La agitación y el conflicto capturan nuestra atención casi de diario.
Nuevas caravanas de migrantes desplazados están en tránsito, aun cuando los solicitantes de asilo que llegaron hace tiempo reciben un trato inhumano y sus familias se enfrentan a la separación. Vigilantes armados de los Estados Unidos llegan a la frontera para “ayudar” al ICE, mientras Trump clama por su muro. La amenaza de guerra en Venezuela capta nuestra atención, ya que nuestro presidente contempla la intervención armada.
Todo aparece en flujo, a medida que aumenta la incertidumbre, la inestabilidad y la violencia. Nuestros viejos guías nos fallan. En el Día Internacional del Trabajador/a, la mano de obra organizada, tal como la conocíamos, parece estar en declive, ya que la industria automotriz General Motors cambia varias plantas a México.
Pero las huelgas no autorizadas por los sindicatos oficiales estallan en México debido a los salarios de pobreza a pesar de un reciente aumento en el salario mínimo. En California, la escasez de viviendas se agudiza, y se están formando nuevas organizaciones para responder. Los esfuerzos de la comunidad llevaron a un primer concilio asesora de la policía (CPAC por sus siglas en ingles) en Chicago en respuesta a los homicidios a manos de la policía.
En este contexto, algunos se acuerdan del pasado con consignas como “volver a hacer grande a Estados Unidos”. Pero, gracias en parte a la campaña presidencial de Bernie Sanders del 2016, hablar de socialismo está nuevamente en la agenda, después de haber estado ausente de nuestro discurso nacional durante décadas.
Una mayoría de mujeres han sido electas para ocupar cargos políticos, y varias de ellas promueven verdaderos valores familiares e ideales socialistas, y se presentan como una respuesta positiva a las consecuencias de las necesidades de la gente. Los votantes eligen a cinco socialistas como concejales en Chicago. Se discute abiertamente los ideales socialistas propugnados por mujeres recién elegidas, y los voceros del Partido Demócrata se ven obligados a defenderlas contra las amenazas de extremistas.
Vivimos en un ambiente altamente polarizado. Los cambios profundos en la economía subyacen a los cambios sociales y políticos que vemos. Para citar a la Congresista Alexandria Ocasio-Cortez:
“No debemos ser perseguidos por el espectro de estar automatizados sin trabajo. Deberíamos estar emocionados por eso. Pero la razón por la que no estamos entusiasmados es porque vivimos en una sociedad donde, si no tienes trabajo, te dejan morir. Y ese es, en esencia, nuestro problema”.
Ese entendimiento ayuda a explicar por qué incluso los veteranos inmigrantes legales como Joaquín Sotelo enfrentan la deportación luego de arriesgar sus vidas por este país, por qué el rapero Savage fue detenido y amenazado con deportación por sus actuaciones en protesta al abuso policial de jóvenes y por qué detenidos en los centros de detención protestan la inhumana detención con huelgas de hambre.
Mientras pensemos en términos de lo que parecía tener sentido en el pasado, nos mantendremos divididos y usados el uno contra el otro. Pero otro mundo es posible. La abundancia de la nueva tecnología promete un mundo de abundancia, pero solo si aprovechamos la oportunidad antes de que sea demasiado tarde.
Tenemos que pensar fuera de la caja. Las barreras de las fronteras, el género, la raza, la religión, la edad no significan nada en una sociedad organizada para satisfacer las necesidades de las personas. Póngase en contacto con un orador para obtener más información.