en el Siglo XXI. El caso y la orden de silencio muestran las nuevas limitaciones que el gobierno fascista está dispuesto a utilizar para evitar que las personas hagan uso de la misma maquinaria electoral a la cual se insta constantemente a la gente a que la ejerza para delimitar la actividad política gubernamental.

Al igual que las tácticas utilizadas en contra del Presidente Morales, se imponen al Reverendo Pinkney nuevos medios de aislamiento en el Siglo XXI. No podemos permitir que esto continúe. El caso del Reverendo Pinkney no sólo representa otra de las muchas injusticias que se comenten diariamente en nuestro sistema de tribunales penales, sino que también es un ataque político a todos nosotros y el uso de nuevos medios para intentar aislar y aplastar nuestras luchas. La defensa nacional unida del Reverendo Pinkney muestra que esto no sucederá.

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