¿Tienen cabeza los oprimidos en Estados Unidos?

Es bien sabido por los economistas y especialistas en la materia que el capitalismo ha entrado a una fase terminal. Se le agotan los mercados. Se le terminan las materias primas. Se le rebelan algunos países. La enorme producción de mercancías ya no encuentra suficientes compradores. La pobreza cabalga en caballo de hacienda mientras la riqueza se concentra cada vez más. Se sabe que ahora tan sólo ocho mega millonarios poseen la misma riqueza que la que tiene la mitad de la población mundial más pobre.

El recurso de la guerra, la invasión  y el exterminio son una opción para el moribundo capital como medicina paliativa a su enfermedad. Ante este gravísimo panorama ¿Los trabajadores de Estados Unidos qué alternativa tienen? ¿Están preparados o se están preparando para afrontar con éxito la debacle del sistema?

¿Hay una cabeza, es decir, un partido obrero, altamente capacitado, tanto en la teoría como en la lucha práctica para conducir a los oprimidos por el camino correcto? o por el contrario, ¿Los oprimidos en Estados Unidos están sin cabeza?

Me parece que es tarea de los más lúcidos, de quienes están comprometidos con las causas nobles en favor del pueblo, entender, primero, que sin un partido obrero los trabajadores por sí mismos no pueden conducirse.

En segundo lugar, que la tarea en consecuencia es formar la vanguardia de los proletarios. Dicha vanguardia debe estar guiada a su vez por una teoría científica de los oprimidos para su liberación. Tal lo dijo un revolucionario de principios del siglo pasado: “Sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario”.

Construyamos pues, entre todos, esa vanguardia de los obreros .Entendiendo que esa vanguardia se construye luchando, pero sin caer en aventurerismos trasnochados, siendo muy cuidadosos de mantenernos siempre dentro de la legalidad.

La tarea de ahora, creo yo, es Organizar y Educar. Organizar a los desorganizados, al pueblo trabajador. Educarlos, es decir, concientizarlos. El pueblo debe entiender cuál es su papel dentro de la historia contemporánea, que comprenda a cabalidad que son los trabajadores quienes producen la riqueza social pero que no son ellos quienes la disfrutan.

Ya que unos  se apropian de esta riqueza. Se debe entender que es tiempo de obligar al sistema a repartir de una manera justa la inmensa riqueza que producen los obreros. Pero también se debe entender que ello se logrará obteniendo el poder, cambiando de clase social en el poder.

Pero el primer paso es construir el partido,  de lo contrario,  cuando ocurra la quiebra irremediable del capitalismo, los explotados no tendrán quien los dirija  y en consecuencia, no podrán conducirse correctamente.

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