Fotograma de video cortesía de Democracy Now!
En el primer día de su presidencia, Biden anunció su plan de inmigración titulado Ley de Ciudadanía de los Estados Unidos de 2021. En esta ley se incluye un camino de ocho años hacia la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país. El proyecto de ley tiene como objetivo terminar con la prohibición de 3 y 10 años, aumentar las visas de diversidad, reducir los retrasos, mejorar los tribunales de inmigración, reunir a las familias y llegar a la raíz de la crisis de inmigración, especialmente en Centroamérica.
Sin embargo, existe mucho escepticismo sobre la ley. No solo porque será difícil de aprobar, sino también porque la gente está cuestionando las verdaderas intenciones de la administración. Hace mucho tiempo que se necesita un camino hacia la ciudadanía y, aunque algunos serán procesados de inmediato, otros tendrán que esperar casi una década para convertirse en ciudadanos.
Ocho años es demasiado para los inmigrantes indocumentados ya de edad y para aquellos de la tercera edad al otro lado de la frontera / mundo. También el periodo de ocho años es mayor que un término de presidencia de cuatro años y podría ser detenido o revocado con una nueva administración.
El proyecto de ley espera establecer centros de procesamiento en Centroamérica, restablecer el programa de menores centroamericanos y crear un programa de libertad condicional para la reunificación familiar centroamericana.
Sin embargo, es difícil determinar si la administración de Biden realmente está haciendo esto en un intento por corregir las atrocidades cometidas o como otro paso en la agenda imperialista de Estados Unidos.
El proyecto de ley también incluye más fondos para la capacitación de agentes fronterizos y más tecnología para supuestamente controlar las drogas que ingresan al país.
Biden espera que el Departamento de Trabajo y el DHS trabajen con organizaciones laborales, de empleadores y de derechos civiles para mejorar la verificación de empleo, pero es posible que esto haga que las oportunidades de empleo sean aún más escasas para los inmigrantes.
Si bien muchos son optimistas sobre el plan de Biden, muchos siguen siendo escépticos. La última vez que hubo una reforma migratoria integral fue en 1986 y los partidos se han dividido cada vez más.
Los demócratas ahora controlan la Cámara de Representantes, pero el Senado está dividido. Para que se apruebe la ley, todos los senadores demócratas tendrían que votar sí en el proyecto de ley para que haya un empate que Kamala Harris podría luego romper como vicepresidenta.
Hace mucho que se necesita una reforma migratoria integral y el plan de Biden es la última oportunidad para que los Estados Unidos solucione la crisis migratoria. Después de años de trauma, las comunidades están ansiosas por una reforma migratoria, pero es natural que muchos sientan que podrían ser engañados por más promesas falsas y programas engañosos.
Biden tendrá que deshacer muchos de los actos xenófobos de Trump, pero también tiene la responsabilidad de corregir los errores de presidentes anteriores, incluyendo los de Obama. Si bien puede que no sane las heridas generacionales que este sistema ha creado, será un comienzo para crear un futuro en el que los inmigrantes puedan vivir seguros en este país.
