Dreamer: Tengo pasión por la política y organización comunitaria

Cuando DACA fue implementada, finalmente pude compartir con el mundo quien era yo realmente. Desarrolle el coraje no sólo de contar mi historia, sino también de involucrarme y ayudar a otros soñadores como yo.

Tenía sólo un año de edad, cuando llegué a los Estados Unidos. Inmigre de México con mi mamá y mi hermano quien tenía cinco años de edad en ese entonces.

Cuando intentamos cruzar el desierto, fuimos abandonados por nuestro guía después de que se

incendió nuestro coche. No sólo nos enfrentamos al peligro de ser atrapados (por ICE), sino que nosperdimos y empezamos a deshidratarnos.

Afortunadamente se hicieron arreglos para que alguien recogiera a mi hermano, y yo para poder cruzar de manera segura. Sin embargo, esto significaba que mi madre tuvo que estar separada de nosotros. Ella cruzó después en la cajuela de un auto con otros dos hombres.

Eventualmente, todos llegamos a salvo a California. Hasta ese momento mi padre aún no me conocía. Él ya había estado viviendo en los Estados Unidos por meses, pero él se perdió mi nacimiento, mis primeros pasos, y muchos otros momentos significativos demi primer año. Al fin de cuentas, mi mamá y él sacrificaron mucho más sólo para que mi hermano y yo pudiéramos tener la oportunidad de soñar.

Al ir creciendo, no me sentía diferente de cualquiera de mis compañeros.

Yo me sentía americana en todos los sentidos menos en papel. La única vez que me sentí fuera de lugar fue cuando me preguntaron sobre mi lugar de nacimiento.

Desde que me acuerdo, mis padres me dijeron que mintiera y dijera que nací aquí porque siempre había un miedo constante de ser descubierto. Esto me llevó a desarrollar una fobia contra la policía porque sentía que cual interacción con ellos significaba que mi familia y yo podríamos ser deportados.

No fue hasta la preparatoria que superé este miedo y decidí salir de las sombras.

Me uní al Dreamers Club en mi escuela secundaria y eventualmente me convertí en la presidenta (del club). Fue a través de este club que descubrí mi pasión por la política y la organización comunitaria.

Aunque estoy agradecida por DACA, es importante recordar que no es una solución permanente — la única solución permanente para los Dreamers es el DREAM Act, por sus siglas en ingles.

Como sociedad, no sólo debemos luchar por el DREAM Act, sino que es vital que luchemos por una legislación que proteja a todos los millones de inmigrantes que mantienen próspero a los Estados Unidos.

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