El 15 de diciembre, 2020, la ciudad de Santa Bárbara cambió el nombre de la calle nombrada “Indio Muerto”, a Hutash Street, lo cual significa Madre Tierra. Fue un cambio significativo que refleja la historia del racismo y la opresión colonial encarnada en las ciudades en California.
Santa Bárbara es una ciudad pequeña a solo cien millas al norte de Los Angeles, California. Es la tierra nativa del pueblo Chumash, que habitaba la área antes de la invasión de los españoles, los mexicanos, y los norteamericanos. Eran comunidades enormemente pobladas del Oeste.
La historia del asalto a los indios, desde el tiempo del movimiento colonial en California, fue brutal, vicioso y lleno de terror. “La invasión anglosajona en California, después de 1848, fue una inundación, una inundación que abrumó a los californianos nativos y a los mexicanos. Los años entre 1850 hasta los 1870s fueron horrorosamente terribles para los californianos nativos, con por lo menos 80,000 indios, de todas edades, quienes murieron entre el periodo de una generación.”
La Máquina de Muerte de los invasores incluyó actos de violencia física, social, mental y psicológica. Cada acto de la sociedad civil fue dirigido para bajar el nivel del indio con la ocupación de sus tierras y la esclavitud (directamente o a sueldo). La destrucción de los Chumash por los curas o el gobierno español; el trauma, la alineación, y los resultados mentales y psicológicos fueron constantes y establecieron el tono para la llegada de los anglosajones.
El nivel de encarcelación fue alto y el sistema de servidumbre que mantuvo al indio endeudado y esclavizado fue utilizado. El sistema legal y criminal y los procedimientos usados en crímenes en contra de un indio, o con los testigos de un crimen en contra de un indio, no fueron aceptados en cuanto a un anglo-saxon procesado (enjuiciado) por los mismo. Las autoridades de la Ley como los jueces, sherifes, abogados, o grupos vigilantes actuando con autoridad comúnmente ponían los indios como culpables o no inocentes.
“Debido a un ‘Acto para el Gobierno y la Protección de los Indios’… El acto especificaba, “ en ningún caso se condenará a un hombre blanco de cualquier ofensa basado en el testimonio de un indio.” Esta era la ley estatal. California en esencia era un estado de esclavitud.
El sentimiento del pasado, que solo un indio muerto era un indio bueno, se refleja en el nombre puesto a la calle Indio Muerto, Dead Indian. Por eso se trabajó duamente para cambiar el nombre. La mayoría de las alianzas Chumash estuvieron de acuerdo con el cambio. ¡Ya era hora! ¡Y se hizo!
Para sanar nuestras comunidades del genicidio y las perversiones de la historia de los
colonizadores y sus efectos sobre los indios, necesitamos desafiar las actitudes racistas, tanto como el trasfondo estructural, procedimental y social que crearon este nombre Indio Muerto/Dead Indian y nosotros tenemos que contar nuestra historia.
Contar nuestras historias nos puede liberar de la opresión. Cuando uno sabe por qué eres pobre, oprimido, aislado, y deprimido, y nos damos cuenta que es el sistema en que vivimos entonces uno se puede liberar y organizarse efectivamente. Y con el espíritu de la bondad y el valor de unirse a otros para mejorarnos todos podemos crear un mundo mejor donde todos tienen cabida! ¡Se puede hacer! ¡Que viva la calle Hutash!