Estamos todos juntos en esto

Ilustración hecha por Eric J. Garcia
Ilustración hecha por Eric J. Garcia

 

Los tiempos de crisis y los desastres naturales exponen lo mejor y lo peor de la humanidad. El impulso humano natural es de ayudar a quienes lo necesitan. Sin embargo, se ha hecho evidente que aquellos quienes están ayudando no son los que tienen el control del gobierno.

Numerosas instancias abundan de gente común que ayudaron después del huracán Harvey en Houston, el huracán María en Puerto Rico, el huracán Irma de Florida, los devastadores terremotos de México, los terribles incendios en Sonoma y Napa y el reciente asesinato masivo en Las Vegas.

Por el contrario, la respuesta del gobierno y nuestros líderes ha sido muy escasa, divisoria o completamente peligrosa. Por ejemplo, mientras que los puertorriqueños todavía no tienen agua potable y electricidad, y la gente muere como consecuencia, el presidente Trump reprendió al pueblo puertorriqueño por estar en incumplimiento de la deuda a Wall Street, como para excusar su lentitud de responder, e incluso impidió que Cuba brindara ayuda desde el principio.

 

Terremoto en México
Ejército de Salvación en el trabajo después del Terremoto en México

 

En ves de ayudar, cambió su atención a la reforma tributaria (para los ricos), insistió en sabotajear Obama Care, amenaza con castigar las “ciudades santuario” en los Estados Unidos, y anuló la ayuda para los Dreamers y DACA con la construcción del muro fronterizo.

A lo largo de los Estados Unidos y las Américas, la respuesta a las tragedias humanas que han brotado ha sido abrumadora. En Chicago, la comuidad Hip hop recauda fondos para las víctimas del desastre en Puerto Rico. Los Healing Corners de Chicago están llegando a los jóvenes inconformes en las esquinas. Se realiza un recauda fondos para ayudar a los solicitantes de DACA a superar las barreras financieras.

La gobernadora de Rhode Island está liderando esfuerzos en su estado para recaudar fondos para los benefiadoresde DACA. Incluso un gesto tan pequeño como una mujer oaxaqueña de 86 años que lleva flores su sobrina, víctima del reciente terremoto. Todo es señal de respeto a la vida humana que nuestros líderes no demuestran.

La gente está comenzando a unirse a través de barreras que anteriormente los dividían, como se muestra en el artículo del Centro de Detención de Mesa Verde con los inmigrantes musulmanes y latinos. Las rentas inasequibles están obligando a inquilinos que hablan diferentes idiomas a defenderse de la gentrificación. Ciudadanos de diferentes nacionalidades se enfrentan contra la SB-4 (la ley que pide que toda persona detenida muestre sus papeles) de Texas que discrimina contro los inmigrantes.

Todos los desastres recientes son provocados por el hombre, ya sea el calentamiento global, el aumento de la falta de vivienda, las rentas inasequibles, la juventud desperdiciada en las calles, o los solitarios quienes se matan y llevan a otros con ellos.

Necesitamos tomar las riendas del gobierno a favor de la humanidad. Podemos hacer las cosas nosotros mismos mucho mejor. Somos personas morales y justas. Las corporaciones y sus partidarios, ya sean republicanos o demócratas, solo se preocupan por el lucro, sin importar el costo a la humanidad o el medio ambiente.

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