Inmigrantes: chivos expiatorios de los males económicos

Diez personas están muertas después de que docenas, incluyendo niños, fueron encerrados por contrabandistas dentro de un tractor-remolque sofocante. Un camión fue encontrado en un Walmart de San Antonio, Texas. Este evento horrible testifica los riesgos que gente desesperada por sus supervivencia, ya sea económica o para huir de la violencia en sus países de origen está dispuesta a tomar para el bienestar de sus familias.

Los contrabandistas han sido arrestados. Pero ¿por qué está ocurriendo esta violación de los derechos humanos?¿Por qué en Río Bravo, Texas el ex jefe de la policía afirmó que el gerente de la ciudad le dijo que disparará contra los hijos de inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera para facilitar la deportación de sus padres?

¿Por qué en Willard, Ohio, Jesús López, padre de ciudadanos estadounidenses, fue deportado después de vivir aquí por 16 años? El nunca fue acusado de un crimen, tiene un permiso de trabajo válido y un trabajo.

No se trata de los demócratas buenos o republicanos malos. Se trata de un sistema económico inmoral que cada vez más no puede proporcionar trabajo o una vida decente para ningún trabajador, y luego culpa al inmigrante por el fracaso del sistema. Trump y los republicanos están jugando con los temores de los trabajadores nativos en una economía donde la tecnología está reemplazando a la mano de obra, pero los demócratas no son mejores.

La administración del presidente Obama expulsó a más inmigrantes indocumentados, incluyendo mujeres y niños, que cualquier otro presidente hasta hoy con el Presidente Trump. Las detenciones han aumentado un 38%, ya que Trump ha expulsado a todos los indocumentados como “criminales”. Muchos de los detenidos llevan décadas en este país.

Uniendo nuestros intereses comunes como clase, podemos desafiar un sistema de leyes que permite que una pequeña clase de millonarios y multimillonarios controle quién es legal, quién come, quién recibe atención médica o quién recibe vivienda. Oponerse a los ataques contra nuestros hermanos y hermanas indocumentadas es un paso necesario en defensa de toda la clase obrera que lucha por su supervivencia y por una sociedad que valore cada vida.

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