El primero de febrero el rapero de Atlanta 21 Savage, lanzó un video de su exitoso disco “mucho” en YouTube, la plataforma más popular para la música nueva. Presentó letras nuevas:
“He pasado por algunas cosas
Pero no me imagino estar atorado en la frontera con mis niños
Flint todavía necesita agua
Personas inocentes
no consiguen abogados.”
Dos días después, el 3 de febrero, de haber lanzado su video ICE (siglas en inglés para la Oficina de Detención y Deportación), lo arrestó. Durante una entrevista en Good Morning America, el rapero se recordó haber oído a los oficiales en la radio declarando, “Ya tenemos a Savage”.
Este fue el comienzo de 10 días de aislamiento en el Centro de Detención del Condado de Irwin, antes de que una oleada de apoyo por parte de sus seguidores y otros raperos resultó en él ser puesto en libertad bajo fianza. Él caso aún no termina. Está pendiente el resultado de una audiencia de deportación acelerada. La audiencia se programó inicialmente para el 9 de abril, pero luego se pospuso indefinidamente.
Es posible que sea deportado a Inglaterra, el país que su mamá dejó cuando él tenía 7 años, pero el efecto más escalofriante de esta decisión se puede escuchar en una entrevista hecho el día de San Valentín que fue publicada en el New York Times.
Cuando le preguntaron “¿Usted siente la urgencia de poner algo de esta experiencia en su música?” Savage contestó, “Ahora mismo no, porque siento que haberlo puesto en mi música me puso en esta situación”.
Lo que le está pasando a 21 Savage trae a la mente la manera en que el gobierno norteamericano ha intentado limitar el derecho de expresión en la música popular por décadas. En la década de los 80 cuando músicos estelares se unieron para combatir el hambre y la pobreza, las guerras en Centroamérica patrocinadas por los EE. UU, y contra del apoyo de los EE. UU. por el apartheid, el senado estadounidense tuvo su audiencia infame sobre los sellos discográficos.
Una gama de artistas desde John Legend hasta Nicki Minaj, Willie Nelson, Bruce Springsteen, Common, y Ricky Martin alzaron sus voces en contra la política de la frontera de los EE. UU,, pero estos músicos no son la voz de una nueva generación que habla desde las calles como lo hace 21 Savage.
Su posición tampoco hace un paralelo con los Dreamers como lo hace Savage. Es revelador que ICE declaró, en un intento a socavar su imagen, “Su persona pública es falsa.” Savage inmediatamente respondió a las mentiras que ha perpetuado ICE, como la idea que el primero vino a los EE. UU. cuando tenía 14 años.
Antes de comenzar su carrera, el sí anduvo en las calles de Atlanta con una pandilla. Sin embargo el ha usado su ascenso meteórico como estrella de rap para acabar con la violencia de armas y el bullying y para ayudar a los muchachos en su comunidad encontrar estabilidad económica y poder para comprar las necesidades diarias y los suministros escolares.
Resulta ser que él no parece estar desalentado por las acciones del gobierno en contra de él. El 15 de marzo, dos días después de ser liberado, él renovó su promesa de luchar contra el sistema. Cuando Good Morning America, le preguntó a Savage, “Hay mucha gente que no obtuvo fianza, que dejaste ahí en el centro de detención, ¿Cuál es tu mensaje a ellos?”
Él contestó, “Yo siento tú dolor. Y voy a hacer todo lo posible para intentar concienciar tu dolor.”