A principios del período presidencial, Enrique Peña Nieto presentó una iniciativa nombrada REFORMA ENERGÉTICA, que prometía ser más competitiva y reducir los precios del producto. Al contrario en diciembre de 2016 se anunció el aumento en el precio de la gasolina (magna, premium y diesel) para el 1 de enero en un 20%, para inicio de febrero habrá dos incrementos más y después del 18 de febrero la liberación del precio con lo que habrá ajustes diarios.
Como consecuencia a partir del 1 de enero se presentaron manifestaciones en contra en todo el país.
Automáticamente los servicios de autotransportes incrementaron sus precios así como el precio del Gas LP y el consumo eléctrico.
¿Cómo es posible que un país de alta producción petrolera no cuente con suficientes refinerías de gasolina para su consumo? México hoy compra en el exterior 6 de cada 10 litros que consume. Es el resultado de una política “energética” que nos llevó a depender de una manera fundamental de las importaciones de la gasolina en lugar de refinería en el país.
Es inaceptable que suceda esto a México siendo el petróleo el principal recurso económico del gobierno seguido de las remesas que envían los mexicanos radicados en los EE.UU.
La reforma energética cubre la venta deshonesta de petróleos mexicanos a particulares prestanombres para beneficio de los políticos corruptos …. tal vez este sea el golpe que se necesitaba para elevar nuestra voz y levantarnos en tal, en defensa de nuestros intereses.