El 1° de mayo (Día de los Trabajadores) inició en los Estados Unidos y los inmigrantes desempeñaron un papel decisive en su establecimiento.
El 1° de mayo del 2006, más de 750,000 obreros—en su mayoría inmigrantes—formaron parte de las manifestaciones en Chicago a favor de los derechos de los inmigrantes. Los manifestantes marcharon hasta pasar por la Plaza Haymarket, el mismo punto en que en 1886 se concentraron los trabajadores inmigrantes.
Muchos de los obreros que participaron en la manifestación del 2006 vivían en Pilsen, un barrio de Chicago nombrado así por una ciudad de Europa Central de la cual provenían muchos de los inmigrantes de aquella época. Los obreros inmigrantes de Chicago han revivido la celebración del día de los trabajadores en la ciudad donde surgió, con una generación anterior de obreros inmigrantes.
En 1° de mayo de 1886, trabajadores provenientes de todo el territorio estadounidense se declararon en huelga para exigir la jornada laboral de ocho horas. Chicago se transformó en el centro de esta huelga. En ese tiempo, esta era la ciudad de más rápido crecimiento en todo el mundo. A sus fábricas llegaban obreros de Inglaterra, Alemania, Irlanda, Polonia, Bohemia, Suecia y de muchos otros países.
Tres días después, hubo una concentración en la Plaza Haymarket de Chicago para protestar por un ataque policial contra un grupo de huelguistas. Se pronunciaron discursos en varios idiomas. Casi al momento de terminar esta protesta, apareció la policía y ordenaron al último orador—Samuel Fielden, inmigrante inglés—que no continuara con el discurso. Después, alguien lanzó una bomba, la cual cobró la vida de un agente de policía e hirió a muchos más. La policía abrió fuego y mató a muchos de los participantes.
Asimismo, la respuesta policial fue irrumpir en los hogares, destruir las imprentas de periódicos en idiomas extranjeros, y propinar golpizas y arrestar a los dirigentes sindicales. Se acusó a los obreros inmigrantes de ser terroristas.
Se entablaron juicios contra ocho líderes sindicales, acusados de ser cómplices de asesinato en la Plaza Haymarket. Uno de ellos, Samuel Fielden, era de Lancashire, Inglaterra, mientras que otros seis habían sido criados en Alemania: George Engel, Adolph Fischer, Louis Lingg, Oscar Neebe, Michael Schwab y August Spies.
A pesar de las protestas en diferentes partes del mundo, se colgó a cuatro de los acusados (el quinto, Louis Lingg, falleció en su celda bajo circunstancias sospechosas). A los tres restantes se les dictaron largas sentencias.
En 1889, durante el Congreso Internacional del Trabajo, celebrado en París, un delegado de la Federación Americana del Trabajo propuso la adopción del 1° de mayo como el Día Internacional del Trabajo.