FOTO: PEDRO RIOS
El 23 de octubre, el agente de la Patrulla Fronteriza, Ryan Gonsalves, mató a tiros a David Villalobos, de 30 años, detrás del complejo Las Americas Premium Outlets en San Ysidro. El incidente ocurrió a pocos metros del cruce fronterizo de PedWest. El hecho también ocurrió a unos treinta metros de donde Anastasio Hernández Rojas fue torturado con golpes y tasers hace diez años, también por agentes fronterizos.
La muerte de Villalobos es otro incidente trágico en una larga lista de casos que involucran a agentes fronterizos que nunca rinden cuentas por sus acciones. El Departamento de Policía de San Diego tiene jurisdicción sobre la investigación; sin embargo, Alliance San Diego y el American Friends Service Committee escribieron una carta advirtiendo al jefe de policía de San Diego que la investigación se lleve a cabo de manera imparcial, sin ninguna intromisión de las agencias del Departamento de Seguridad Nacional, especialmente la Patrulla Fronteriza.
La carta dice: “Dados los errores de investigaciones previas, particularmente en el asesinato de Anastasio Hernández Rojas hace diez años por agentes fronterizos en la misma zona, es imperativo que el SDPD siga los más altos estándares de una investigación de homicidio”.
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Según la familia de Villalobos, Villalobos intentaba regresar a casa donde tenía un hijo de 12 años. Era conocido como un hombre cariñoso, con retrasó en su desarrollo como resultado de problemas con su nacimiento. Su familia también afirma que Villalobos no era una persona agresiva, y dedicaba su tiempo a hacer ejercicio ya que soñaba con convertirse en boxeador.
Aunque el área donde murió Villalobos está cubierta por cámaras de vigilancia, aún no se conoce información sobre lo que llevó al Agente Gonsalves a dispararle a Villalobos. También hay cámaras instaladas en el complejo comercial, pero el Departamento de Policía de San Diego aún no ha publicado el video del incidente.
El Consorcio de Derechos de los Inmigrantes de San Diego, una coalición de más de 50 organizaciones en San Diego, organizó una vigilia días después del tiroteo en la que llevaron flores de cempasúchil, que normalmente se utilizan para las celebraciones del Día de los Muertos. Los oradores también reiteraron el llamado al Departamento de Policía de San Diego para que lleve a cabo una investigación imparcial, pero también señalaron que los agentes de la Patrulla Fronteriza operan dentro de una cultura de impunidad.
Mientras las familias conmemoran a sus seres queridos por el Día de los Muertos, la Casa Blanca intentó usurpar la celebración mexicana del 2 de noviembre al anunciar una proclamación provocativa como un “Día Nacional de Recuerdo de los estadounidenses asesinados por extranjeros ilegales”. La proclamación enumera políticas dirigidas a migrantes y comunidades fronterizas. Sin embargo, esas son las mismas políticas que causan muerte y desesperación al diezmar el proceso de asilo y criminalizar a los migrantes.
Para la familia de Villalobos, mientras intentan obtener respuestas sobre por qué el agente Gonsalves disparó contra Villalobos, ahora también deben lidiar con el difícil proceso de duelo, de recaudar fondos para enterrar a su ser querido y de que Villalobos se convierta en otro nombre en la larga lista de personas que han sido víctimas de agentes fronterizos. Las organizaciones con sede en San Diego continuarán trabajando con la familia de Villalobos para buscar justicia en este caso.
