Las políticas que dejó la administración Trump impactaron fuertemente las vidas de las personas que por violencia, pobreza extrema, cambio climático, violación masiva de derechos humanos, o represión gubernamental, salieron de sus países con el sueño de llegar a Estados Unidos a buscar protección internacional. Salieron con la ilusión de encontrar un lugar que les de oportunidades de llevar una vida digna para ellos y sus familias, pero se encontraron con un muro más alto y una serie de programas que les dejaría varados en la frontera por más de dos años.
Con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, se reanudó la esperanza de miles de solicitantes de asilo quienes esperan una oportunidad de cruzar y pedir ayuda, de exigir que se considere el asilo como una actividad esencial y se les permita ingresar a llevar sus procesos.
Para la administración de Trump la pandemia fue un pretexto para cerrar completamente el paso a quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad extrema, dejándolos en México, en abandono gubernamental y con los riesgos que se encuentran de este lado de la frontera.
El 20 de enero se dio el primer paso de la nueva administración en temas de inmigración, al anunciar desde el Departamento de Seguridad Nacional que a partir del día siguiente no se registraría a ninguna otra persona bajo el programa MPP o Quedate en México, y aunque esto es un avance, el derecho a solicitar asilo en Estados Unidos no está garantizado. Unas semanas después el gobierno del presidente Biden anunció el inicio de la primera fase para el ingreso de solicitantes de asilo bajo MPP, es decir, quienes ya tienen un caso en una corte de inmigración y esperan en México su siguiente audiencia.
Este segundo paso generó muchas expectativas sobre las acciones que el gobierno de Biden realizará a favor de la comunidad migrante. Sin embargo, solamente se está considerando a una pequeña parte de personas que están buscando asilo en Estados Unidos, y que al no brindar más información sobre cómo se procesará a las personas que no tienen un caso activo, el movimiento de personas en la frontera se ha vuelto más constante, más riesgoso y lleno de rumores.
El procesamiento de esta primera fase no abarca la totalidad de personas que se encuentran solicitando asilo. Excluidos quedan casos que fueron cerrados sin motivo justificado, casos en que por parte de agentes de inmigración se impidió a mujeres embarazadas asistir a las cortes. En el limbo quedan miles de personas que no tienen un caso activo, que se quedaron con un número de la lista y aquellos que por la pandemia no alcanzaron a anotarse. Para la restauración del sistema de asilo se requiere eliminar por completo el programa MPP, es decir que se permita el ingreso de todas las personas que ya tienen un caso en una corte de inmigración, la eliminación de las listas de espera, se terminen las expulsiones de solicitantes de asilo bajo el Título 42 y la eliminación de los Acuerdos Cooperativos de Asilo (ACA´s).