Las políticas migratorias de Trump están acelerando el reemplazo de los humanos con robots.
Bruce Taylor es uno de los mayores agricultores de California. Recientemente, él, que nunca ha sido muy amigo de los trabajadores cuya mano de obra le han amasado su fortuna, explicó durante el Foro de Innovación Agrotecnológica, realizado en Salinas, que las políticas migratorias del Presidente Trump “nos van a obligar a resolver nuestro problema de mano de obra aún más rápidamente”.
Su solución es la robótica. De hecho, él ya se encuentra experimentando con una segadora que usa un chorro de agua a presión para cortar hortalizas, tal como la lechuga. Esta segadora reemplaza a los trabajadores que se inclinan y usan un cuchillo para cortar los cultivos. Y eso sucede después de que un robot para lechugas las deshoja — hasta 5 000 plantas por minuto.
Y es que las políticas migratorias de Trump están acelerando el reemplazo de humanos con robots. Esto ha venido ocurriendo durante más de una década, pero ahora está ganando impulso y no solamente en el campo agrícola, sino también en cada sector donde hay trabajadores latinos y del resto del mundo.
Recientemente, en el Valle Central de California, las inmensas bodegas de las gigantescas empresas de comercio electrónico, tal como Amazon, han creado miles de puestos de empleo, en lugares donde antes casi la única opción disponible era trabajar en el campo.
Pero ahora Amazon cuenta con 45 000 robots que trabajan en esas bodegas, y vendrán más.
Las nuevas bodegas son aún más robóticas que antes. Recientemente, cuando la empresa Skechers abrió una nueva gran bodega de zapatos en el Valle de Moreno en California, clausuró otras cinco bodegas y redujo su fuerza laboral a la mitad. Al respecto, el periódico Los Angeles Times sostuvo que “el hecho de ver a un ser humano en las instalaciones puede considerarse como todo un logro”.
Esto forma parte de los cambios sísmicos que están en marcha dentro del comercio minorista — desde las tiendas que operan de forma tradicional hasta las compras realizadas por Internet. En estados como California, donde el hecho de ser bilingüe es un punto a favor para ser contratado(a), en algún momento decenas de miles de latinos lograron encontrar trabajo en los centros comerciales.
Pero actualmente esto está cambiando de forma muy rápida. No solo las grandes cadenas como Macy’s y JCPenney están cerrando tiendas (mientras que Sears y Kmart están al borde de la quiebra), sino que muchas de las tiendas más pequeñas para áreas de demandas específicas (nichos) también se encuentran cerrando sus tiendas de descuento, o hasta las están cerrando en su totalidad.
La siguiente es una breve lista de estas tiendas: The Limited, FootLocker, Office Depot, Abercrombie & Fitch, Radio Shack, HHGregg, Pier One, Staples, Sports Authority, Bebe y hasta la joyería Tiffany.
La publicación por Internet Business Insider lo denomina “el apocalipsis de las ventas al detalle” y prevé que “a medida que se van cerrando las tiendas, muchos centros comerciales también se verán obligados a cerrar sus puertas.” Esta publicación considera que casi un tercio de todos los centros comerciales están siendo amenazados. De hecho, ya algunos propietarios de centros comerciales están abandonando sus inversiones.
Pero dejando a un lado la extinción de los centros comerciales y las bodegas robóticas, la conducción de camiones continuará siendo un trabajo viable, ¿verdad?
Solo en sus sueños. Ya se están usando camiones auto-dirigidos (sin conductores) en diversas actividades mineras, y una empresa conjunta del Valle del Silicio y Detroit ya ha entregado cervezas de forma autónoma en Colorado.
Si bien el camión ocupó una escolta policial y un conductor estuvo a bordo todo el tiempo, “por si acaso”, diversos ejecutivos de este sector esperan que en un período de entre cinco y diez años, ya veremos camiones totalmente automatizados transitando en las carreteras. Solo en los Estados Unidos, esto podría repercutir en casi dos millones de choferes de camiones.
¿Tenía pensado conducir para Uber como parte de su plan de emergencia, o aun como una posibilidad laboral real? Ahora Uber posee la empresa que hizo la entrega de cervezas con el camión sin conductor y se encuentra trabajando arduamente para desarrollar vehículos autónomos que puedan reemplazar a sus conductores. Lo mismo están haciendo Amazon, Facebook, Tesla, Ford, General Motors y otras empresas similares.
¿Qué nos queda? ¿Hacer hamburguesas? Pero ahora usted también puede ver por Internet cómo Flippy, un robot creado por la empresa Miso Robotics, está trabajando como asistente de cocina, haciendo hamburguesas. Y pronto podremos observar esto personalmente en la localidad de Pasadena de la cadena CaliBurger. De funcionar, esta empresa tiene pensado colocar robots Flippy en 50 de sus restaurantes en un plazo de dos años.
Esto es en serio — y debemos tomarlo muy pero muy seriamente—: estamos presenciando el fin del mundo laboral tal como lo hemos conocido. Si bien los analistas difieren en la cantidad de trabajos que se robotizarán (entre un 40 y un 80 por ciento) y qué tan rápido ocurrirá esto (entre 10 y 50 años), la tendencia es inquietantemente clara.
Y si no nos encargamos de esto, a la larga esto se encargará de nosotros.