Gasolinazo y movilización popular en México

pueblo mexicano ha estallado en ira contra el gobierno
Como un volcán, el pueblo mexicano ha estallado en ira contra el gobierno por los mayores aumentos de precios y la grave escasez de gasolina y otros combustibles. La gente llama la combinación de aumento de precios y escasez de combustible Gasolinazo.

 

El llamado gasolinazo en México, es decir, un seco y brutal aumento de 20 por ciento en el precio de los dos tipos de gasolina y el diesel que tiene el país, en medio de una enorme corrupción y crisis de credibilidad del Gobierno y los partidos políticos, ha generado una movilización en los 31 estados de la república y en las más importantes ciudades como probablemente nunca ha sucedido en la historia de México.

Ni el Ejército Zapatista en 1994, ni Ayotzinapa en 2014 y 2015 generaron tal movilización. Ciertamente en la Ciudad de México, la cual por lo general es el corazón de casi todas las movilizaciones populares y de izquierda en el país, no ha observado las marchas multidinarias que apoyaron a los zapatistas o a los estudiantes de Ayotzinapa pero si varias manifestaciones en diferentes puntos de la ciudad. Sin embargo, en ciudades donde casi nunca se ven grandes movilizaciones, como Mexicali, en la frontera con, Calexico, California, el descontento popular estalló. Ahí, hubo una marcha de por lo menos 40 mil personas y continuas protestas en edificios gubernamentales.

 

Gasolinazo
Gasolinazo. Movilizaciones masivas en contra del aumento del precio de gasolina.

 

La gran mayoría de las movilizaciones han sido impulsadas por individuos sin partido, sindicato u organización alguna, y han participado tanto las clases medias como obreros, campesinos y comerciantes callejeros. Todos los partidos, de derecha, centro e izquierda han sido rebasados. El descontento es más ciudadano y de individuos no organizados que de grupos, sindicatos o colectivos, aunque también algunos de estos se han expresado. Incluso organizaciones empresariales han rechazado el incremento a los energéticos. Prácticamente toda la sociedad mexicana rechaza el aumento.

Antes del alza al precio de las gasolinas la aceptación del Gobierno de Enrique Peña Nieto era menor al 30 por ciento, según todos los sondeos de opinión, pero después de esa medida se espera que el derrumbe de Peña y el PRI, su partido, sea tal que, inevitablemente perderá las elecciones presidenciales de 2018. Pero antes, en 2017, tendrá la prueba de las elecciones estatales en tres entidades, donde resalta el estado de México, el más poblado, más industrializado y con más electores en el país.

La crisis de México se ha agravado con el triunfo de Donald Trump. Se están retirando empresas, como la Ford y Chrysler, y varias más. Se están alejando inversiones extranjeras, sobre todo de EE. UU. Se espera una disminución de las remesas que enviían los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, y también se espera una expulsión inmediata de miles de migrantes y de millones durante el gobierno de Trump. El dólar se ha devaluado drásticamente con el triunfo del republicano. Cinco pesos o más del 25 por ciento en escasos tres o cuatro meses.

Por si fuera poco, la guerra del narco se intensifica de frontera a frontera. De Ciudad Juárez, Tijuana y Reynosa a Cancún y Villahermosa, pasando por Chilpancingo y Acapulco.

Todo lo anterior se ha conjuntado para que en 2017 observemos intensas luchas sociales y políticas a lo largo y ancho del país.

La crisis económica, social y política se intensifica en México. Todo puede pasar en 2017, pero no sabemos hacia dónde va y cómo puede terminar.

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