SUMAS, WASHINGTON – Agencias federales y estatales comenzaron una investigación de Sarbanand Farms, después de que 70 trabajadores agrícolas de H2A fueron despedidos cuando organizaron un paro de trabajo de un día.
La gota que derramo el vaso fueron las condiciones que resultó en la muerte de su compañero de trabajo Ernesto Silva Ibarra. Un grupo de trabajadores marchó a la oficina de Sarbanad en protesta y se les ordenó volver a trabajar. Ellos decidieron asumir el riesgo de ser despedidos y peor deportados y salieron en huelga.
David Silva, corresponsal del Tribuno del Pueblo, entrevistó a Marú Mora Villalpando, coordinadora de comunicaciones de Community2Community (grupo de defensa de trabajadores agrícolas) y la Unión Familias Unidas por la Justicia.
TRIBUNO: ¿Qué pasó con Ernesto Silva Ibarra?
MARU: Ernesto junto con un grupo de trabajadores fue traído aquí en julio de California, donde trabajaban para Munger Farms bajo el programa H2A. Estos trabajadores tenían un contrato de mayo a junio. Aunque las visas habían vencido en junio, los trabajadores fueron transportados a Suma para trabajar en Sabanand Farms, una filial de Munger Farms. Él era uno de 600 trabajadores quienes vinieron bajo contrato de H2A.
La semana pasada Ernesto y otro trabajador empezaron a sentirse enfermos mientras trabajaban. En Washington hemos estado experimentando clima muy caliente, fuera de lo normal. Hay un fuego forestall cerca de aquí de Canadá. Los trabajadores se han estado quejando de dolores de cabeza. Un aviso fue emitido a la area, especialmente de que gente con problemas respiratorios no salieron afuera. Los trabajadores sin embargo, tuvieron que trabajar bajo estas condiciones, no únicamente por ocho horas per más. Estas eran las quejas de los trabajadores antes de que se enfermará Ernesto.
El trató de ir al aeropuerto para regresar a México y le pidió al supervisor que lo llevara. El supervisor dijo ‘no, eso es abandonar su trabajo’. A pesar de todo, Ernesto consiguió transportación al aeropuerto. Pero no pudo comprar un boleto a México porque su visa de trabajo había vencido.
Una vez que no pudo comprar su pasaje de avión, Ernesto volvió al trabajo. El todavía se sentía enfermo y consiguió transportación a una clínica local en Bellingham. Se le diagnosticó deshidratación y fue transferido al Hospital Harborview de Seattle. Ernesto murió el 6 de agosto.
Los compañeros de trabajo de Ernesto decidieron hacer un paro de trabajo el día después de que él fuera al hospital. No los 600 sino 70 de ellos. Cuando los 70 trabajadores regresaron al trabajo al día siguiente, les dijeron que fueron despedidos y que abandonaron las cabañas.
Cuando los trabajadores pidieron su dinero, la empresa exigió que firmaran papeles declarando que estaban siendo despedidos por insubordinación. Los trabajadores se negaron.
TRIBUNO: Entiendo que la muerte de Ernesto está siendo investigada?
MARU: Rosalinda Guillén, directora de Community2Community, comenzó a llamar a todas partes. Llamó a los sindicatos, a la oficina del gobernador, a las organizaciones comunitarias a todo el mundo que conocía. Esto creó suficiente presión pública para que el estado decidiera investigar. Estamos exigiendo no sólo una investigación de la muerte de Ernesto pero también las condiciones de trabajo. ¿Acaso no es triste que alguien tenga que morir para que esto suceda?
TRIBUNO: ¿Los trabajadores se han afiliado a Familias Unidas por Justicia?
MARU: Sí, FUJ es un tipo diferente de sindicato. Les explicamos lo que estamos haciendo. Una vez que entendieron que somos un tipo diferente de sindicato, estuvieron de acuerdo. Hemos ayudado a establecer un campamento, que llamaron Campamento ¡Zapata! También les ayudamos a establecer contacto con grupos sociales, medios de comunicación sociales y regulares.
El martes, 8 de agosto marchamos a la compañía con los abogados y los reporteros para hablar con la gerencia, pero se negaron. Todo lo que queremos de ellos es que devuelvan el dinero a los trabajadores. Ellos rechazaron. Pero al día siguiente devolvieron el dinero. También se nos ha informado que el Department of Labor and Industries está tratando de gestionar visas especiales para que regresen sin castigo.
Los trabajadores están todavía en el campamento y están expuestos a los elementos. Esto es lo peor que les puede pasar. ¡Están literalmente sin albergue! Esto lo que llamamos “esclavitud legal”.