A medida que las computadoras y los robots asumen tarea tras tarea, están obligando a millones de nosotros a vivir en un desempleo permanente. Pero las personas ya están empezando a luchar por lograr una nueva forma de vida —una vida de cooperación y suficiencia, sin la ansiedad y la desesperación que casi todo el mundo enfrenta actualmente.
En esto, nos enfrentamos a un grupo aún más ricos de oligarcas, los cuales controlan la riqueza global. Pero hasta estos caudillos corporativos se están sintiendo desesperados–desesperados por proteger su riqueza ante nuestra vasta mayoría.
A medida que se intensifica el conflicto, se está obligando a los ricos a recurrir a la única táctica posible para vencer o retrasar el cambio tan necesario: la colaboración entre las corporaciones y el gobierno en contra de la vasta mayoría.
Cuando el fascismo asume el poder, inevitablemente ataca a las mujeres. Por ejemplo, para encubrir el desempleo masivo en la Alemania de los años 30, los nazis promulgaron una ley que permitía únicamente un sueldo por familia. De forma inmediata, las esposas perdieron sus trabajos —lo cual generó aún más pobreza en sus familias.
Los nazis también dirigieron un horrible ataque hacia las mujeres con base en la “raza”, al igual que en el género.
Los nazis incitaron a las mujeres “arias” (de piel blanca, rubias, con una apariencia “alemana”) a que se reprodujeran de forma ilimitada. Hasta se establecieron campamentos en los que se mezcló a los y las adolescentes, dentro de los cuales, por lo general, las muchachas “deseables” resultaron embarazadas.
Los fascistas combinaron esto con una brutal esterilización forzada de las mujeres “no arias”, a las cuales catalogaron como “indeseables” y las convirtieron en las temibles “otras”. El resultado de las políticas fascistas fue la reproducción forzada o la no reproducción forzada, pero ningún grupo tenía libertad.
En los Estados Unidos, la oligarquía se está dirigiendo rápidamente hacia un fascismo abierto en contra de toda persona que no forme parte del “1 por ciento” —los ricos. El ataque en contra de los derechos de las mujeres —en especial de las inmigrantes— es uno del os componentes principales de esto.