Se espera que en Los Ángeles unas 600.000 personas presenten solicitudes para obtener uno de apenas 2.400 bonos para viviendas bajo la Sección 8.

La emergencia en torno a las viviendas es mucho mayor que las 90.000 personas que actualmente viven en las calles de Los Ángeles.

 

Campamento para personas sin hogar en Oakland, California
Campamento para personas sin hogar en Oakland, California, donde un apartamento de una habitación ahora cuesta $ 4,000 al mes. Los desarrolladores están desposeyendo a comunidades enteras. La ciudad entregó 1,000 permisos de construcción en el primer trimestre de 2017, pero no uno para construir viviendas asequibles.
FOTO: Austin Long-Scott

 

Diversos funcionarios esperan que más de 600.000 angelinos presenten solicitudes para obtener este mes uno de los tan solo 2.400 bonos de vivienda disponibles bajo la Sección 8. Esta es la cantidad total que estará disponible cuando se revise la lista de espera por primera vez desde el año 2004.

Las personas que se sitúan en la parte inferior de la vieja lista estarán obteniendo bonos de vivienda.  Pero en 13 años, se ha disparado la cantidad total de personas que no ya pueden pagar los alquileres en Los Ángeles, los cuales están cada vez más caros.

En efecto, más de 600.000 angelinos reúnen los requisitos para beneficiarse de este programa, bajo el cual los participantes pagan el 30 por ciento de sus ingresos en el alquiler de sus viviendas, mientras que el gobierno federal asume el resto del pago del alquiler (este es el porcentaje que el gobierno considera que las personas deben pagar, a fin de que les quede suficiente dinero para vivir en condiciones saludables).

Pero ni siquiera se incluirá en la lista de espera a todos los 600.000 solicitantes. Con tan solo 2.400 bonos de vivienda disponibles cada año, la autoridad encargada de las viviendas utilizará un sistema de lotería para escoger a 20.000 personas para incluirlas en la lista, algunas de las cuales tendrán que esperar durante más de ocho años para poder obtener un bono de vivienda.

 

líderes del movimiento sin techo
Caminantes en la acción, ‘Defendamos nuestras viviendas, el derecho a existir y contra el muro de Trump”en San Franciso agrupó a líderes del movimiento sin techo de toda California y el Oeste.
FOTO: Paula Lomazzi

 

Según el periódico Los Angeles Times, “Las otras 580.000 personas no tendrán tanta suerte”.

Hasta la autoridad encargada de las viviendas se muestra escandalizada: “Esta situación expondrá la tremenda necesidad que existe en Los Ángeles de contar con viviendas asequibles”, explicó a Los Angeles Times el Director Ejecutivo Principal, Douglas Guthrie.

A medida que se revela esta cantidad, se observa que la cantidad de personas necesitadas es mucho mayor que las 90.000 que viven en las calles de Los Ángeles. Los Angeles Times entrevistó a una de las últimas personas en la antigua lista de espera, Tamara Meeks, quien ha esperado durante 13 años para poder recibir un bono de vivienda. Actualmente, Tamara vive en el porche trasero de la casa de un amigo y duerme en el piso de la cocina.

Mientras tanto, la destrucción de las viviendas asequibles y a precios razonables por parte de los especuladores en Los Ángeles continúa a un ritmo acelerado, pues adquieren propiedades y encarecen los alquileres barrio tras barrio, algunas veces con la rapidez con la que se propaga un incendio forestal.

Boyles Heights, que durante mucho tiempo ha sido un barrio predominante latino en Los Ángeles, es la zona más reciente donde se observa una mayor gentrificación. Un inversionista explicó a la publicación LA Weekly que “se están imponiendo precios muy altos y los especuladores están quedando fuera del centro de la ciudad.”  Él también señaló que el punto crítico aún está por venir.  Él está intentando ingresar antes de que lo haga la muchedumbre.

Boyles Heights se sitúa en el 10 por ciento inferior de los barrios de Los Ángeles con relación a sus ingresos. Ahora los especuladores están llevando a inquilinos con más recursos y los alquileres han aumentado en más de un 10 por ciento anual durante los últimos cuatro años. La publicación LA Weekly informó que los inquilinos de uno de los nuevos dueños, B.J. Turner, experimentaron un aumento de sus alquileres entre el 60 y el 80 por ciento y por eso decidieron hacer una huelga en contra de estos alquileres.

Turner cambió el nombre de los apartamentos a “Mariachi Crossing”, ya que están muy cerca de la Plaza de los Mariachis, donde durante mucho tiempo han acudido los angelinos para contratar mariachis para sus fiestas. Pero ahora se está obligando a los mariachis a irse de ese barrio. A unos se les ha desalojado de apartamentos cercanos, mientras que otros ya no pueden pagar los incosteables alquileres nuevos.

Todo esto ya ha pasado en el centro de Los Ángeles, donde importantes inversionistas internacionales han venido comprando propiedades para construir torres con condominios de lujo. El complejo denominado Metroplex, cuyo valor asciende a varios miles de millones de dólares, está poniendo a la venta condominios hasta por $1.000 por pie cuadrado, lo que significa que un apartamento de tamaño mediano costaría $1 millón.

Ahora los especuladores se están trasladando al histórico y antiguo distrito teatral, donde una filial del Grupo de Construcción Shanghái ya puso la primera piedra de un complejo de 35 pisos. Ellos tienen pensado promocionar sus condominios como “asequibles” al establecerles un precio de $350.000 por un minúsculo apartamento de 20’x20’.

Esto estará bien para aquellas personas que puedan reunir $70.000 para pagar la prima, pero no significará mucho para los 580.000 angelinos que todavía no están incluidos en la lista de espera para obtener un bono de vivienda bajo la Sección 8.

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