Coronavirus: La economía con fines de lucro fracasa, la humanidad primero es la consigna

Ilustración de Eric J. Garcia
Ilustración de Eric J. Garcia

 

Mientras lee Ud. esto, la pandemia de coronavirus se extiende por todo el país, provocando enfermedades y muertes. Siguiendo de cerca los pasos de la destrucción aún furiosa en Italia, la pandemia también amenaza con abrumar al sistema de salud de EE. UU.

Ha creado una crisis de proporciones inauditas, con la caída de los precios del mercado de valores, despidos masivos de trabajadores, cierres de lugares de trabajo, cierres de escuelas, cesación de viajes aéreos y transfronterizos, y el cierre casi total de la economía capitalista de EE. UU.

Sin asistencia de ingresos, millones de ciudadanos estadounidenses e inmigrantes, incluidos los indocumentados, enfrentan desempleo masivo, escasez de alimentos, desalojos de viviendas, cortes de servicios públicos y falta de atención médica.

La ayuda federal aprobada beneficiará a muy pocos estadounidenses, y no por mucho tiempo. Esto dramatiza el hecho de que nosotros como nación no tenemos un sistema diseñado para enfrentar una crisis como esta.

Si alguna vez hubo necesidad de liderazgo decisivo y unificador, este es el momento. Pero no es lo que obtendremos. Después de semanas de negar la gravedad de la amenaza, se perdió una oportunidad crucial para contener la propagación de la enfermedad.

Tendremos que lidiar con las consecuencias para la salud ya que los kits de prueba y el equipo de protección personal son escasos, y el hospital, especialmente la capacidad de cuidados intensivos, está en peligro de ser abrumado.

La situación se ve agravada por años de negligencia y falta de fondos para la salud pública, así como por la grave falta de cobertura de salud para millones de estadounidenses. Incluso con creciente muertes, el presidente Trump se ha mostrado más interesado en proteger las ganancias corporativas de Wall Street, y a la vez promover su reelección en noviembre.

A medida que “hace girar la verdad” para mantener una masa crítica de seguidores leales, él y sus compinches se aprovechan de nuestra miseria. Recientemente se descubrió que senadores de ambos partidos políticos con conocimiento previo habían descargado acciones poco antes del colapso.

A la vez Trump culpa a China al nombrar el coronavirus “virus de China”, aviva  así la división, el miedo y el odio contra los inmigrantes, las personas sin hogar y los pobres en general. Esto añade al temor de que se tiene contra los inmigrantes a que sean vistos como “carga pública”, detenciones de ICE, o el  hacinamiento de solicitantes de asilo en la frontera.

Además, Trump sigue decidido en destruir la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio en todo el país y promover “requisitos de trabajo” onerosos para calificar, cuando no hay trabajo.

Afortunadamente, el pueblo estadounidense, que incluye inmigrantes y indocumentados, está a la altura de la situación. Muchos están cuidando a sus vecinos. Los jóvenes se ofrecen como voluntarios para ayudar a ancianos y discapacitados vulnerables.

Los trabajadores de la salud, particularmente las enfermeras, están saliendo de la jubilación para prepararse para la avalancha de enfermos. La preocupación por el bien común está creciendo y debe ser alimentado.

Igual de importante, los estadounidenses están protestando en autos “socialmente distanciados” que circulan por los centros de detención de inmigrantes tocando la bocina para que se libere a los detenidos.

Madres y niños en Los Ángeles se están apoderando de casas abandonadas para protegerse. Los funcionarios de ciudades y de condados son obligados a abrir viviendas desocupadas, habitaciones de hotel, almacenes para proteger a quienes no tienen techo, y a construir frenéticamente capacidad adicional en previsión de sobrecarga hospitalaria.

Las cárceles comienzan a liberar a presos no violentos para prevenir la propagación de la enfermedad. La guardia nacional se está desplegando en varios estados del país para ayudar a aumentar la capacidad hospitalaria, entregar suministros, alimentos, etc., aunque existe la preocupación de que su despliegue pueda ser abusado por ley marcial.

¿Volverán las cosas a ser como antes una vez que esta crisis haya terminado si los estadounidenses ven que cuidarse unos a otros es mucho mejor que ponerle un precio a todo?

Está claro que la clase capitalista que Trump y los republicanos y demócratas corporativos representan no es capaz de gobernar. Estamos aprendiendo que podemos hacer un trabajo mucho mejor nosotros mismos.

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