En lo que va del año, 154 jóvenes de la clase obrera y que prestaban servicio en el ejército se han suicidado. Esto representa una tasa de casi un suicidio diario. Esta cantidad es mayor que el número de integrantes de las tropas que han muerto en combate. Esto también representa una cantidad anual récord desde el inicio de las guerras en Irak y Afganistán hace más de una década (Associated Press.)
Los trágicos suicidios muestran la desmoralización de las tropas. ¿Para qué están luchando? ¿Por quién están matando? En su mayoría, las fuerzas armadas están formadas por jóvenes que no tienen la posibilidad de obtener algún trabajo decente y no pueden continuar con su educación superior. Así que sin alternativas de facto, estos jóvenes terminan por integrarse a las filas de las fuerzas armadas.
¿Por qué se encuentran los jóvenes en una situación tan desesperada? ¿Cómo está sucediendo esto? La producción de bienes y servicios impulsada por la electrónica está eliminando la mano de obra de los trabajadores. Cada vez más, se están automatizando los puestos de empleo o los robots están realizando las labores. En consecuencia, el desempleo es creciente, lo cual ha perjudicado duramente a los nuevos obreros jóvenes, los cuales ni siquiera han podido integrarse a la fuerza laboral por falta de trabajo y ahora están desempleados sin siquiera tener un puesto. O si están trabajando, forman parte del sector de los obreros pobres de los Estados Unidos.
La endeble economía capitalista es una parte central dentro del movimiento juvenil, tanto en los Estados Unidos como en el ámbito mundial. La clase gobernante no ofrece ningún otro futuro más que utilizarlos como carne de cañón en sus guerras. Así que la juventud estadounidense se está alzando y los veteranos de guerra forman parte de este movimiento juvenil que lucha por su futuro y en contra del capital.
El pasado 20 de mayo, unos 45 veteranos de guerra que prestaron servicio en Afganistán e Irak encabezaron las protestas en Chicago en contra de la guerra. Ellos enviaron un poderoso mensaje a los ministros de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) cuando en una tarima —y frente a miles de personas que asistieron para respaldar las protestas— fueron tirando, uno a uno, sus medallas de “guerra contra el terror” hacia McCormick Place, el lugar donde estaban reunidos los ministros de la OTAN.
Las siguientes son citas textuales de algunos de los veteranos.
“Nuestros enemigos no están a 7,000 millas de aquí, sino que son los que se sientan en las salas de juntas. Ellos son los presidentes y jefes ejecutivos, los banqueros, los gerentes de los fondos de cobertura. Ellos no viven a 7,000 millas de nuestro hogar. Nuestros enemigos están aquí y los vemos todos los días. Ellos son los millonarios y billonarios que controlan el planeta y ya nos cansamos. Así que pueden quedar con nuestras medallas” (veterano de guerra en la tarima).
“Un veterano de la marina se acercó para ver de qué se trataba esto. Durante la ceremonia, no pudo contener las lágrimas. Se dio cuenta que podía identificarse con nosotros porque perdió a cinco de sus hombres pues cometieron suicidio. Él se integró a nuestra organización, pues se dio cuenta que existe un movimiento y que los infantes de guerra sí tienen voz” — Alejandro Villatoro, de la organización Veteranos de Irak en contra de la Guerra (ivaw.org)
