Salud mental: los millennials y la generación Z

Por generaciones, la salud mental ha sido estigmatizadA y tratado como algo del cual nunca se debe hablar. A pesar de esta costumbre, los millennials y la generación Z hoy en día están siendo más transparentes sobre su salud mental. Para poder entender mejor cómo la ansiedad afecta la juventud, yo llevé a cabo una encuesta en donde los individuos compartieron sus experiencias con la ansiedad.

En revisar los resultados, encontré que las principales cosas que provocan la ansiedad, para estos individuos que respondieron, eran la familia, la escuela, las relaciones amorosas y el clima político. En la encuesta, el 73% de los que fueron identificados de tener ansiedad dijeron que no estaban en terapia.

Mientras pueda que sea más aceptable hablar de la ansiedad hoy en día, la terapia no siempre es accesible. Para aquellos que sí tienen acceso a la terapia, es posible que no sea suficiente o que aquellas personas no desean abrir completamente sus asuntos personales.

Parece ser que el clima político tiene a personas de todas las edades nerviosas. Sin embargo con la juventud esto tiene un impacto único. Muchos han crecido inseguros sobre cuál será el futuro de sus familias debido al estatus inmigratorio, y financiero o hasta por el color de su piel.

Estas son preocupaciones con que muchos individuos han crecido, pero la administración de Trump solo ha intensificado estos sentimientos de inseguridad.

Mientras puede ser difícil abrirse con un terapista, los jóvenes definitivamente están abiertos a discutir el tema de salud mental entre ellos mismos. De hecho, están deseosos de poder hacerlo. Un mecanismo popular entre los participantes fue de abrirse con un amigo o una amiga acerca de su ansiedad, especialmente durante un ataque nervioso.

La mayoría de los encuestados declararon que sus ataques duraban menos de una hora pero también es posible que un ataque de ansiedad dure varios días. Durante un ataque los individuos reportaron tener dificultad con la respiración, la hipersensibilidad, la paranoia, temblores, y el sudor.

Algunos respondientes revelaron que hablar con un amigo o amiga o enfocarse en controlar su respiración y sus manos eran su manera de lidiar con el ataque. Los ataques de ansiedad varían entre individuos pero algo que muchos comparten es el deseo de tener una comunicación más abierta sobre la ansiedad con sus seres queridos.

Los medios sociales han creado un lugar seguro para las nuevas generaciones poder hablar sobre la salud mental entre sus círculos de amigos. Sin embargo las generaciones anteriores no utilizan los medios sociales en la misma manera que los millenials y la generación Z. La juventud puede que sea más abierta a compartir sus experiencias en línea pero no necesariamente cara a cara con sus seres queridos, especialmente jóvenes de color.

Un respondiente expresó, “Siendo de orígen latino yo quisiera que fuera normal darse cuenta que la depresión y/o la ansiedad no es lo mismo que ser perezoso y que es algo real.” Otro respondiente explicó, “ Mis padres no prioritizan la salud mental y consideran que cualquier que lo hace está queriendo ser un blanco.”

Entre todas las respuestas, una respuesta común era el deseo que la gente se dieran cuenta que la ansiedad no es algo que se te “va pasar”. Para que esto pueda acontecer, se necesita una comunicación más abierta entre las nuevas generaciones y las anteriores sobre la salud mental.

Mientras las nuevas generaciones puedan ser más propensos a revelar sus experiencias, eso no significa que el estigma que rodea el tema de la salud mental ha desaparecido. La transparencia es solo el comienzo.

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