En 2015, con la ayuda de Angela Merkel, canciller de Alemania, millones de migrantes y refugiados de Asia, África y Medio Oriente buscaron protección en Alemania. Inicialmente, el gobierno alemán, con la ayuda de sus ciudadanos, dio la bienvenida a los migrantes y refugiados con alimentos, vivienda y suministros médicos.
La Alternativa para Alemania (AFD por sus siglas alemanas), un partido de la derecha se opuso a la política de bienvenida de Angela Merkel, y aprovechó la abrumadora situación que causó la administración de tantos refugiados para tomar más fuerza. El resultado es que miles de refugiados están siendo deportados.
Alemania posee una cultura de acogimiento, así como una sociedad económica interna restaurada. La “cultura de bienvenida” es un concepto clave, social, cultural y político unificador de la sociedad civil, que se traduce en un fuerte compromiso de voluntarismo. Por otro lado, es un espacio importante para grupos y partidos populistas y extremistas de derecha.
Además, debido a los informes cada vez más negativos sobre las personas que huyen y que, según se informa, representan una amenaza para la sociedad y el orden alemán, muchos alemanes quieren que los refugiados regresen a sus países de origen.
Además, cada vez más los medios de comunicación reporta manifestaciones contra extranjeros e incendios provocados en refugios para refugiados.
Sin embargo, ¿nadie se ha hecho la pregunta? ¿A dónde debería ir toda esta gente?
Estos migrantes y refugiados han sido obligados a huir de su pobreza y de las tierras devastadas por la guerra para buscar refugio en otro lugar. En “los viejos tiempos” era posible instalarse en algún lugar.
¿Por qué hay tantas limitaciones en la migración hoy en día?
Además, ¿quién nos da el derecho de rechazar a un ser humano que busca refugio únicamente por su origen étnico? Deberíamos preguntarnos: ¿cómo nos sentiríamos si tuviéramos que abandonar nuestro entorno habitual debido a la guerra, la pobreza u otras catástrofes y nadie quiere recibirnos, a pesar de que no hicimos nada malo?
Eso es exactamente lo que les está sucediendo a los refugiados en Alemania y otras partes del mundo, y toda la humanidad está observando porque en algún momento de la historia humana, fronteras fueron establecidas.
Aquí en Estados Unidos puedes ver estos patrones. Una vez más se está fuertemente en contra de los inmigrantes. En Little Village, (barrio de Chicago) donde estoy trabajando actualmente, puedo observar que muchas personas que vinieron desde México reciben poco apoyo.
Y dado que Trump es el nuevo presidente, la ley de inmigración es aún más estricta. ICE (Immigration and Customs Enforcement) está deportando a más y más inmigrantes a su país de origen al igual que el gobierno alemán.
Esto no solo es un mal servicio para los refugiados y migrantes, sino que también es un mal servicio para la humanidad.
