Cientos de personas abuchean al director de ICE en Sacramento

‘El racismo se usa como pretexto, pero de lo que se trata esto es de la obtención de mano de obra barata’, afirmó un dirigente de LCLAA.

El 28 de marzo, más de 700 personas se hicieron presentes en Sacramento para protestar contra la llegada de Thomas Homan, Director Interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Scott Jones, el alguacil derechista de Sacramento, había invitado a Homan a dirigir unas palabras durante una reunión general con la población.

Pero Homan no recibió la bienvenida que esperaba.  Madres y abuelas se pronunciaron en contra de la separación familiar y cientos de personas corearon: “No ban! No fear!  Say it loud, say it clear! Immigrants are welcome here!”  (¡No a la prohibición de viajes! ¡No al temor! ¡Dilo en voz alta, dilo claramente! ¡Los inmigrantes son bienvenidos aquí!).

La organizadora local Mackenzie Wilson señaló que “la comunidad expresó un sólido ‘¡Sal de aquí’! Según la retórica empleada [por Homan y Jones], ellos perseguirían a los criminales profesionales, pero bien sabemos que detendrán a las madres que viajan del trabajo a sus hogares, debido a que las luces traseras de sus automóviles no funcionan”.

El octogenario Bernard Marks, quien sobrevivió a los campos de exterminio de Auschwitz, comparó las acciones dirigidas a los trabajadores migrantes con los ataques de los nazis a los judíos en Alemania.

Él recordó lo siguiente: “Cuando apenas era un niño en Polonia, sin ninguna otra razón que el hecho de ser judío, los nazis me llevaron. Mis familiares fallecieron en in Auschwitz y Dachau.”

“Pronúnciese en contra, alguacil Jones”, le pidió Marks, a lo cual añadió: “No se olvide que la historia no está de su parte”.

Al Rojas es uno de los fundadores originales de la Unión de Campesinos Unidos y actual presidente de la sección para el norte de California del Consejo Sindical para el Avance del Trabajador Latinoamericano (LCLAA, por sus siglas en inglés), el cual forma parte de AFL-CIO.

Rojas señaló que “la agenda de las corporaciones es dirigir ataques a la mano de obra – el salario mínimo y la indemnización de los trabajadores, así como su salud y seguridad, y hasta el seguro social”.

“Los sindicatos lograron estos beneficios porque la clase obrera se organizó y se unió. Esto nos dio poder y ahora ellos quieren quitarnos ese poder”, explicó Rojas.

Él añadió lo siguiente: “El racismo se usa como pretexto, pero de lo que se trata esto es de la economía– la mano de obra barata. Ellos quieren trabajadores invitados, quieren dividir y expulsar a las familias migrantes, quieren poder contar con obreros temporales solteros, tanto hombres como mujeres, no solo en el campo de la agricultura, sino también en la industria de servicios, la cual se está ampliando”.

“¿Qué significará todo esto?”, se preguntó Rojas, a lo cual agregó lo siguiente: “No tener derecho a notificar violaciones labores. No tener derecho a organizarse. No tener libertad de movimiento. No contar con un medio a través del cual ir obteniendo la ciudadanía. Obreros reclutados en México, desesperados por obtener trabajo y estar totalmente controlados –por el empleador, por el Departamento de Seguridad Nacional, por el gobierno mexicano”.

Rojas también explicó que es por esta razón que debemos defender a los obreros migrantes aquí y apoyar a los trabajadores migrantes en San Quintin Baja California, Mexico. Al pagarles menos de un dólar la hora, ellos están haciendo un llamado a boicotear las frutas de la empresa Driscoll’s. Se importan hasta aquí millones de cajas, tanto en el verano como en el invierno.

Rojas también relató que “en marzo, nos reunimos en San Ysidro, en la frontera, y viajamos de todas partes de California, en apoyo a estos trabajadores, los cuales organizaron protestas al otro lado y tomaron la estación de la frontera mexicana”.

“Al igual que la confrontación que ocurrió con ICE en Sacramento, este fue un primer paso histórico”, concluyó Rojas.

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