El esquema piramidal capitalista podría venirse al suelo

“No habrá ninguna recuperación. Surgirán disturbios sociales”.

 

homeless camp outdoors
LAS VEGAS, NEVADA — Esto es criminal. Las personas sin techo están siendo asignados espacios para dormir en un estacionamiento, mientras que miles de habitaciones de hotel están vacías. Esta es la respuesta del gobierno a refugiarse durante el coronavirus.
FOTO: MEDIAPUNCH /REX/SHUTTERSTOCK

 

Antes de que apareciera el virus, ya la economía mostraba signos de inestabilidad. Los analistas de Wall Street ya habían afirmado que solo se necesitaba un evento de fuerte impacto, de los denominados “cisne negro”, para lanzar la economía al vacío; es decir, algo inesperado, como caído del cielo.

El coronavirus es ese acontecimiento.

Desde la crisis financiera que ocurrió en 2008, los bancos centrales (incluido el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos) han estado inyectando trillones de dólares en la economía capitalista, con el fin de mantenerla a flote, y han colocado grandes cantidades de dinero mediante préstamos baratos en manos de bancos, corporaciones y especuladores.

Mientras que el resto de nosotros hemos venido luchando para satisfacer a duras penas las necesidades básicas, estos capitalistas han estado usando ese dinero para generar más, profundizando así la división de clases existente.

Pero la producción robótica ha venido reduciendo tanto los salarios como las ganancias dentro de la industria, por lo que ha habido muy pocos lugares donde este dinero se podría utilizar de forma productiva.

En lugar de ello, las corporaciones han usado el dinero para adquirir acciones, con lo que han inflado artificialmente sus precios. Los fondos de inversión de alto riesgo (hedge funds, en inglés) también han inyectado miles de millones de dólares en la bolsa de valores, con lo cual los precios han aumentado aún más. Y también han invertido miles de millones más en los denominados bonos “basura”, que emiten las empresas “zombis” para mantenerse a flote.

Los especuladores también han destinado millones de dólares a lo único con lo que todavía pueden obtener ganancias: el mercado inmobiliario. Ellos han aumentado los alquileres y los precios de las viviendas, succionando así hasta el último dólar de los bolsillos de la clase trabajadora.

Pero ahora, parece ser que ese esquema piramidal se vendrá al suelo.

A principios de marzo, la publicación Financial Times escribió que “durante décadas, se han venido generando riesgos en el sistema financiero…algo que es más sorprendente en los Estados Unidos, donde la deuda empresarial pasó de $3.3 trillones antes de la crisis financiera a $6.5 trillones el año pasado”.

Los negocios están despidiendo a sus trabajadores y cerrando sus puertas debido a la pandemia, y prevén que se generará un efecto dominó: las empresas incumplirán el pago de sus bonos, los especuladores (que utilizaron los préstamos bancarios para adquirir esos bonos) también incumplirán sus obligaciones y, por consiguiente, ocasionarán deliberadamente problemas en todo el sistema bancario.

Todo el sistema capitalista está colapsando y sería una situación mucho peor que la que se vivió en 2008. Hasta los propios funcionarios de la administración de Trump están previendo que el desempleo podría ascender al 20 o al 30%.  Y podría ser aún peor.

¿Qué sucederá entonces? Uno de los mayores capitalistas de Europa, el industrial Jacob Wallenberg, explicó lo siguiente: “No habrá ninguna recuperación… surgirán disturbios sociales”.

De hecho, será un nuevo orden mundial, uno en el que, tal como lo dice la vieja canción, nosotros, el pueblo, “daremos a luz un nuevo mundo, a partir de las cenizas del anterior”.

Si piensas en esto, verás que, después de todo, no es un mal resultado.

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