Comunidades fronterizas militarizadas: Documentando el panorama en torno al control de la frontera (panel fronterizo # 5)

Pedro Ríos: Muchas gracias a todos por su participación el día de hoy. Mi nombre es Pedro Ríos y soy el director del Programa Fronterizo entre México y los Estados Unidos, del Comité de Servicios de Amigos Americanos (American Friends Service Committee —AFSC). Este es el Panel 5 de la serie “Acercándonos a la frontera por los derechos humanos” (Zooming to the border for human rights) y se titula Comunidades fronterizas militarizadas: Documentando el panorama en torno al control de la frontera. Deseo pedirle a Laura, del Tribuno del Pueblo, junto con People’s Tribune, de Chicago que se presenten. El año pasado, ellos convocaron este grupo y Laura les puede comentar un poco más sobre esta convocatoria y la idea que tuvimos, al igual que cómo llegamos a formar esta serie de paneles y qué esperamos hacer con la información recopilada.

Laura García: Muchas gracias, Pedro. Me llamo Laura García y soy la editora del Tribuno del Pueblo. Bob Lee también está aquí y él es el editor de People’s Tribune. Ambas son publicaciones hermanas que se producen en Chicago. La idea es que todos tengan conocimiento sobre la difícil situación que viven en la frontera las personas que intentan refugiarse o que buscan asilo y, una vez que cruzan un punto fronterizo, cómo detienen a los niños o los enjaulan y separan a las familias. Por ello hicimos esto, porque queríamos convocar a amigos, activistas, investigadores y periodistas independientes para que se reunieran y observaran qué es lo que podemos hacer para ampliar y elevar las voces de quienes encabezan esta lucha. Aquellos que están sobrellevando esta situación de violaciones a sus derechos humanos, o aquellos que están ayudando a alimentar a las personas que se encuentran en un campamento de refugiados, entre otros. Hemos convocado a esta reunión y, por supuesto, queríamos realizarla durante el último año, que fue cuando empezamos a hablar al respecto, pero surgió el coronavirus y tuvimos que cambiar de planes. Fue entonces que el compañero Leno pensó en la idea de acercarnos a la frontera e ir desde Texas hasta California, pero en vez de visitar estos lugares —porque íbamos a viajar en una camioneta y visitarlos para realizar entrevistas y reunirnos con dirigentes a ambos lados de la frontera—, decidimos que debíamos acercarnos a los puntos fronterizos a través de Zoom y es lo que hemos venido haciendo. A mediados de agosto, realizamos nuestro primer panel y el día de hoy será el último. Estamos recopilando toda esta información para redactar un informe para las Naciones Unidas y lo enviaremos en algún tipo de formato al Comité de Derechos Humanos. También usaremos las grabaciones de los paneles como testimonios, para que podamos mostrárselos y la gente pueda ver lo que realmente está sucediendo en la frontera según lo que relatan las personas que están allí. Estamos contentos porque hemos tenido éxito en esta tarea. La gente tiene mucho interés porque se trata de violaciones de derechos humanos y sobre cómo corregir esta situación.  Hay personas que tienen conocimiento sobre la difícil situación por la que están pasando aquellos que buscan asilo. Algunas de estas personas están enfrentando casos de violación y otras cosas. Por todo esto, estamos recopilando esta información y la enviaremos a las Naciones Unidas. Gracias a todos por participar en este panel.

Pedro Ríos: Gracias, Laura. Deseo agradecer a todas las personas que están participando en las últimas horas de esta tarde en la costa del oeste y en las primeras horas de la noche en la costa del este del país. Nuevamente, soy Pedro Ríos y trabajo con el Comité de Servicios de Amigos Americanos. Tengo el honor y el placer de estar compartiendo con un maravilloso grupo de colegas y defensores a quienes he conocido durante algún tiempo. Hombro a hombro, ellos han venido promoviendo la protección de los derechos humanos de los inmigrantes y de las personas que buscan asilo, pero también de los miembros de las comunidades fronterizas donde vivimos. Tal como lo mencionó Laura, estas presentaciones del panel pronto estarán disponibles en la página de Internet del Tribuno del Pueblo y en un futuro muy cercano ustedes tendrán acceso a las presentaciones desde ese sitio web.

Cuando hablamos de comunidades fronterizas militarizadas, nuestro punto de referencia dentro de un cronograma precede los cuatro años de Donald Trump como presidente y nos remontamos al menos al año 1924, cuando se fundó la Patrulla Fronteriza. El legado tan cruel de esa agencia en particular, pero también de su organización superior, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, es la violencia, mientras también promulgan la supremacía blanca como un precepto ideológico bajo el cual se implementan diversas políticas gubernamentales. Contamos con cientos de casos bien documentados de muertes en la frontera durante varias décadas de encuentros con los agentes fronterizos y estoy seguro que muchos de los panelistas y quizás hasta algunos de ustedes han tenido experiencias de confrontación con estos agentes. Hay miles de inmigrantes que quedaron esparcidos en los desiertos y las montañas de las zonas fronterizas. No se identificó ni se contabilizó a muchos. Los agentes fronterizos usan productos químicos con los inmigrantes que buscan asilo, a pesar de que estas sustancias químicas están prohibidas aun en situaciones de guerra, mientras la administración de Trump destruye el proceso de asilo en los Estados Unidos y surgen nuevas amenazas por parte de la Patrulla Fronteriza, pues sus miembros están intentando ampliar sus operaciones para ingresar al ámbito municipal, como una amenaza a los derechos de la primera enmienda, según se encuentran protegidos en la Constitución de los Estados Unidos. Con casi 20.000 agentes de la Patrulla Fronteriza y 40.000 agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), el panorama en torno al control de la frontera es problemático, peligroso y promueve un alto grado de impunidad con respecto a los procesos de rendición de cuentas. Aunado a este panorama se encuentra la presencia de otras agencias de orden público tal como el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés, el cual se ha ampliado y en gran parte amenaza a los inmigrantes de la clase obrera que a duras penas pueden subsistir y ahora enfrentan esta pandemia de índole mundial. Hoy escucharemos los testimonios de estos admirables defensores que tienen años de experiencia recorriendo un panorama de control fronterizo y compartirán con ustedes un aspecto diferente sobre lo que es la militarización.

La militarización no es un eufemismo.  Ellos compartirán testimonios verdaderos y su experiencia, lo que incluye un análisis de la justicia racial en torno a la militarización, los puestos de control y revisión (checkpoints) de la Patrulla Fronteriza en las comunidades, la existencia de información con una narrativa violenta y la realización de ejercicios por parte de la CBP en los puertos de ingreso, al igual que las redadas del ICE y la forma en que el Congreso financia todo esto con el propio dinero de los contribuyentes. Deseo dar las gracias a todos ustedes por participar, especialmente a los panelistas por dedicar parte de su preciado tiempo a presentarnos esta información, ya que sabemos que están muy ocupados. Empezaremos con nuestra primera expositora, Alma Maquitico. Leeré su información biográfica para que sepan un poco más sobre ella. Alma es codirectora de la Red Nacional por los Derechos de los Inmigrantes y los Refugiados (NNIRR, por sus siglas en inglés) y desarrolla una programación que se centra en la frontera entre los Estados Unidos y México, los movimientos migratorios internacionales y el cambio climático. Alma ha establecido redes de base para seguir de cerca violaciones a los derechos humanos de los inmigrantes y los refugiados, y también ha logrado desarrollar diversas iniciativas de justicia climática y alimentaria en la frontera entre México y los Estados Unidos. Sus labores de organización y defensa de los derechos humanos se interrelacionan con aspectos de raza, género, migración y ecología. Ella se desempeñó como el punto focal para Norteamérica del Bloque Latinoamericano sobre Migración, que es una red de organizaciones que luchan por los derechos de los inmigrantes en el corredor migratorio sur-norte. Alma, es un placer darte la bienvenida. Te paso la “matuta”. Gracias por iniciar este excelente panel.

Alma Maquitico: Muchísimas gracias, Pedro. También le doy las gracias al equipo del Tribuno del Pueblo y a todos mis colegas por estar aquí, al igual que por todas las enérgicas labores que realizan para resistirse a la militarización y la criminalización de las comunidades ubicadas en la frontera, en especial cuando se trata de personas morenas y negras. Antes de que empecemos a renombrar la violencia que actualmente experimentamos en la frontera entre los Estados Unidos y México, creo que me gustaría empezar por referirme al hecho de que es importante comprender que ya existía un historial de violencia anterior al que se vive hoy. Es un largo historial de violencia racial que continúa estructurando las vidas cotidianas de las comunidades fronterizas. Deseo empezar con una recapitulación sobre cómo se creó la frontera; no porque sea historiadora, sino porque quienes nos encargamos de organizar a las comunidades profundizamos más en la violencia, más allá de lo que está ocurriendo actualmente, y comenzamos a documentar lo que está sucediendo en nuestras comunidades, por lo que empezamos a describir tendencias y patrones que, tal como lo mencionó Pedro, no iniciaron con la administración de Trump. La situación no ha empezado con las administraciones republicanas, pero estas van mucho más allá. Lo primero que considero que es importante que reconozcamos es que la frontera entre México y los Estados Unidos se determinó a través de la violencia. El proceso de creación o de control de la frontera entre estos dos países se ha llevado a cabo mediante grupos de milicias blancas que utilizan una violencia brutal contra los indígenas y los mexicanos, a fin de despojarlos de sus territorios y también para evitar que los negros escaparan de la esclavitud hacia la libertad y restringir que los asiáticos ingresaran a sus territorios. Existió un largo período de violencia que inició en los años 1800 y se prolongó hasta principios de los 1900, en el cual los diversos investigadores citan asesinatos masivos de mexicanos, así como de hombres, mujeres, niños y niñas indígenas en manos de ajusticiadores. Estos verdugos eran miembros del aparato estatal, pero también personas comunes que sencillamente eran vecinos de gente de color que vivía en estas tierras originales. Se calcula que a principios de los años 1900 —quizás entre 1900 y la década de 1920— hubo hasta 5.000 personas asesinadas en este período. Fue precisamente en este tiempo que la Patrulla Fronteriza todavía era una idea ajena, pero también representó el inicio de una agencia que evolucionaría hasta formar la fuerza de seguridad fronteriza más tecnológicamente avanzada y extremadamente militarizada en toda la historia de la humanidad. Los primeros agentes que se reclutaron para formar parte de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos fueron integrantes de los guardas de Texas, miembros con formación militar y que, a pesar de formar parte de las comunidades, han ocasionado tanto daño a los pueblos originarios que viven en los territorios que ahora conocemos como la frontera entre México y los Estados Unidos. En especial, estamos hablando de algunas áreas del sur de Texas. Cuando se creó la Patrulla Fronteriza, sus integrantes provenían de fuerzas de seguridad y de grupos de ajusticiadores que tenían un largo historial de cometer actos crueles y violentos con toda impunidad. Esto ha continuado hasta el día de hoy, pero hubo otro momento en la historia que yo considero que es importante porque todavía determina quiénes somos y la forma en que vivimos como comunidades fronterizas. Esto sucedió alrededor de 1929, cuando se aprobó la denominada Ley de Extranjeros Indeseables (Undesirable Aliens Act), la cual criminalizó los movimientos migratorios mexicanos y otorgó a los agentes fronterizos el poder discrecional de decidir quién ingresaría legalmente al país y quién no. En ese tiempo, estos agentes transformaron lo que había sido una actividad de rutina diaria —cruzar la frontera para visitar a familias, parientes y amigos— en un ritual de abuso que, hasta el día de hoy, hemos venido enfrentando las comunidades fronterizas.

Como comunidades fronterizas, especialmente como personas de color que cruzamos la frontera, estamos tan acostumbrados a tener que prepararnos con alguna historia cada vez que la cruzamos, ya que sabemos que nos van a interrogar y siempre estamos hablando con nuestros familiares para ponernos de acuerdo en cuál va a ser nuestra historia. No es que estemos mintiendo. Lo que sucede es que nuestras historias deben coincidir 100% si no deseamos tener que pasar por inspecciones adicionales y enfrentar más acosos por parte de las autoridades de la Patrulla Fronteriza. Esta cultura de abuso, impunidad e injusticia racial es producto de la creación de la Patrulla Fronteriza, la cual está haciendo exactamente lo que se supone que debe hacer y para lo que fue creada, y creo que es muy importante que se reconozca esto. Para comprender lo que estamos viviendo y sufriendo debido a un sistema que está cumpliendo con las tareas para las se le estableció y observar en repetidas ocasiones lo que ha sucedido a lo largo de la historia a partir de los años 50, tengo que hacer referencia al denominado operativo “wetback” (espalda mojada), mediante el cual los agentes fronterizos detenían a mexicanos y mexicoamericanos y los deportaban a México. Podemos observar estas acciones hasta en los años 70 y después a principios de los 90. Diversos periodistas y organizaciones comunitarias comenzaron a documentar estos patrones masivos de violaciones de derechos humanos. Todavía continuamos presenciando estos abusos por parte de la Patrulla Fronteriza, los cuales incluyen persecuciones, palizas, asesinatos, torturas y violaciones. Como organizaciones comunitarias, no hemos logrado desafiar con éxito este sistema de impunidad.

De alguna manera, la Patrulla Fronteriza no solo comete estos abusos, sino que tampoco podemos hacer que rindan cuentas. Con esto, se continúa creando el mismo sistema de impunidad que hemos visto a lo largo de la historia. Así que creo que hay muchas formas en las que la injusticia racial se estructura en los territorios fronterizos entre México y los Estados Unidos. Es a través de la militarización y los mecanismos de control. Y debemos saber que el control racial continúa representando una estructura que se usa para las restricciones de circulación y movilidad que enfrentan las comunidades fronterizas todos los días. Muchos tenemos parientes con un situación migratoria desigual, lo que hace que algunos de nosotros podamos desplazarnos más que otros y observamos todas estas injusticias y la forma en que se agravan las complicaciones, no solo a través del nexo entre la militarización y la migración, sino también porque observamos un vínculo entre la vieja militarización, los movimientos migratorios y la pandemia del COVID, todo lo cual permite que la administración actual redoble los esfuerzos de estos sistemas de injusticia racial, incluido el sistema racista instituido para el cumplimiento de las leyes de inmigración que continua restringiendo la movilidad y la circulación de los grupos migrantes, de las comunidades fronterizas, de las personas que buscan asilo y quienes necesitan refugiarse, y continúan ocasionando daños irreparables a los niños, las mujeres y a aquellos que se les considera como trabajadores esenciales que continúan viviendo en los territorios fronterizos de México y los Estados Unidos y trabajan en condiciones injustas y discriminatorias, sin tener acceso a servicios de salud, a viviendas seguras y a medidas laborales de protección. Todas estas condiciones se agravan aún más debido a las muchas restricciones que se han impuesto en la frontera entre México y los Estados Unidos, para así restringir la movilidad y la circulación. La pregunta que tengo como organizadora y activista de derechos humanos, como mujer inmigrante y como alguien que también tiene parientes que son inmigrantes, ¿cómo podemos lograr que estas agencias rindan cuentas? Y más importante aún, ¿cómo podemos cambiar este sistema de discriminación racial que se origina debido al control fronterizo? En ese sentido, la verdadera pregunta sería ¿realmente podemos reformar una entidad que busca generar exclusión racial y cuyo fin es precisamente ese? Como organizadora de derechos humanos y con el ánimo de creer realmente que sí es posible lograr otro mundo para nuestras comunidades, creo que tenemos la responsabilidad de imaginar una gobernanza distinta en la frontera, desde una perspectiva más humana. Por eso, debemos comenzar a hablar sobre cómo sería este ideal para nuestras comunidades, para que así podamos empezar a establecer procesos, políticas y alianzas y comenzar a recorrer esta vía con solidaridad para lograr nuestro objetivo. Creo que las pequeñas reformas son importantes para mitigar el grado de dolor y sufrimiento que han ocasionado a las comunidades inmigrantes y de refugiados. Tenemos que empezar a generar cambios y lograr que el gobierno de los Estados Unidos rinda cuentas, a fin de que se respeten los derechos humanos de todas las personas que vivimos en los territorios fronterizos de México y los Estados. Creo que con esto voy a finalizar.

Pedro Ríos: Muchas gracias a Alma por ofrecer una excelente introducción contextual sobre la militarización de las comunidades fronterizas, especialmente desde una perspectiva de la justicia social, lo cual es muy necesario y pertinente para el diálogo y las conversaciones que se están llevando a cabo a nivel nacional, especialmente con las elecciones que ya se acercan que, con lo que, según parece, se está promoviendo la posibilidad de que aumente la violencia aún más. Gracias de nuevo. Ahora deseo pedirle a Ricardo Favela, nuestro panelista siguiente, que se dirija a nosotros. Ricardo trabaja con la organización denominada Alianza Comunitaria, una coalición de diversos grupos de derechos humanos con sede en el norte del condado de San Diego, la cual se creó para proteger a las comunidades contra una presencia cada vez mayor de agencias federales y locales de control migratorio. Estas comunidades están situadas a casi 100 millas de la frontera sur y, aun así, existen dos puestos de control sobresalientes a lo largo de las autopistas principales, al igual que otros puestos de revisión temporales, así como recorridos constantes de la Patrulla Fronteriza dentro de las comunidades. Desde 2009, la Alianza Comunitaria ha venido estableciendo una confiable red de alertas comunitarias rápidas para confirmar la presencia o la existencia de actividades de las agencias de orden público. En este contexto, Ricardo nos hablará sobre cuál ha sido la experiencia en términos de la militarización que se observa en la parte norte de San Diego que, en el caso de algunas zonas, tal como se puede leer en la información biográfica de Ricardo, hay una distancia de hasta 100 millas con la frontera. Ricardo, te damos la palabra.

Ricardo Favela: Muchas gracias. Buenas tardes a todos. Gracias por haberme dado esta oportunidad. Me siento muy honrado de poder compartir lo que nuestras comunidades están experimentando aquí en nuestro rincón de San Diego. Tengo una presentación de PowerPoint y la voy a cargar en este momento para que tengamos un recurso visual sobre lo que está sucediendo aquí. Pedro nos dio una breve introducción de lo que es la Alianza, por lo que voy a omitir esa parte. Solo me gustaría agregar que somos observadores de derechos humanos. El Comité de Servicios de Amigos Americanos nos ha capacitado como parte de un programa de derechos humanos y hemos podido adquirir experiencia, además de lo que hemos aprendido del Comité, para continuar organizándonos y responder a las necesidades de nuestra comunidad. Por ello, defendemos los derechos humanos y la autodeterminación de las comunidades pobres y oprimidas. Considero que algo importante de mencionar un poco más es lo que hemos podido hacer para poner en contacto a los organizadores de base en nuestras comunidades y utilizar redes sociales y tecnologías accesibles de comunicación, a fin de poder llegar a nuestras comunidades en tan solo unos minutos. Se ha formulado la pregunta sobre qué que podemos hacer para que estas agencias rindan cuentas de sus actos. Estamos intentando buscar la forma de superarlos tácticamente y proteger mejor a nuestras comunidades y familias, en la medida de lo posible. Hemos venido estableciendo esta red desde 2008, cuyas labores han abarcado las administraciones de Bush, Obama y Trump. Pudimos observar un aumento de los puestos de control o revisión inmediatamente después del intento de promulgar la Ley para Protección Fronteriza, Antiterrorismo y Control de Inmigración Ilegal (Border Protection, Anti-Terrorism, and Illegal Immigration Control Act), conocida como HR 4437. Sabemos que esto formó parte de una tarea de desgaste mediante una estrategia de control que han promovido grupos como el Centro para Estudios sobre Inmigración. Sabemos que los nacionalistas blancos que han llegado hasta la Casa Blanca han venido influyendo en las políticas mucho antes de que Trump apareciera en escena y hemos venido confrontando este problema lo mejor que hemos podido durante todas estas administraciones.

Hemos desarrollado una red orgánica y focalizada que ya cuenta con casi 42.000 personas en diferentes plataformas, tales como subscriptores de mensajes de texto, Facebook, Instagram y Twitter. Estas son tecnologías que están al alcance de nuestras manos. El sistema de mensajes de texto es lo que nos ha costado un poco más de esfuerzo para obtener mayor acceso, pero hemos podido lograrlo y con ello desarrollar nuestras capacidades prácticas. Empezamos dando respuestas relacionadas con los puestos de control y nos hemos venido expandiendo para ofrecer comunicaciones en español durante desastres naturales, en gran medida debido a la falta de información que nuestro propio gobierno local del condado no ofrecía o no estaba generando en ese momento. También coordinamos respuestas sobre los operativos del ICE con patrullas comunitarias en las ciudades y en otras comunidades más pequeñas del área. Este crecimiento demuestra las preocupaciones que existen en nuestras comunidades con relación al entorno hostil de control en el que vivimos. Esta es una red que continúa desarrollándose y cuyo mayor crecimiento fue durante la administración de Obama, mientras se llevaban a cabo programas sobre comunidades seguras. Para darles una idea de la ubicación, este soy yo en el norte del condado de San Diego. Somos comunidades dominadas por diversos puestos de control y varias agencias de orden público. Estamos aproximadamente a 70 millas del punto más meridional de ingreso.  Estamos rodeados por dos puestos permanentes de control y otros temporales que de vez en cuando instaura la Patrulla Fronteriza. Recientemente, hemos observado el surgimiento de puntos de control a partir de octubre y siempre vemos que aumentan durante la época de las elecciones. De hecho, estoy esperando que en cualquier momento alguien nos alerte de que posiblemente surja un puesto de control y revisión en alguna comunidad local. También enfrentamos puestos de control de la policía para pedir la licencia de conducir o identificar a conductores ebrios (DUI, por sus siglas en inglés) y que en algún momento estaban colaborando con las autoridades migratorias, como parte de la estrategia de desgaste mediante este tipo de control. Al centrarnos un poco más en esta área, observamos dos estrellas grandes de color verde que son puntos permanentes de control a lo largo de las autopistas 5 y 15, dos de nuestras vías principales para dirigirse al norte del condado de San Diego. En medio de estas áreas se encuentra una base militar, por lo que técnicamente solo el ejército puede viajar por esta zona, pero para todo propósito, cualquier viaje hacia el norte a lo largo de estas vías principales está controlado por la Patrulla Fronteriza y, nuevamente, como punto de referencia, desde aquí es que les estoy hablando en este momento, en Fallbrook, un área que en su mayoría es una comunidad agrícola. Las estrellas azules que ven aquí es donde la policía realiza sus actividades de control, por lo general durante los fines de semana. Ellos los llaman puestos de revisión para pedir las licencias de conducir o identificar a conductores ebrios, pero nuevamente, debido a las políticas migratorias, cuando adoptaron por primera vez estos puntos de control, se establecieron acuerdos entre la policía local y el ICE y también hubo momentos en que los miembros de las familias indocumentadas no reunían los requisitos necesarios para obtener una licencia de conducir. En efecto, estos puestos de control de la policía se transformaron en puntos de control migratorio.  Sabemos que por cada conductor ebrio que ha atravesado un puesto de revisión, ha habido diez personas indocumentadas que han sido detenidas y deportadas. Este es el panorama de nuestra vida cotidiana y durante los fines de semana, tenemos que lidiar con estos puntos adicionales de control de la policía, los cuales por lo general surgirán en una comunidad a la vez durante los sábados y los domingos.

Los puestos de control de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos han existido durante décadas. Recuerdo pasar por ellos cuando era muy joven a lo largo de la 76. A pesar de que nací en esa área, recuerdo que me decían que tenía que hablar bien y claro cuando pasara por estos puestos de control y revisión porque existía la posibilidad constante de que esta agencia nos pudiera hacer algo dañino y esto se me quedó grabado desde muy joven, y por supuesto podemos observar la forma en que esto se hace realidad en términos de las deportaciones y las separaciones de las familias. La caracterización racial (o racial profiling, en inglés) es un aspecto en común en las políticas que sabemos que la Patrulla Fronteriza aplica constantemente. De nuevo, dos puestos permanentes de control se encargan de vigilar el tráfico y también hay puestos temporales que surgen en nuestras comunidades, en su mayor parte entre estos dos puestos permanentes de control para impedir los viajes al y desde el trabajo, las escuelas, las clínicas y los hospitales locales. Deseo centrarme un poco más en el punto de control de la ruta 15, el cual está aquí y le dicen la “revisión”. Además de los puestos permanentes, vemos los puestos temporales que se sitúan alrededor de este aquí y solo como referencia, este es nuestro hospital más cercano, el Hospital Temecula Valley. Este centro hospitalario está situado en la salida siguiente, inmediatamente después de pasar el puesto de control. Al tener en cuenta la pandemia en la que nos encontramos actualmente, este punto es bastante crítico. Los puestos temporales de control surgen en el área de Pala, en la ruta 76, la cual es básicamente una ruta al este y al oeste y después en esta zona denominada De Luz. Esta área en particular es muy preocupante, ya que es parte de Fallbrook, una comunidad agrícola. De hecho, les mostraré una fotografía satelital. Estos son campos agrícolas, aquí y en las colinas y en su mayoría son comunidades agrícolas. En cuanto a De Luz, la gente tendría que venir a Fallbrook para asistir a la escuela o visitar una clínica, o tendrían que ir al Hospital Temecula para recibir atención de emergencia. De lo contrario, el hospital más cercano queda a una distancia dos veces mayor y sabemos que en las situaciones de emergencia la atención de salud es crítica.

Durante las órdenes de quedarse obligatoriamente en casa que comenzaron el 13 de marzo, una semana después observamos que este punto de control, el principal en la autopista, estaba funcionando diariamente. A la semana siguiente, observamos los puntos de control más pequeños también funcionando todos los días. Nuevamente, en cuanto entraron en vigencia las órdenes de quedarse obligatoriamente en casa, observamos una mayor presencia de la Patrulla Fronteriza. Esto generó efectos en las familias locales, específicamente en De Luz, pues las personas dependen de poder ir a Fallbrook para asistir a la escuela y recoger los deberes escolares o adquirir alimentos. Nos enteramos de informes sobre personas que no salieron a ninguna parte. Se quedaron en las haciendas y las fincas donde trabajaban y debo añadir que esta es la vida cotidiana que viven, aún sin una mayor presencia de la Patrulla Fronteriza. Son personas que se quedan en las haciendas y los huertos durante el mayor tiempo posible. No dejan los lugares donde viven y por lo general viven en los lugares donde trabajan, por lo que casi se trata de un confinamiento al estilo de las plantaciones. Fue alarmante ver cómo a algunas personas se les impidió que recibieran los artículos más básicos y este es el tipo de situaciones que la gente ha enfrentado aquí. Este es un puesto de control camino hacia Pala, tanto al este como al oeste, y allí detienen el tráfico. Este es un agente que detuvo a alguien, le quitó la máscara (tapabocas) para hablar con alguien allí. Y aquí hay imágenes adicionales. Mencioné que los puestos para identificar a conductores ebrios aumentaron inmediatamente después de intentar promulgar la Ley HR 4437, como parte de las estrategias de control. Sabemos que el Centro para Estudios sobre Inmigración forma parte de una red de políticas impulsadas por nacionalistas blancos, en su intento por hacer que la vida de las comunidades indocumentadas sea lo más difícil posible, para que decidan deportarse por cuenta propia. En ese momento, ciudades como Escondido estaban aprobando duras políticas antiinmigración, además de los puestos de la policía para revisar licencias de conducir e identificar a conductores ebrios. Se adoptó la denominada Operación Esfuerzo Conjunto (Operation Joint Effort) durante este tiempo, el cual fue un acuerdo de colaboración entre el ICE y la policía local. Nuevamente, estos puestos de revisión fueron mecanismos eficaces para el control migratorio y el hecho de que solo los residentes pudieran obtener una licencia de conducir fue parte de la estrategia. Por cada conductor ebrio detenido, la policía detuvo y deportó a 10 personas indocumentadas. Parte de nuestra respuesta no solo ha sido alertar a la comunidad y enviar a personas allí para que conozcan más sobre el proceso, sino que también educamos a la comunidad sobre la forma de notificar lo que han observado, ya que el terror y la violencia son reales. Hay rumores de redadas migratorias, y el simple rumor se puede propagar y paralizar a nuestras comunidades cuando estamos desinformados. Por eso, hemos tomado medidas para educar a las personas sobre cómo documentar las cosas, asegurarse de que la información que reciben es confiable e identificar de manera adecuada a las agencias que están presentes en la comunidad. Con base en esta red, hemos podido responder a rumores de redadas que iban a ocurrir a principio de la administración de Trump con las patrullas comunitarias. Debido a que conocíamos el patrón con el que trabajaba el ICE en las mañanas, acudimos a seis comunidades y pudimos verificar con nuestros propios ojos si esto estaba sucediendo o no.  Todo esto es una prueba de las condiciones que están enfrentando nuestras comunidades y las labores que estamos realizando para brindarles protección. Con el ICE, esta es una de las redadas que observamos durante la visita de Donald Trump a San Diego.

Todos observamos constantemente la politización y la militarización del ICE por parte de esta administración, la cual usa a esta agencia para fines políticos. Ahora también estamos observando que en algunos casos las agencias de orden público en California no deben trabajar con la Patrulla Fronteriza, pero sí lo hacen. Esto es algo que documentamos hace casi un año en esta área. Sabemos que los alguaciles en Temecula han dicho abiertamente que se iban a oponer a las leyes estatales que prohíben que las agencias migratorias colaboren con las agencias locales de orden público, por lo que ustedes pueden leer al respecto en nuestra página de Facebook. Pueden encontrarnos en http://www.facebook.com/Alianza760. Durante las últimas semanas, hemos venido publicando comentarios sobre los puestos de control y revisión de la Patrulla Fronteriza que nuevamente han comenzado a funcionar. También pueden leer algunos de los comentarios y preocupaciones de la gente. Creo que voy a terminar mi presentación afirmando que hay una clara preocupación en nuestra comunidad y hemos observado un crecimiento en nuestra red en términos de los seguidores que tenemos en las redes sociales. Recientemente, la ciudad de Escondido tuvo que decidir y votar si aceptaba o no financiamiento para que continuaran funcionando los puestos de control y revisión. El gestor municipal aseveró que no había ninguna oposición, ni tampoco preocupaciones al respecto, pero esta es solo otra manifestación que representa qué tan alejados de la realidad se encuentran los líderes locales con respecto a nuestras comunidades. Esto es algo que definitivamente representa una preocupación y hemos aprendido a organizarnos lo mejor posible para enfrentar la situación. Finalmente, deseo agregar que creo que es importante reconocer que los puestos de control violan nuestros derechos humanos. El artículo 13 de la Declaración de Derechos Humanos establecer que todas las personas tienen derecho a la libertad de movimiento y residencia dentro de las fronteras de cada Estado. Creo que es importante reconocer y denunciar las violaciones de nuestros derechos humanos en estos puestos de control y revisión, para que continuemos luchando para poner fin a estas actividades. Muchas gracias.

Pedro Ríos: Muchas gracias, Ricardo. Has compartido una gran cantidad de información importante, no solo en términos de la forma en que el aparato estatal genera efectos en la libertad de movimiento en un condado que se encuentra en la frontera, sino también sobre la manera en que las comunidades han logrado resistir y cómo la Alianza Comunitaria es una prueba de esa resistencia. Muchas gracias por haber compartido esta información. Creo que hay una pregunta en la ventana de charlas sobre la ampliación de los medios sociales, para que la leas. Nuestra próxima expositora es Estefanía Castañeda Perez y voy a leerles un párrafo biográfico para presentarla. Estefanía es candidata al título de doctorado del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), y su formación académica es de naturaleza interdisciplinaria. Sus investigaciones se centran primordialmente en la conceptualización y las consecuencias de la violencia y las políticas en la frontera. Su tesis doctoral examina los efectos perjudiciales de la violencia estatal en la frontera entre México y los Estados Unidos para las vidas de las personas que viajan con regularidad entre estos puntos fronterizos. Estefanía cuenta con una maestría en ciencias políticas, también de la UCLA, y un título de bachiller en ciencias políticas con honores y una especialización secundaria en estudios interdisciplinarios, que obtuvo en la Universidad Estatal de San Diego. Como estudiante transfronteriza que creció en Tijuana, ella divide su tiempo entre Tijuana y Los Ángeles, en busca de una educación sin fronteras. Actualmente, ella se desempeña como editora en jefe de Chicanx/Latinx Lab Review de la Facultad de Derecho de la UCLA y participa en varias iniciativas educativas, tal como la denominada justicia para viajeros transfronterizos, la cual busca apoyar a los jóvenes que buscan asilo en los puntos fronterizos de México y los Estados Unidos. Puedo decirles que Estefanía ha realizado amplias investigaciones en los puertos de ingreso tanto aquí en San Diego y Tijuana, como en El Paso y Juárez, por lo que la información que Estefanía puede aportar mediante sus estudios es muy interesante. Muchas gracias, Estefanía. Te cedo la palabra.

Estefanía Castañeda Perez: Muchas gracias, Pedro. Voy a compartir mi pantalla para poderles mostrar mi presentación en PowerPoint. Por favor denme solo un segundo. Ya está. Gracias de nuevo Pedro y también al El Tribuno del Pueblo por haber organizado esta actividad. Realmente es un privilegio poder realizar mi presentación en este espacio. Mi nombre es Estefanía y soy una estudiante transfronteriza de Tijuana y candidata a un título de doctorado en el Departamento de Ciencias Políticas de la UCLA. También soy encargada de la iniciativa de justicia para viajeros transfronterizos. Por lo general, las personas que viajan entre las fronteras residen en uno de ambos lados, pero cruzan los puntos limítrofes con regularidad para dirigirse al país adyacente. Mi tesis doctoral estudia a las personas que cruzan la frontera de México hacia los Estados Unidos por varias razones, tales como por motivos de trabajo, educación, comercio y visitas familiares, entre otras razones. Como parte de esta tesis doctoral, examino los efectos de la violencia estatal, legal y de género en la frontera y en diferentes contextos y espacios, tanto en México como en los Estados Unidos para las vidas de las personas que realizan con regularidad estos viajes transfronterizos, desde Tijuana, Nogales y Juárez. He venido llevando a cabo investigaciones sobre estas personas desde 2013 y en ese tiempo me centraba más en la forma en que la militarización fronteriza después de los ataques del 11 de setiembre repercutía en las experiencias de las personas al cruzar las fronteras. Específicamente, el 11 de setiembre fue un aspecto clave para un movimiento político dirigido a ampliar los poderes del Estado y sus agencias de orden público, en detrimento de los derechos y las libertades civiles, especialmente en las áreas que por lo general se consideran zonas legales “grises” (poco claras o ambiguas). Antes del 11 de setiembre, las personas esperaban unos 15 minutos, o 30 a lo sumo, para cruzar la frontera. Después de los ataques del 11 de setiembre, el tráfico en las fronteras duraba más de cuatro horas y desde entonces, el tráfico transfronterizo ha dado origen a que muchas personas viajen con mucha regularidad entre ambas fronteras, especialmente obreros y estudiantes que tienen que vivir pendientes del reloj. El tiempo es una obsesión hasta el punto en que muchas de estas personas padecen de insomnio la noche anterior al día en que tienen que cruzar la frontera. El siguiente es el testimonio de Andrea, que es el seudónimo que asignamos a una joven que entrevisté para las investigaciones de mi tesis doctoral. Ella explicó que los lunes se despierta a la medianoche. Se va a dormir a eso de las 9 o 10 de la noche, pero se despierta a la medianoche porque los lunes son los peores días para cruzar la frontera. Después de cruzar con su mamá, ella se duerme en el automóvil en un estacionamiento cerca de un centro comercial. A las 6 de la mañana, se despierta, se maquilla y se alista para que su mamá la deje en la puerta de la escuela secundaria a las 7 de la mañana. Siempre es la primera en llegar y la última en irse de la escuela. Estas palabras de Andrea reflejan otros testimonios de jóvenes transfronterizos similares que han resultado afectados por la situación y la gran mayoría son ciudadanos estadounidenses que manifiestan que la razón principal para realizar este tipo de movilidad es tener acceso a diversas oportunidades que sus padres nunca tuvieron, tales como aprender inglés o asistir a la escuela en los Estados Unidos, y lo que los impulsa a seguir es el deseo y el anhelo de que algún día puedan lograr estabilidad. Para muchas de las personas que cruzan la frontera, uno de las experiencias más traumáticas y estresantes de la vida es esperar en fila para cruzar y a veces les parece que duran toda la vida. Muchas de estas personas informan que han sentido ansiedad, estrés, náuseas, dolor de cabeza y muchos otros efectos en su salud. Estas consecuencias en la salud mental son más graves cuando surgen cambios drásticos en la frontera, especialmente como resultado de un mayor control al estilo militar. En 2018, en varias ocasiones, las autoridades de la CBP cerraron las fronteras por un corto período de tiempo, a veces sin ningún anuncio previo. Los agentes aparecieron con equipo contra motines, colocaron alambre de púas y barricadas en los puertos de ingreso y básicamente hicieron que toda el área pareciera una zona de guerra. En realidad, ya era una zona de guerra, pero estas actividades empeoraron la situación. Y en gran medida, esta fue una respuesta como parte de los preparativos antes de la llegada de la caravana de inmigrantes, pero este espectáculo de violencia representó una verdad incómoda detrás de la crisis generada por los Estados Unidos, debido en gran medida a las políticas y las prácticas ilegales para establecer una restricción artificial a un número de personas que buscan asilo y que se les permite cruzar la frontera para iniciar este proceso. Estos operativos, que se llevan a cabo de forma abierta y que el público puede presenciar, también han evocado reacciones emocionales y psicológicas en las personas que viajan con regularidad entre los puntos fronterizos, especialmente porque muchas de estas personas sienten paranoia y ansiedad debido a la posible escalada de violencia contra sus propias comunidades.

Desde marzo, Estados Unidos ha restringido sus fronteras solo para realizar viajes esenciales, permitiendo que solo los ciudadanos y los residentes permanentes legales de este país crucen la frontera en los meses que ha durado la pandemia. Durante esta emergencia, la CBP ha definido de forma arbitraria y ambigua a quiénes se considera como viajeros esenciales para así discriminar a los portadores de visas que también dependen de poder cruzar las fronteras para sus medios de vida. Todos los meses, hay nuevos anuncios sobre el cierre de las fronteras. En mi investigación, he identificado a muchas familias que experimentan angustia psicológica todos los meses que imponen una restricción y muchas personas no han podido ver a sus familiares desde el mes de marzo. Muchos otros están en el limbo en cuanto a su movilidad. En mayo, la CBP cerró el puerto de ingreso de Otay durante varias horas por la noche, aproximadamente desde las 11 p.m. hasta las 6 a.m., obligando a muchos a dormir en sus automóviles mientras esperaban poder cruzar la frontera. El 21 de agosto, la CBP redujo el número de personal en ciertos puertos de ingreso, cerró varios carriles y de forma intencional redujo la velocidad del tráfico en los puertos de ingreso para desalentar a las personas a que cruzaran. Estas medidas se aplicaron durante el fin de semana del 21 de agosto y ocasionaron un caos sin precedentes en la frontera y en las ciudades fronterizas mexicanas. Muchas familias que estaban regresando a sus hogares o que se dirigían a trabajar en los Estados Unidos se vieron obligadas a esperar durante aproximadamente 11 horas en un día en que la temperatura alcanzó los 90 grados. El tráfico en la frontera era tan extremo que el 23 de agosto una mujer de 87 años de edad falleció mientras esperaba en el automóvil con su familia para cruzar el punto fronterizo en San Ysidro. Esas esperas tan prolongadas fueron parte de un acto de crueldad, cuyo propósito fue ocasionar tanto sufrimiento como fuera posible y trastornar las vidas de muchos que durante generaciones han dependido del cruce de fronteras. Pedro Ríos describió este hecho que sucedió durante el fin de semana como un castigo colectivo, un crimen de guerra bajo las convenciones de Ginebra, dirigido a castigar a más de 90.000 personas que cruzan la frontera cualquier día a través del puerto de ingreso de San Ysidro. Si bien el COVID es una catástrofe mundial que afecta a las comunidades más vulnerables, el gobierno de los Estados Unidos ha utilizado la pandemia como una excusa y como herramienta política para aprobar políticas migratorias draconianas adicionales, a fin de lograr que la obsesión de la administración de Trump de cerrar la frontera se convierta en realidad. Los hechos que he descrito no son la excepción, sino más bien la regla. Esta es la vida cotidiana de las personas en la frontera con cada gobierno nuevo.

Siembre surgen nuevos cambios en la frontera, con los cuales se reduce el grado de rendición de cuentas de las agentes de la CBP por perpetrar violaciones masivas de derechos humanos. Así, aumenta la impunidad de las acciones que lleva a cabo esta agencia. En los puertos de ingreso, los funcionarios de la CBP ejercen el uso de la fuerza a su entera discreción, por lo que pueden cometer actos de humillación e intimidación verbal y física. El fin de toda la infraestructura de la frontera —por ejemplo, las barricadas, los alambres de púa tipo concertina, o la presencia de oficiales de seguridad armados y con perros— es infundir temor y paranoia como parte natural de la vida transfronteriza, al igual que criminalizar toda forma de movilidad entre las fronteras. Y a través de sus interacciones y operaciones diarias, la CBP no solo representa a los guardianes del Estado nación, sino que también imponen divisiones raciales, de clase y de género. A través de mi propio conocimiento vivencial y mediante los testimonios que he recopilado con mis entrevistas, he identificado la naturaleza tanto sistémica como sistemática de la caracterización racial, la xenofobia, el racismo, las agresiones y los abusos sexuales, así como otros tipos de violencia de género perpetuados por agentes de la CBP. Muchas de las personas que he entrevistado describen sus interacciones con la CBP como si fueran parte de un interrogatorio con un fiscal. Algunas de estas personas se ponen tan nerviosas que hasta se les olvida su información personal, tal como la fecha de su cumpleaños. Pero sería un error asegurar que la CBP solo está haciendo su trabajo, especialmente cuando el propósito de los interrogatorios y de las detenciones es que sean acciones excesivas y por lo general no tienen ninguna relación con el hecho de determinar la legitimidad del cruce de la frontera, sino que más bien tratan de intimidar y humillar a las personas que realizan viajes transfronterizos con regularidad. Muchos de ellos, incluidos aquellos que son ciudadanos estadounidenses, no conocen cuáles son sus derechos en la frontera o no saben cuáles son las agencias ante las cuales pueden presentar una denuncia. En la mayoría de los casos, las personas no presentan quejas porque temen que habrá repercusiones aún si las envían de forma anónima. En una encuesta que realicé en El Paso, tal como pueden ver los resultados aquí, identifiqué algunas de las violaciones de derechos humanos más comunes que han sucedido y de 231 personas que identificaron algún tipo de abuso a sus derechos, solo 9 presentaron una queja. Algunas repercusiones que he identificado a través de mi propio trabajo incluyen las siguientes: enviar continuamente a las personas a una segunda inspección, ser víctimas de varios tipos de acoso por parte de los agentes de la CBP y recibir amenazas de que se les revocarán sus visas o las de sus familiares. Lo que genera este entorno es la relación que se establece entre el Estado y las personas que realizan viajes transfronterizos con regularidad, especialmente en este contexto, la cual es una de completa subordinación. Después de los ataques que sucedieron aquel 11 de setiembre, los cambios a las políticas y en las fronteras que han impulsado los encargados de formular políticas, sin importar cual sea su afiliación o color político, tienen como propósito, en primer lugar, maltratar y atemorizar a los inmigrantes y las comunidades transfronterizas en los Estados Unidos y el resto del mundo mediante medidas de vigilancia, tecnología biométrica y la presencia interminable del ejército.

La situación en la frontera no ocurre exclusivamente en los puertos de ingreso, sino que es un reflejo del aumento y la ampliación de los controles estatales en las vidas de las comunidades marginadas y discriminadas racialmente, y las acciones de la CBP se han logrado reforzar con la cooperación voluntaria de las agencias migratorias mexicanas. Esta normalización de la violencia estatal y la presencia de puntos limítrofes contribuyen a la supresión de la lucha indígena y de las comunidades, especialmente con respecto al hecho de que en los territorios ocupados y las tierras robadas y usurpadas no existen fronteras. El propósito de la frontera nunca fue ser simplemente una estructura física, como un muro fronterizo, sino que su fin también fue ampliarse y permearse en la sociedad a través de puntos internos de control y revisión, al igual que tener una presencia exterior mediante acuerdos con terceros países e iniciativas de colaboración gubernamental, todo esto materializado a través de instituciones individuales dedicadas a una constante vigilancia policial y la interrogación de las comunidades marginadas. Según la tradición de la expansión imperialista, las fronteras y el estado carcelario son un elemento perpetuo. Deseo finalizar con la reflexión siguiente, a manera de conclusión: ¿Qué hay que hacer? Esta es una pregunta muy complicada, pero al igual que lo señaló Alma, el hecho de pensar en reformas es como tapar con un pequeño parche grandes problemas que son inherentemente sistémicos. Así que, en primer lugar, hay muchas personas en los Estados Unidos y en todo el mundo que participan en el debate sobre la abolición o, por el contrario, la defensa de los cuerpos policiales. Cuando escucho estos debates sobre la abolición del estado carcelario, pienso que guarda una relación muy estrecha con lo que ocurre en la frontera. Se trata de organizarnos y de buscar una forma de lograr que se escuchen nuestras demandas. Los miembros de las comunidades han venido intentando desfinanciar la CBP y abolir otras agencias similares, tales como el ICE y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). Además, y esto lo he descubierto a través de mi propio trabajo y mientras he participado en algunas iniciativas, es muy importante que se sepa que conocen sus derechos cuando están en los puntos de inspección en los puertos de ingreso. Por ejemplo, pueden llevar consigo la Declaración de Derechos Humanos y cualquier documento sobre libertades civiles en español y en inglés que sean pertinentes en los tribunales y también debemos obtener los nombres de los supervisores de turno, al igual que los números de las agencias gubernamentales y las organizaciones no gubernamentales donde las personas pueden presentar sus quejas sobre la violación de sus derechos. También tenemos que trabajar con las organizaciones comunitarias y de base que han venido realizando estas labores por generaciones y durante muchos años, y escuchar a las personas que se encuentran allí. Si tienen una plataforma, asegúrense de que ofrecen un espacio a quienes han venido realizando estas labores durante muchos años. Finalmente, debemos mostrar nuestra solidaridad transfronteriza y transnacional porque lo que está sucediendo en la frontera no solo sucede en los puntos limítrofes entre México y los Estados Unidos. También hay otras regiones transfronterizas en el mundo y especialmente otros territorios ocupados. Por ejemplo, podemos citar los casos de Israel y Palestina, Haití y la República Dominicana, Guatemala y México, solo para mencionar algunos ejemplos con experiencias y luchas similares por su autodeterminación y contra la violencia estatal y fronteriza. Es importante reflexionar en lo que está sucediendo en la frontera como parte de esta lucha global contra la violencia estatal. Con esto termino. Muchas gracias por haberme brindado este espacio.

Vanessa Cecena: Pedro, creo que tu micrófono está en silencio.

Pedro Ríos: Estaba agradeciendo a Estefanía por su presentación tan esclarecedora, sobre la forma en que estos elementos están interrelacionados. Entonces comienzas a observar patrones en tu presentación, en la de Ricardo y en la de Alma en términos de cómo el Estado responde con violencia para abordar asuntos que de alguna u otra forma se relacionan con el control. De verdad que agradezco mucho tu perspectiva, Estefanía. Nuestra próxima expositora es Vanessa Ceceña, quien es colega mía pues trabaja conmigo en el programa fronterizo en San Diego. A continuación, leeré su introducción biográfica: Vanesa se desempeña como asociada de derechos humanos en AFSC para el Programa Fronterizo entre México y los Estados Unidos. Ella centra sus labores en la documentación de violaciones de derechos humanos y civiles en la región fronteriza. Vanessa obtuvo su título de bachillera en la Universidad de California en Los Ángeles y una maestría en trabajo social en la Universidad del Sur de California.  Ella se ha centrado en temas migratorios que repercuten en las poblaciones vulnerables de las zonas fronterizas. En su puesto anterior como directora de servicios para inmigrantes y beneficencias católicas, ella amplió el acceso a los servicios legales para las familias, al igual que apoyo en los procesos de deportación. Ella también ha trabajado como experta clínica con menores no acompañados, al igual que con adultos que experimentan problemas mentales mientras están en los centros de detención migratoria. Ella creció en San Diego, en la frontera entre México y los Estados Unidos. Vanessa, muchas gracias por tu participación y por compartir tu presentación el día de hoy.

Vanessa Ceceña:  Muchas gracias. Tengo una presentación, por lo que voy a compartir mi pantalla. Gracias de nuevo por la invitación. Siempre es muy útil para mí poder participar en estos espacios y continuar aprendiendo de colegas y de personas que he conocido y con las que he trabajado durante muchos años. También agradezco a quienes realizaron las presentaciones anteriores. Tal como lo mencionó Pedro, soy asociada de derechos humanos para el Programa Fronterizo entre México y los Estados Unidos del Comité de Servicios de Amigos Americanos (AFSC). Para aquellas personas que quizás no estén muy familiarizadas con AFSC, somos una organización sin fines de lucro y hemos venido promoviendo la paz y la justicia durante un poco más de 100 años. Nuestro Programa Fronterizo entre México y los Estados Unidos se ha centrado en documentar violaciones de derechos humanos y civiles en las zonas fronterizas en San Diego desde la década de los 70 y nuestro programa en San Diego se centra específicamente en el impacto de las políticas en las labores de promoción y defensa a nivel local y estatal, así como en el establecimiento de alianzas y la documentación de casos, que es en lo que centro mi trabajo. Y cuando hablamos de documentación, también nos referimos a la documentación de situaciones o casos como los que mencionaron Ricardo y Estefanía. Junto con ellos, hemos venido documentando todos los cambios que han ocurrido en nuestra región fronteriza durante los últimos años bajo la presente administración. Pero el día de hoy, me voy a centrar específicamente en plantear, tal vez de una forma más profunda, o en reformular la forma en que vemos las detenciones que realiza el ICE y más específicamente cómo esto es una extensión del control fronterizo y cómo en muchas ocasiones, cuando pensamos en el control fronterizo y no vivimos esta realidad día con día, nos olvidamos de también mencionar e incluir las acciones del ICE, porque estas tienden a ser un poco diferentes. Por eso aquí en la pantalla deseo mostrar visualmente por qué el hecho de rastrear las actividades de control y vigilancia del ICE puede ser un poco confuso, especialmente en San Diego porque allí hay tantas agencias que trabajan conjuntamente para realizar actividades de control fronterizo. Así que las actividades de control y vigilancia están interrelacionadas y hay un altísimo grado de colaboración interinstitucional entre el ICE, que es el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, la CBP, que incluye a patrulleros fronterizos, y otras agencias federales de orden público que quizás podrían no serles tan familiares. En la fotografía de la derecha, pueden observar que las placas de credenciales dicen “Police DHS”, por lo que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) también tiene su propia versión de agentes policiales y son los que muchas veces observamos que trabajan junto con la CBP en los puertos de ingreso. Estos agentes son los que están en la fotografía de la izquierda y muchas veces es muy difícil y confuso intentar diferenciar quién está haciendo qué cosa. Obviamente, el ICE también está incluido en este contexto y también trabajan en estrecha colaboración con la CBP.  El ICE tiene presencia en los puertos de ingreso y también forma parte del procesamiento inicial de los inmigrantes.

Deseo desglosar esto un poco más en términos de la actuación del ICE en el procesamiento inicial cuando los inmigrantes llegan a los puertos de ingreso. Así que, mediante el uso de un ejemplo muy básico, en la parte de la izquierda vemos esta fotografía que Pedro Ríos pudo captar. Vemos una familia que recientemente había cruzado la frontera y la Patrulla Fronteriza la detuvo. Elaboré un diagrama de flujo muy básico, el cual incluye la detención por parte de la Patrulla Fronteriza entre los puertos de ingreso. En algún momento, una vez que la Patrulla Fronteriza termina el procesamiento, que incluye tomar fotografías, formular preguntas, tomar huellas digitales, etc., pueden determinar que no van a deportar a esa familia en ese momento y transferirán su custodia al ICE. Es en ese momento en que el ICE empieza a desempeñar una función importante en cuanto a lo que sucede después con ese caso. Así que, una vez que obtiene la custodia, el ICE formula preguntas adicionales y se encarga de los aspectos biométricos (lo que sea que esto signifique para ellos), para posteriormente determinar si van a liberar a la familia o a las personas detenidas en las comunidades aquí en los Estados Unidos para que se puedan reunir con otros familiares o con quien sea, o si los deportan a sus países de origen, o también pueden decidir que no pueden hacer ninguna de estas dos cosas y detienen a las personas en los centros del ICE (centros de detención, como sus agentes los llaman). Eso es en resumidas cuentas lo que sucede. Los pasos intermedios de todo el proceso pueden ser muy diferentes, según cada situación migratoria. Algunas personas terminan este proceso en unos cuantos días, mientras que en otros casos dura varias semanas.

Durante el tiempo que están detenidos, están en “hieleras”, que es como a menudo les llaman a estos lugares y allí pueden suceder cosas realmente aterradoras. Nuevamente, debido a que estoy centrando mi presentación en el ICE, deseo profundizar un poco más en lo que sucede cuando las personas están bajo su custodia, por lo que hay muchas cosas que se pueden analizar, pero también deseo destacar y enaltecer las voces de los inmigrantes, por lo que esta semana AFSC junto con Pueblos sin Fronteras y Resistencia a las Detenciones publicaron un informe titulado “Compounding Suffering During a Pandemic: A Case Study and ICE’s Detention Failures” (Sufrimiento agravado durante una pandemia: Un estudio de caso y las fallas en las detenciones del ICE). Pasamos varios meses hablando con inmigrantes, escuchando las grabaciones de audio de encuentros anteriores y leyendo cartas que la gente había enviado, y revisamos todos esos testimonios para realmente intentar describir el panorama más claro posible sobre qué tan atroces son los abusos cometidos durante las detenciones. Y cuando estamos hablando de las detenciones del ICE, no solo nos estamos refiriendo al centro de detención en San Diego. Estoy usándolo como “estudio de caso”, pero en realidad, en el año fiscal 2019, según las propias estadísticas del ICE, en promedio, la cifra total de inmigrantes detenidos por mes fue de 48.850 personas en 200 centros de detención. Esto se puede desglosar de forma tal que la estadía promedio en uno de estos centros es de 36,2 días, pero en San Diego observamos que la estadía promedio en realidad fue de 87 días. Extraje algunos de los testimonios del informe y deseo compartirlos con ustedes, ya que reflejan lo que es un centro de detención y esto es lo que el ICE está haciendo en nuestras comunidades. Creo que si realmente les pedimos a las personas afectadas que compartan con nosotros qué piensan sobre los cambios en las políticas, sobre las tácticas de control y otras cosas similares, podremos observar las políticas federales o las elecciones, o bien, cualquier otro tema afín desde una perspectiva diferente. Deseo destacar un testimonio específico de una mujer que se refirió a “qué tanta degradación se siente como ser humano estar encerrada en una prisión. Me parte el corazón tener que estar pasando por esta situación, especialmente porque estoy lejos de casa y separada de mi familia”. Ella finaliza diciendo lo siguiente: “No hallo la hora de que termine esta pesadilla y no sé si mi vida volverá a ser la misma”.

Todas estas situaciones suceden cuando hay detenciones por parte de la Patrulla Fronteriza, del ICE o de otras agencias. Este es el tipo de impacto que genera cada uno de esos encuentros y hemos hablado con personas que cruzan la frontera con frecuencia, y cuando les preguntamos cómo las ha hecho sentir la situación, responden que experimentan una serie de sentimientos en cuanto a la forma en que los funcionarios de aduanas los tratan, así que si reflexionamos en las estadísticas que nos mostró Estefanía, estoy segura que durante su proceso de investigación ella también obtuvo estos tipos de testimonios sobre los encargados de los procesamientos en las fronteras. El siguiente es otro testimonio. Un inmigrante afirmó lo siguiente: “No obtenemos la atención de salud que necesitamos. No tenemos máscaras. Nos piden que paguemos nuestras propias máscaras” y en este caso específico, los oficiales los estaban amenazando con acusarlos de destruir propiedad federal. A lo que se estaban refiriendo como propiedad oficial eran los uniformes que llevaban puestos. Y es que al principio de la pandemia del COVID, no se les estaba dando máscaras a los inmigrantes y, por lo tanto, tenían que hacerlas ellos mismos con lo que tuvieran. Esto se encuentra incluido en sus testimonios. Alguien más dijo que las enfermeras los humillaban constantemente en los centros de detención por ser indocumentados, y estas son enfermeras que CoreCivic contrata específicamente. Parte de nuestras labores también se centra en documentar las redadas que se llevan a cabo en los lugares de trabajo y todo lo demás que hace el ICE, además de las detenciones. Quise presentarles la situación que se vive mediante un ejemplo sobre la forma en que el ICE realiza sus actividades, específicamente Investigaciones de Seguridad Interna (HSI, por sus siglas en inglés), que incluye al ICE, y cómo sus tácticas de control son muy similares a las del ejército de los Estados Unidos y otras que son de estilo militar. Debo mencionar que hubo una redada que llevó a cabo el ICE en un lugar de trabajo, en la cual se dirigieron al Mercado Zion, que se encuentra en el área de Convoy en San Diego, una zona predominantemente asiática y esta redada se realizó en el mercado coreano. Durante la misma, que se llevó a cabo en horas de la mañana, cuando el mercado estaba abierto, detuvieron a un total de 26 trabajadores y antes de que agentes del ICE llegaran al mercado, ya habían arrestado a otros 3 trabajadores, los cuales fueron arrestados en sus propios hogares debido a que desde hace mucho tiempo trabajaban en ese mercado, pero ese día no se habían presentado a trabajar. Los agentes de ICE/HSI fueron a buscarlos ese día a sus viviendas y los detuvieron a las 6 de la mañana. Cuando entrevistamos a los trabajadores, nos dimos cuenta que el ICE solo había interrogado a aquellos trabajadores que tenían alguna relación con el mercado. Si visitan el mercado, verán que hay una zona de restaurantes y otros negocios, pero el ICE ingresó allí, tal como lo pueden ver en las fotografías que estoy presentando en la pantalla. Esto fue en la entrada principal del mercado y obstaculizaron las entradas y ese día solo se centraron en la parte del Mercado Zion, no en ningún otro negocio.

Este es un indicio muy claro que este operativo fue “focalizado” y cuando llevaron a cabo la redada algunos de los oficiales sacaron sus armas, ya fuera mientras llegaban al lugar o cuando estaban deteniendo a los trabajadores dentro del mercado. Los agentes tiraron al suelo a algunos de estos trabajadores, incluidas algunas mujeres. También escuchamos que, una vez que los agentes del ICE agruparon a todos los detenidos, los esposaron con sujetadores de plástico y buscaron en sus bolsillos sus billeteras para encontrar lo que denominan información de identificación, para corroborar su matrícula o cualquier otra información que tuvieran de ellos. Aquí hay algunas fotografías que deseo mostrarles sobre la forma en que se llevan a cabo las redadas en los lugares de trabajo. Podemos observar que muchos de los chalecos que llevan son a prueba de balas y dicen “Police HSI”. Si esta era un operativo que llevó a cabo ICE ERO (que es la sigla en inglés que significa Operaciones de Control y Deportación), sus chalecos debieron decir “Police ICE”, todo lo cual es muy confuso para los miembros de nuestras comunidades. Aquí hay otra fotografía sobre la forma en que los agentes del ICE estaban obstruyendo diferentes entradas y corredores en ese mercado. Aquí les estoy mostrando otra. Los agentes ingresaron desde todos los puntos, incluido el muelle de carga. Personalmente, lo que fue más impactante de esta redada fue la forma en que arrestaron a los trabajadores que estaban en sus hogares. En especial, uno de ellos fue arrestado cuando iba camino a la escuela a dejar a su hija. Varios agentes, vestidos de civil, se acercaron al automóvil con sus armas desenfundadas. Nuestra oficina pudo hablar con los miembros de esta familia y nos informaron que fue una experiencia extremadamente traumática para todos ellos, especialmente para la adolescente que en ese momento estaba en el automóvil con su padre. Cuando los agentes del ICE se acercaron al automóvil, ella pensó que los estaban secuestrando. De alguna u otra forma, en este tipo de interacción, queda demostrado que los agentes del ICE nunca se identifican a sí mismos cuando están realizando operativos de control en las comunidades. Por eso, en este caso, debido a que no se identificaron debidamente y andaban vestidos de civil; es decir, sin uniformes, la muchacha pensó que los estaban secuestrando. Posteriormente, nos dimos cuenta que esta muchacha estaba completamente traumatizada y tuvo que buscar servicios adicionales de terapia. Es un hecho muy desafortunado observar que su testimonio y los de todos los trabajadores que resultaron afectados por la redada que se llevó a cabo en el Mercado Zion, así como los de las personas que se encuentran en los centros de detención del ICE, son consistentes y guardan muchas similitudes. Muchas de las cosas que ocurrieron en esta situación específica no son nuevas y ya hemos escuchado otros casos similares, pero es un poco diferente porque el entorno o el lugar donde ocurrieron los hechos es un poco distinto. AFSC está realizando los preparativos necesarios para publicar un informe más amplio sobre estas acciones del ICE y esperamos hacer esto en las próximas semanas. En este informe, incluiremos testimonios más individualizados de los trabajadores que fueron arrestados durante la redada que se llevó a cabo en el Mercado Zion, pero también los testimonios de otros miembros de nuestras comunidades que los agentes han detenido de alguna de las diferentes formas que Ricardo y Estefanía compartieron con nosotros. Deseo finalizar con una cita textual que quería compartir antes y no lo hice. En mi opinión, esta cita sobresale y es de alguien a quien detuvieron. La leeré porque el tamaño de letra es bastante pequeño, pero dice: “Aquí en este centro no les importa nada, no les importa la gente. No nos ven como seres humanos. Creo que nos ven como un medio para que este centro obtenga dinero con nosotros, los que estamos detenidos, ya que es un centro en manos privadas. ¿Qué tiene que suceder? ¿Cuánta gente tiene que morir después de él?” Con esto, él se estaba refiriendo al señor Carlos, que desafortunadamente falleció en el Centro de Detención de Otay Mesa. Él prosiguió diciendo: “¿Cuándo empezarán a hacer algo para corregir la situación que se vive aquí? ¿Cuántas personas más tienen que enfermarse? ¿Cuántas personas más tienen que perder la vida antes de que hagan algo para corregir sus propios errores?” Este es un mensaje muy poderoso y realmente demuestra que todo lo que hemos dicho y lo que los defensores han venido diciendo durante muchos, muchísimos años es que se deben rendir cuentas. Ha habido una gran falta de rendición de cuentas. Ha habido una gran cantidad de personas que desafortunadamente han fallecido en manos del ICE, de agentes de la Patrulla Fronteriza y de oficiales de aduanas. Todas estas son formas de control y creo que esto sucede especialmente en nuestra región fronteriza. Es una guerra psicológica.  El propósito es asegurarse de que la gente resulte afectada de forma tal que experimentarán muchos cambios profundos en el futuro. Voy a finalizar aquí. Gracias a todos nuevamente por el espacio que me dieron y espero que podamos continuar la conversación durante el período de preguntas y respuestas.

Pedro Ríos: Muchas gracias Vanessa por compartir con nosotros testimonios de los inmigrantes, especialmente de aquellos que han tenido la oportunidad de relatar sus historias a través de ese informe. He incluido en la ventana de charlas (“chat”) el vínculo electrónico para que puedan tener acceso al documento. Nuestra próxima expositora es Vicki Gaubeca. Actualmente, ella es la directora de la Coalición de Comunidades Fronterizas del Sur, un programa de una alianza que se ha establecido y que reúne organizaciones desde San Diego hasta Brownsville para velar por que las políticas y las prácticas de control fronterizo sean justas, respeten la dignidad y los derechos humanos, y se evite la pérdida de vidas en la región. Antes de asumir ese puesto, Vicki fue directora del Centro Regional de Derechos Fronterizos de la ACLU con sede en Las Cruces, Nuevo México, donde ayudó a elaborar e implementar su misión para abordar violaciones de derechos humanos y civiles a raíz de políticas migratorias específicas en la frontera. Vicki nació en la Ciudad de México y ha vivido en varias comunidades fronterizas, tales como Las Cruces, Nogales y Tucson. Vicki, muchas gracias por estar aquí el día de hoy. Ella compartirá con nosotros algunos aspectos relacionados con todas las cosas terribles que hemos escuchado y que debemos pedir que se rindan cuentas, pues ella compartirá información sobre el asunto de dónde es que provienen los fondos para estas acciones.

Vicki Gaubeca: Muchas gracias, Pedro. Actualmente vivo en Tucson, Arizona y agradezco la invitación para hablar en este espacio. También deseo dar las gracias al Tribuno del Pueblo por la invitación. Ahora vamos a cambiar un poco el tema. Básicamente, una de las cosas que me gustaría compartir con el grupo es dónde es que empieza todo esto. Hemos hablado bastante sobre la violencia auspiciada por el Estado y la militarización de la frontera, y agradezco a mis colegas por haberse referido a la historia de esta militarización y cómo el ICE y la CBP han desempeñado una función principal en todo esto, pero todas las actividades deben recibir financiamiento de alguna u otra forma. Estos agentes no son voluntarios. Los funcionarios de la Patrulla Fronteriza y del ICE no hacen su trabajo de forma voluntaria, sino que se les paga para que lo hagan. Y se les paga gracias a los impuestos de ustedes. Pedro ya habló un poco sobre esto, sobre la Coalición de Comunidades Fronterizas del Sur (SBCC, por sus siglas en inglés), la cual se formó en 2011, y quiénes somos y cómo estamos formados por diversos grupos que van desde San Diego hasta Brownsville, al igual que cuál es nuestra misión principal. También deseo decir que recientemente establecimos una nueva visión en torno a la frontera, la cual promueve un nuevo modelo de gobernanza fronteriza con base en diversas conversaciones sobre derechos humanos a nivel internacional sobre la forma en que definimos mejor lo que sucede en la frontera. Con este modelo, nos cercioraremos de ampliar la seguridad comunitaria para todos. Lo que se busca es proteger los derechos humanos y la vida de las personas y se crearía un sistema de bienvenida para los residentes de las fronteras y las personas recién llegadas. Así que, en definitiva, nuestro objetivo es el siguiente: cómo reformulamos esto para eliminar la violencia y las políticas con motivaciones raciales, y cómo logramos que los agentes de la Patrulla Fronteriza y de cualquier otra agencia de orden público rindan cuentas. Empecemos con aspectos básicos sobre cómo se establece un presupuesto federal. Este es básicamente un vistazo general rápido y dónde hay oportunidades para que nosotros incidamos en cierto tipo de cambios a las políticas en torno a estos presupuestos federales.

Lo primero que sucede es que las agencias, como el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Servicios Humanos y de Salud o el Departamento de Justicia desarrollan sus propias propuestas para sus presupuestos y las envían a la Casa Blanca. Por lo general, lo que sucede es que el presidente estudia el presupuesto e incluye sus propias incorporaciones o ediciones y con posterioridad lo envía usualmente el primer lunes del mes de febrero. La razón por la que digo “usualmente” es porque durante un año de elecciones esto sucede un poco más tarde; por ejemplo, a finales de febrero. Cuando se juramenta a nueva administración, el proceso para enviar el presupuesto al Congreso demora un poco más. Después, cada cámara del Congreso debe dar seguimiento mediante lo que se denomina una asignación 302(a), que básicamente son los límites que permitirán para el proceso de establecimiento de presupuestos. Esto se envía al Comité de Asignaciones de Fondos, el cual también establece sus propios límites presupuestarios mediante lo que se denomina asignaciones 302(b). Tal como lo pueden ver aquí en la parte de la derecha, hay 12 subcomités que constituyen el proceso de asignaciones de ambas partes, por lo que, por ejemplo, hay un Subcomité de Defensa en la Cámara de Representantes y otro Subcomité de Defensa en el Senado, y comienzan a considerar las cifras para establecer su propia versión de lo que debería ser el presupuesto. Lo primero que sucede con un proyecto de ley una vez que se introduce en un subcomité es que los senadores o los miembros de la Cámara de Representantes que lo integran lo debaten e intentan reformularlo o enmendarlo. Las enmiendas pueden aprobarse dependiendo de lo que decida quien preside ese subcomité. El proyecto de ley aprobado se envía a todo el Comité de Asignaciones de Fondos para otro proceso similar de debates, reformulación y enmiendas, si quien lo preside así lo permite. Una vez que el Comité de Asignaciones de Fondos lo aprueba, el proyecto de ley se introduce en cada una de las cámaras y esto sucede en plazos diferentes para que se vote en sesiones plenarias. Por ejemplo, para el presupuesto del año fiscal de 2021, observamos en la Cámara de Representantes la aprobación de uno de los proyectos de ley más progresivos para la asignación de fondos para el Departamento de Seguridad Nacional por parte de uno de sus comités, pero el proyecto de ley llegó hasta ese punto y no avanzó más. No se envió a una votación en sesión plenaria y fue objeto de una gran controversia. Esto nos desanimó un poco, pero es posible que se reanuden las conversaciones en diciembre. Una vez que el proyecto de ley se aprueba en ambas cámaras; es decir, tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, se realiza una conferencia en la cual surge una negociación entre lo que denominan “los cuatro rincones”, en la cual básicamente participan los líderes del Senado y de la Cámara de Representantes. Sin embargo, según lo que hemos venido observando recientemente, algo extraño ha sucedido: el líder de la Cámara de Representantes ha venido negociando con la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) sobre cómo van a ser ciertos proyectos de ley.  Es aquí donde está ocurriendo la conferencia a la que me refería. Así que tenemos 12 subcomités y estos deciden qué es lo que se debe enviar a la sesión plenaria como un proyecto de ley sobre asuntos distintos (denominado “ómnibus” en inglés) o si debe haber varios “mini” proyectos de ley de este tipo (“omnibuses”) para agrupar a aquellos que son menos controversiales y enviarlos a sesión plenaria, mientras se continúan con las negociaciones de los que son más difíciles o complejos.

Esto fue lo que sucedió frecuentemente con la propuesta de seguridad interna, ya que hay muchas personas que están promoviendo una serie de cambios para ese proyecto de ley específico para el financiamiento del Departamento de Seguridad Nacional, por lo que no es extraño que se saquen algunos componentes de este tipo de proyecto de ley y que se negocien después. Una vez que todos están de acuerdo, el proyecto de ley se envía al presidente para su firma. Al firmarlo, finaliza el proceso y así se decide el presupuesto para ese año fiscal. Sin embargo, si el presidente lo veta, se reinicia todo el proceso y, tal como lo sabemos, se necesita una mayoría de dos tercios para invalidar el veto presidencial. El plazo para la aprobación del Congreso y la firma presidencial es el 30 de setiembre de cada año. Si no se logra un consenso en torno a un proyecto de ley o un grupo de proyectos de ley, el Congreso aprueba una resolución mediante la cual básicamente se mantiene el mismo financiamiento del año fiscal anterior durante cierto tiempo, el cual podría durar solo unas horas o hasta meses. Si el presidente se rehúsa a firmar la denominada resolución de continuación, esto da origen al cierre del gobierno, una situación que pudimos observar hace unos años cuando el gobierno se cerró durante el período más largo en la historia del país, cuando el presidente estaba luchando por obtener financiamiento para la construcción del muro fronterizo. Esto es básicamente lo que sucede. Algunas veces, lo que dicen los funcionarios de la Casa Blanca es: “Entendemos que vamos a mantener los mismos niveles de financiamiento del año fiscal 2020, pero mi programa va a necesitar más fondos porque han pasado X, Y y Z cosas. Está bien que declaren la resolución de continuación, pero vamos a necesitar un poco más de fondos”. Esto fue exactamente lo que la Casa Blanca hizo este año cuando se llevaron a cabo las conversaciones sobre la resolución de continuación. En esa ocasión, la Casa Blanca afirmó que necesitaban más fondos tanto para el ICE como para la CBP, pero hubo muchos defensores que opusieron resistencia y esto no sucedió. Me enorgullece decir que no se incluyó ninguno de los fondos que solicitó la Casa Blanca en el marco de la resolución de continuación.

Otra cosa que también sucede con relación al financiamiento, es que algunas veces los proyectos de ley que no se desarrollan en el seno del Comité de Asignaciones de Fondos recomendarán ciertas cantidades a ese comité dentro de tal proyecto de ley. Solo a manera de ejemplo, podrán decir que necesitan 100 automóviles más a $100 cada uno. Entonces incluyen esto en el proyecto de ley, como que el gobierno debe adquirir automóviles. Y cuando el Comité de Asignaciones de Fondos revisa todas las solicitudes que están incluidas en las legislaciones, contemplan la posibilidad de agregar fondos o algunas veces los rechazan. El otro tipo de financiamiento que hemos visto, en especial más recientemente, es financiamiento de emergencia o complementario para guerras, desastres naturales y pandemias, como el COVID-19. Hemos observado que se han aprobado tres o cuatro presupuestos complementarios para enfrentar la crisis del COVID, además de la propuesta actual que parece que no irá a ningún lado porque la Cámara de Representantes y el Senado no se ponen de acuerdo en cuanto a la cantidad que se debe asignar como financiamiento complementario. SBCC ha centrado la mayor parte de sus labores en el Subcomité sobre Seguridad Nacional. Nos reunimos con miembros del personal para promover las necesidades de las comunidades y algunos de ellos amablemente incorporarán nuestros comentarios en las asignaciones presupuestarias, pues a veces incorporan más que asuntos relativos al dinero porque nosotros no efectuamos recomendaciones sobre los fondos, pero sí decimos cosas como “deberían de recortar fondos en esto” o “por favor no recorten gastos en este programa”, o bien, “no deberían permitir la transferencia de fondos a esta actividad”. Por ejemplo, cuando Trump declaró una emergencia nacional y después transfirió fondos del Departamento de Defensa, del ejército y del Pentágono que ya el Congreso había asignado, él dijo que iba a reasignar ese dinero para construir el muro fronterizo bajo esa declaración de emergencia. Pudimos promover bajo la versión de la Cámara de Representantes para el año fiscal 2021 la prohibición de este tipo de transferencias, porque francamente se estaba haciendo de forma ilícita. Solo el Congreso controla el poder de los presupuestos. Estos proyectos de ley sobre asignaciones presupuestarias a veces incluyen restricciones. Por ejemplo, un año el Congreso asignó 1.375 mil millones para la construcción del muro fronterizo, pero incluyó la prohibición de construir el muro cerca de un refugio de vida silvestre, por lo que este tipo de restricciones sí pueden incluirse. También hemos venido trabajando con otros comités encargados de aprobar gastos y me referiré a esto un poco más adelante, pero creo que lo que sucedió es que muchos de estos otros comités también tienen fondos que de alguna forma repercuten en las comunidades inmigrantes y fronterizas. Por ejemplo, el Subcomité sobre Comercio, Justicia y Ciencia, que es el ente que asigna financiamiento para los procesos judiciales que realiza el Departamento de Justicia cuando la Patrulla Fronteriza se lleva a una persona que han detenido y la remiten del Departamento de Justicia a los Alguaciles Federales de los Estados Unidos para enjuiciarla bajo una autoridad inadecuada por su ingreso y reingreso irregular. Para las personas que no están familiarizadas con estos procesos judiciales bajo las secciones 1325 y 1326 del Código de Leyes de los Estados Unidos (USC, por sus siglas en inglés), a lo que se le conoce comúnmente como “Operation Streamline” (Operativo de Agilización), estos estatutos se aprobaron en 1929, el mismo año que se aprobó la Ley de Extranjeros Indeseables. En realidad, esto fue impulsado por un senador demócrata, Coleman Livingston Blease, quien era un reconocido supremacista blanco. Estos estatutos han existido durante más de 100 años, pero se han utilizado de forma intermitente en el transcurso de los años para enjuiciar a personas que han sido detenidas entre los puertos de ingreso. Por supuesto, deseamos que no se asignen fondos a la aplicación de estos estatutos debido a las implicaciones de sus orígenes, así como por el hecho de que pueden ocasionar un sufrimiento excesivo a las familias. Esta fue la razón por la que se implementó la política denominada “tolerancia cero” bajo Jeff Sessions, mediante la cual se separó a las familias. Por ello, deseamos eliminar estos estatutos. También hemos analizado el presupuesto de defensa y otros que se relacionan con las comunidades fronterizas y de inmigrantes. Esto se trata más sobre nuestras labores con otros comités con los que hemos trabajado, pero me refiero más específicamente a la legislación y al rechazo de políticas perjudiciales, pues enviamos preguntas y declaraciones por escrito a las audiencias legislativas. Nuestros planteamientos son amplios y hemos venido trabajando con varios comités sobre la forma de abordar los aspectos básicos, llegar al meollo de esto e intentar cambiar la forma en que estos programas están imbuidos de caracterizaciones raciales, injusticia racial y violencia contra nuestras comunidades. ¿Cuál es el mecanismo que podemos usar en el Congreso para desfinanciar estos programas? Hemos venido analizando diferentes líneas básicas sobre la forma en que básicamente podemos desmantelarlos, comenzando con la estructura de los subcomités. Hay 12 subcomités. ¿Por qué los dividieron de la forma en que lo hicieron y por qué asignaron algunas cosas a unos y otras cosas a otros? Tal vez hay una forma distinta en la que se pueden organizar para realmente lograr cambios transformadores y no solo propuestas, como sucede con la reforma migratoria, al igual que un proceso presupuestario que también sea más transformador. Fundamentalmente, nuestras tareas son las siguientes: debemos buscar la forma de desfinanciar DHS y CBP. En otras palabras, que ya no se contraten a más agentes, que se eliminen estos puestos de control y revisión y que se vele por que las protecciones de la cuarta enmienda constitucional abarquen a todas las comunidades fronterizas, incluidas las que se encuentran en los puertos de ingreso. También se deben desfinanciar los procesos judiciales del Departamento de Justicia que mencioné anteriormente y desfinanciar el Programa 1033, mediante el cual el ejército decide que tienen un excedente de equipo y se lo entregan a las agencias locales de orden público y a la CBP, y entre este equipo se incluyen rifles, granadas, gas lacrimógeno, balas de goma y otras cosas similares que solo aumentan el grado de violencia contra nuestras comunidades. Debemos desfinanciar ese programa para asegurarnos de que no tengan este tipo de equipo y que no se asigne más dinero al muro fronterizo. También queremos poder transformar esto. Derribemos una parte, lo que incluye alambres de púa tipo concertina, y comencemos a centrarnos en reparar el daño que se ha ocasionado con la construcción de este muro. Debemos restaurar los refugios, tal como aquí en Arizona con el río San Pedro, que fluía libremente y ahora el muro fronterizo ha interrumpido esto. Debemos derribar ese muro y restaurar el río.

¿Cómo reparamos el daño que se ha ocasionado y que pone en peligro la vida silvestre? Esta es probable la pregunta más importante, ¿cómo creamos más canales en los puertos de ingreso al invertir en cosas como centros de bienvenida que incluyan en su personal a trabajadores sociales, especialistas en traumas y en pediatría, y lograr que estos sean lugares donde las personas puedan llegar desde los puertos de ingreso de una forma que protejan su dignidad y sus derechos humanos? Habría que lograr que las labores de la Patrulla Fronteriza y de los funcionarios de la oficina de operaciones de campo se limiten a lo siguiente, por ejemplo: “Hola. Eres esta persona y te diriges a tal lugar”. Es simplemente un proceso de referencia y no tienen nada más que hacer en cuanto a la tramitación de la solicitud de asilo. ¿Cómo podemos ayudar a estas personas que vienen a nuestro país en busca de protección?  Otra cosa es que tenemos esta idea de abolir el ICE y solo deseo mencionar que no sé por qué hay personas que se sorprenden cuando escuchan esto y creen que es una idea loca y radical sugerir esto, pero no lo es. Si leen la Ley de Seguridad Nacional de 2003, hay una sección que se refiere, y no estoy bromeando, a la abolición del INS; es decir del Servicio de Inmigración y Naturalización. Básicamente, la Ley de Seguridad Nacional de 2003 se estableció como resultado de los ataques del 11 de setiembre, cuando el gobierno decidió de forma rápida y en corto plazo agrupar a todas estas agencias y crearon este enorme aparato estatal denominado Departamento de Seguridad Nacional. Antes de esa ley, los agentes de aduanas trabajaban en una agencia aparte bajo el Departamento del Tesoro y creo que ahora nos conviene analizar una ley más transformadora que empiece a separar todos estos componentes e incluirlos en agencias que puedan ser más respetuosas que lo que han sido originalmente; en el caso de las aduanas, era revisar las importaciones y determinar si había alguna plaga en las frutas, por ejemplo. Así, las agencias podrían determinar de una forma más humana y con dignidad cómo recibir a las personas que llegan hasta nuestras fronteras. También, ¿cómo facilitamos el tráfico transfronterizo en el caso de las personas que viven en comunidades fronterizas y que visitan con regularidad a sus amigos y familiares en ambos lados de la frontera, tal como lo hago yo? Creo que estas son las cosas que debemos replantearnos con respecto a cómo funciona la frontera y establecer un modelo de gobernanza fronteriza. Finalmente, cabe preguntarnos cómo utilizamos el dinero que hemos gastado solo en el control del orden público y la construcción de muros, y toda esta violencia excesiva usa nuestro dinero, porque fundamentalmente sí es nuestro dinero y deberíamos gastarlo en cosas como servicios de salud, educación, salud mental y hasta en mejoras a la infraestructura. Con esto termino.

Pedro Ríos: Excelente. Muchas gracias por tu presentación Vicki y por lograr que la información sobre procesos de asignación presupuestaria sea mucho más accesible para nosotros. Estoy seguro que hay mucho más sobre lo que podemos aprender y digerir. Incluí en la ventana de charlas la página de Internet de la Coalición de Comunidades Fronterizas del Sur (SBCC, por sus siglas en inglés). Hay una nueva página de recursos que incluye una gran cantidad de datos y cifras sobre el muro fronterizo y aspectos sobre los fondos. Los invito a visitar este sitio web, al igual que la página “Abolish ICE” (Abolan el ICE”) de AFSC, la cual también cuenta con recursos sobre lo que significa abolir el ICE, cómo pueden participar y la forma en que pueden apoyar esa campaña. Ya nos pasamos del tiempo, pero deseo ver si podemos dedicar unos 15 minutos más para abordar cualquier pregunta que tengan para nuestros panelistas, o si tienen alguna reflexión que deseen compartir. Los invito a que incluyan sus preguntas en la ventana de charlas. Creo que sería la forma más fácil para determinar cómo responderlas. La primera pregunta dice: Muchos de los miembros del personal actual de la Patrulla Fronteriza, en especial los agentes de primera línea, proceden de las comunidades fronterizas y una gran parte son latinos y latinas, pues se usan a grupos marginales para hacer cumplir y controlar fronteras construidas por los imperialistas. Durante mucho tiempo, esta ha sido una táctica de los colonialistas y actualmente, aunque hay una clase obrera muy fuerte y alerta, estos puestos de trabajo federales atraen a muchas personas por los beneficios y los servicios de atención de salud. ¿Hay alguien dentro del panel que tenga alguna sugerencia sobre formas o tácticas para evitar que la CBP reclute a latinos y latinas de la clase obrera, ya sea al resistirse a las campañas de reclutamiento o al ofrecer alternativas sostenibles? Esto también ayudará a los estudiantes que expresen su deseo de trabajar para la policía y tal vez evitar campañas de reclutamiento en las comunidades de color. ¿Hay alguien que desee responder la pregunta?

Vicki Gaubeca: Esta sería una sugerencia, de la cual hemos conversado mucho en diversos grupos: ¿Cómo creamos tipos diferentes de puestos de empleo? Porque desafortunadamente en las comunidades fronterizas, es allí donde las personas que andan buscando trabajo encuentran uno con estas agencias, por lo que me pregunto, ¿cómo establecemos más trabajos ecológicos y puestos de infraestructura para alejarnos del modelo de las agencias encargadas de hacer cumplir la ley, en el cual hemos invertido mucho dinero? Esa sería una sugerencia.

Pedro Ríos: Gracias, Vicki. En la ventana de charlas incluí una página de la Liga de Resistentes a la Guerra (War Resisters League). Ellos tienen un documento muy interesante que pueden distribuir sobre la naturaleza problemática del reclutamiento de la Patrulla Fronteriza. ¿Hay alguien más que quiere comentar o pasamos a otra pregunta?

Alma Maquitico: Solo deseo decir que es muy importante centrar la resiliencia y los derechos humanos en las visiones y las aspiraciones de nuestras comunidades. Cuando analizo lo que sucede en la frontera entre México y los Estados Unidos y cuando nos reunimos con las comunidades allí, observo que hay grandes desigualdades que en las zonas rurales y urbanas. Creo que debemos empezar a determinar qué tan resiliente es una comunidad, con la participación de aquellas personas que están sufriendo estas desigualdades. Creo que la pandemia nos ha permitido tomar conciencia sobre el hecho de que, durante muchas, muchísimas décadas hemos venido sobrellevando enormes deficiencias en cuanto a las desigualdades en la infraestructura, la falta de hospitales y la ausencia de puestos de trabajo sostenibles. Creo que una forma de ver esto será intentar realmente dejar de pensar en la frontera como un espacio en el cual lo único que se puede hacer es seguir militarizándolo y por eso debemos analizar las instituciones que continúan reproduciendo esa militarización. Debemos examinar la función no solo de las agencias de control migratorio o del Congreso, sino que también debemos dar un vistazo a las universidades y al tipo de conocimiento que están generando.  Por ejemplo, la Universidad de Texas en El paso es una institución educativa que recibe muchos fondos de Lockheed y Boeing, y tiene la mayor cantidad de graduados latinos y personas de color, pero irán a trabajar a este tipo de industria militarista y lo mismo sucede en la Universidad de Arizona. Es por eso que debemos comenzar a analizar esto y las instituciones que generan conocimiento también deben alinearse con una visión distinta.

Pedro Ríos: Excelente. Muchas gracias. Alma y Ricardo, ¿desean comentar también?

Ricardo Favela: Sí, deseo añadir algo.  La respuesta breve es que hay que organizarse y seguir organizándose. Sé que la nueva visión de la frontera se ha transmitido en ciertos distritos escolares. Creo que también en el norte de California y en Vista. Esa es una excelente forma de rechazar lo que está sucediendo desde nuestro sistema escolar, ya que con frecuencia allí es donde sucede el reclutamiento de jóvenes de color que se están graduando de la escuela secundaria. Creo que solo necesitas un diploma de secundaria para empezar a trabajar en la Patrulla Fronteriza, por lo que hay diferentes formas de luchar contra esto.

Pedro Ríos: Muchas gracias, Ricardo. Hay una pregunta sobre si se ha planificado alguna acción para el Día de los Derechos Humanos en la frontera en diciembre.  Vanessa, ¿quieres responder?

Vanessa Ceceña: Sí. De hecho, estaba escribiendo algo en la ventana de charlas. En San Diego, he empezado a sostener conversaciones con contrapartes locales para determinar qué tipo de actividad o acciones tienen más sentido, tomando en cuenta todo lo que está pasando. Compartiremos información sobre las acciones que realizaremos en nuestras redes sociales. Pueden seguirnos en Facebook, Instagram o Twitter. Estaremos compartiendo información sobre estas acciones a través de estos medios. También es posible que hagamos algo en noviembre y mantendremos informados a todos mediante nuestras redes sociales.

Pedro Ríos: Muchas gracias, Vanessa. Hay una pregunta específica para Alma. ¿Crees que este país, los Estados Unidos, se creó bajo una situación de violencia (por ejemplo, los esclavos negros, los pueblos indígenas, etc.)?

Alma Maquitico: Todavía continuamos dejando a un lado esas experiencias y desigualdades.  Vemos que hay comunidades agrícolas que están atrapadas en las zonas rurales y no tienen acceso a servicios de salud y que en este momento no pueden acudir al hospital más cercano en medio de una pandemia debido a los puestos de control migratorio. El propósito de estos sistemas fue estructurar nuestras vidas de esta forma. Al mismo tiempo, creo que es nuestra responsabilidad, como activistas de derechos humanos, comenzar a reflexionar no solo en lo que ha sucedido en el pasado, sino también que debemos pensar por qué continúa sucediendo la violencia y seguimos experimentando actos similares de violencia, y las mismas leyes, tal como Vicki lo mencionó, las cuales tienen sus orígenes en la supremacía blanca. Se sabe muy bien que algunos de los primeros fundadores de la Patrulla Fronteriza fueron supremacistas blancos muy conocidos. Algunos de los mayores actos de violencia contra las comunidades negras y de color se han perpetrado mediante el uso de armas. Algunas de las personas que la fundaron fueron los primeros patrulleros y también ocuparon cargos en la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés). Así que hay muchos sistemas e instituciones que generan violencia y creo que, tal como lo dijo mi compañero, realmente tenemos que poder organizarnos. Ningún informe de derechos humanos podrá cambiar los sistemas de desigualdades y la única cosa que podrá generar cambios es el hecho de organizarnos como comunidades y presentar un frente unido, y decir ¡ya basta! Ya no podemos soportar más violencia. No sé qué va a suceder si la administración de Trump gana las elecciones. Esto podría ser verdaderamente devastador para las comunidades de color, por lo que, nuevamente, el hecho de organizarnos es un aspecto esencial para evitar daños masivos e irreparables para las comunidades y nuestras familias.

Pedro Ríos: Muchas gracias, Alma. ¿Hay alguna otra pregunta de nuestros invitados el día de hoy? Debemos comenzar a pensar en alejarnos del sistema bipartidista actual que ha creado y continúa perpetuando todas estas injusticias, para crear una fuerza política independiente; es decir, el poder de los seres humanos, en lugar de entidades creadas por los intereses financieros. Definitivamente, esta es una pregunta importante. ¿Desea alguno(a) de los panelistas responderla? Creo que es tanto un comentario como una pregunta.

Estefanía Castaneda Perez: Podemos comentar rápidamente al respecto. Esto es algo en lo que he venido pensando mucho, especialmente cuando reflexiono en qué significa realmente la abolición de las fronteras. Y es importante mostrar nuestra solidaridad con las comunidades globales. Hay veces en que pensamos que nuestras políticas solo generan efectos dentro de nuestro Estado nación, pero los sistemas opresivos no conocen fronteras. Estamos interconectados con tantas luchas distintas a nivel mundial y por lo general pensamos en la emisión de órdenes como si solo fueran exclusivas para este espacio o dentro de las fronteras. A veces, también tendemos a centrarnos en los aspectos regionales de la frontera, pero si deseamos vislumbrar un mundo más allá de un sistema bipartidista, debemos pensar en cómo son las comunidades globales y cómo es la autodeterminación. Ya hay comunidades a nivel mundial que se han involucrado en esto, tal como el Movimiento Zapatista. Si podemos pensar en estos movimientos como ejemplos, creo que podremos vislumbrar cómo podemos participar en la gobernanza y recurrir a los miembros de las comunidades, en lugar de pensar en la seguridad y las fuerzas de orden público. Debemos analizar la seguridad dentro de nuestras propias comunidades y ver qué forma toma. Cuando pienso en la forma de trascender un sistema bipartidista, y si deseamos crear comunidades globales, cuando decimos que hay que poner fin a las fronteras también nos referimos a la abolición del Estado nación. Tal como lo afirma la Dra. Angela Davis, cada vez más el Estado se está transformando en una entidad obsoleta, por lo que tenemos que pensar en lo que podemos hacer mientras tanto para organizar y educar a otros sobre lo que son las comunidades globales y analizar a largo plazo cómo sería un mundo sin Estados.

Pedro Ríos: Gracias, Estefanía.  Ricardo, ¿ibas a hacer algún comentario sobre esta pregunta? Y de ser así, el comentario de Ricardo sería el último. Después le cederé la palabra a Laura para que cierre la sesión con algunas palabras.

Ricardo Favela: Agradezco la pregunta. Nuestras comunidades han venido reflexionando y pensando fuera del sistema bipartidista. Ha habido bastante resistencia y es precisamente en este punto desde donde generalmente proviene la mayor resistencia. La Alianza Comunitaria es intencionalmente no partidista. No ofrecemos nuestros servicios y nuestra red a algún candidato de un partido u otro precisamente por esa razón. Sabemos que el Partido Demócrata propició la situación actual. Pedimos cuentas a ambos partidos por lo que estamos viviendo y enfrentando, así que creemos en el establecimiento de un poder dualista y en organizarnos según nuestros propios intereses. Curiosamente, debido a esto nos situamos en una posición en la que nos estábamos comunicando con nuestra comunidad cuando el gobierno local no pudo hacerlo durante un desastre natural. Nos encontramos en una situación en la que nos pudimos comunicar de forma más eficaz y mejor con la comunidad que lo que logró el gobierno local del condado, debido a la ausencia continua de las autoridades gubernamentales que realmente nos merecemos. Y también las elecciones locales son muy eficaces en términos de lanzarse como candidato fuera del sistema bipartidista. Estamos analizando esto aquí en Fallbrook. Hemos podido lanzar a algunos candidatos localmente para nuestras juntas locales sin la ayuda del Partido Demócrata local. Hemos podido llegar a ser una fuerza eficaz por cuenta propia, así que esto es posible dentro de las comunidades y en la política local, y estamos haciendo lo que debemos para seguir avanzando. A menudo, nos enfrascamos en la idea de que hasta para participar en la vida política de nuestras comunidades tiene que ser en nombre de un partido o de otro, pero, especialmente a nivel local, es posible hacerlo sin tener que recurrir a los dos partidos y hasta podemos llegar a algunos lugares desde los que podemos fomentar y lograr avances en la agenda de derechos humanos.

Pedro Ríos: Excelente, muchas gracias. Antes de darle la palabra a Laura, solo deseo agradecer a todos los panelistas. Sé que dedicaron media hora más de su tiempo para responder todas estas preguntas. Su tiempo es muy valioso y sé que están muy ocupados y comprometidos con las labores que realizan y por eso agradezco las presentaciones tan sobresalientes sobre sus labores, al igual que su compromiso, dedicación y solidaridad. Laura, te pido que para finalizar compartas tus comentarios de cierre. Muchas gracias. Tienes el micrófono en silencio, Laura.

Laura García: Yo también deseo agradecer a los panelistas por sus contribuciones a estas conversaciones que hemos realizado en torno a los derechos humanos en ambos lados de la frontera. Este es nuestro último panel. Nuestro próximo paso será llevar a cabo una conferencia de prensa el 29 de octubre, a la cual invitaremos a todos, incluidos por supuesto los medios de comunicación, a fin de que podamos elaborar un informe sobre nuestros hallazgos, después de haber realizado estos viajes a la frontera desde agosto. Los mantendremos informados porque después de estos paneles, se nos ha solicitado que hagamos otros sobre diferentes temas y en este momento estamos analizando esta idea. Los archivos que contienen las grabaciones de estos paneles se subirán a las páginas del Tribuno del Pueblo y de People’s Tribune. Estamos trabajando en esto y posiblemente en dos o tres días ya todo esto se encuentre disponible en la página de Internet.  Muchas gracias nuevamente y sigámonos organizando y luchando por los derechos humanos de todas y todos, sin importar el color. También me gusta mucho la camiseta de Leno, porque ningún ser humano es ilegal. Gracias.

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