La impopular Asamblea General del estado está haciendo que sea imposible que la gente sin seguro de salud lo adquiera
En Carolina del Norte, una de cada seis personas no tiene seguro de salud —las personas que menos pueden pagar servicios médicos, medicinas y hospitales cuando los necesitan. Y esto no incluye a los inmigrantes indocumentados.
Contraria a la actual tendencia nacional y global, Carolina del Norte está muy lejos de ofrecer a todas estas personas acceso a la atención a la salud. Antes del 1° de octubre, fecha del lanzamiento de la Ley de Cuidado Asequible de la Salud (ACA) —también conocida como “Obamacare”—, surgió mucha confusión sobre la forma en que esta la ley incidiría en las primas de los seguros, quiénes serían idóneos y qué se abarcaría. No había disponible ningún pormenor sobre los planes existentes.
La ACA inició como una idea de atención universal a la salud para todos los estadounidenses. En todo el mundo, la atención a la salud representa un derecho humano básico.
En México, el derecho relativo a la atención a la salud se encuentra plasmado en la propia Constitución. El sistema de atención a la salud en este país es una mezcla de seguros privados financiados mediante las retenciones y las deducciones salariales y un seguro de salud universal denominado Seguro Popular.
Diez años después de su inicio, el Seguro Popular ya ha inscrito a unas 53 millones de personas. Los mexicanos pagan este seguro con base en su salario y todos los beneficiarios reciben atención preventiva, con lo cual se reducen los costos. A nadie se le niega este seguro.
Antes de aventurarse a lanzar el Seguro Popular, el gobierno mexicano descubrió que cada año, cuatro millones de personas iban rumbo a la quiebra debido a sus enfermedades, lo cual representaba un obstáculo inmenso para la economía. En los Estados Unidos, unas 45,000 personas fallecen cada año debido a la falta de seguros de salud.
Desde el lanzamiento de la ACA el pasado 1° de octubre, muchos residentes de Carolina del Norte han experimentado frustración. Ello es debido a que la Asamblea General de este estado, de mayoría republicana, junto con su gobernador —también republicano— en un arranque de resistencia y de sentimientos en contra de Obama, prohibió que este estado participara en el lanzamiento.
Mientras que otros estados acogieron la oportunidad de controlar sus mercados estatales sobre servicios de salud y de establecer sistemas ágiles que mejor satisficieran las necesidades de sus ciudadanos, los líderes del Partido Republicano en Carolina del Norte redujeron los fondos federales destinados a este propósito. No se creó una bolsa estatal y se dejó a sus ciudadanos a merced de los caprichos de la página federal de Internet, plagada de fallas técnicas, si deseaban solicitar la adquisición de un seguro de salud.
Wayne Goodwin, Comisionado de Seguros de Carolina del Norte, estaba ansioso por atraer nuevas aseguradoras y un mayor grado de competencia en el estado. Al no ingresar la competencia, Blue Cross Blue Shield ha logrado mantener su estatus de exclusividad como la única aseguradora en todo el estado.
En consecuencia, no sólo no redujeron sus primas, sino que a partir del 1° de octubre éstas incrementaron y algunas pequeñas empresas observaron un aumento de hasta el 284 por ciento.
De un solo golpe, el Partido Republicano de Carolina del Norte rechazó miles de millones de dólares en fondos federales para la ampliación del programa Medicaid, al igual que millones de dólares en fondos adicionales para ayudar al estado a crear y controlar su propia bolsa estatal sobre servicios de salud. Esto incluyó la suma adicional de $27 millones en fondos federales para ayudar a educar y a prestar asistencia al más de millón de residentes de Carolina del Norte que se espera que adquieran seguros de salud.
Goodwin ha expresado públicamente su desaprobación, mientras que una cantidad de residentes de todo el estado descubren que la inscripción es casi imposible.
Para reunir los requisitos para adquirir y utilizar la cobertura que se estipula en la ACA a través del mercado de seguros de salud, usted debe ser ciudadano(a) estadounidense o estar “presente legalmente”, según lo determine el gobierno. El estatus de cada miembro de su familia se determina de forma separada. La nueva ley no abarca a los inmigrantes sin documentos, aún cuando ellos también pagan impuestos y necesitan seguros de salud.
Nuestros políticos contrarios e impopulares en Raleigh han establecido trabas a los residentes de Carolina del Norte que reúnen los requisitos para optar por “Obamacare” y que tienen una gran necesidad de contar con esta cobertura. Asimismo, ellos han aumentado el costo de los seguros en este proceso.
Esto no es bueno tanto moral como políticamente, ni tampoco en términos económicos. Ya es tiempo del cambio.