Robots: El fin de los trabajos, el principio de la abundancia.

Por fin está penetrando en la psiquis nacional el hecho de que el aumento de los robots significa el fin de los puestos de empleo y quizás hasta de la sociedad, al menos tal como la conocemos actualmente.

Tecnólogos como Martin Ford, que escribió el libro titulado “El auge de los robots” (“The Rise of the Robots”, en inglés), han venido prediciendo esto desde hace algún tiempo, al igual que, por ejemplo, la Liga de Revolucionarios por una Nueva América.

Sin embargo, hasta ahora, hubo muy poca cobertura en la prensa regular, pero eso ya está cambiando.

El pasado 10 de octubre, el periódico The Wall Street Journal escribió lo siguiente: “La revolución tecnológica ha dado origen a hacer búsquedas en Google, a hacer amigos en Facebook, a tener aplicaciones en los iPhones, a vociferar en Twitter y a comprar casi cualquier cosa en Amazon. Lo que no ha generado son más trabajos”.

Pocos días después, uno de los titulares de la Prensa Asociada (AP) decía “Los robots [son] la verdadera causa. La automatización, y no las negociaciones comerciales, ha cobrado la mayoría de los trabajos en las fábricas”.

La empresa General Motors ahora fabrica más automóviles y camiones que en la década de los 70, pero sólo con un tercio de los trabajadores. En 20 años, la producción de acero en los Estados Unidos ha aumentado en un 38 por ciento, mientras que se ha observado una reducción de casi 250.000 trabajadores durante ese período.

Y según la AP, “la revolución de los robots es sólo el principio”.

Esto es lo que está golpeando fuertemente la economía y sacudiendo los cimientos de la sociedad, no la competencia de bajos salarios en China o México, o los trabajadores inmigrantes en los Estados Unidos.

El periódico The Wall Street Journal concluyó que esto es fuente “del estrepitoso descontento nacional que impulsó el auge este año de candidatos políticos no tradicionales, como Donald Trump y Bernie Sanders. Los estadounidenses esperaban beneficios económicos más grandes a partir de estas sorprendentes máquinas”.

En realidad, las nuevas y asombrosas máquinas ofrecen la base para una nueva sociedad, una en la que todos compartan los beneficios y las ganancias.

Esta situación ya está apareciendo hasta en las corrientes principales. Elon Musk, inventor de alta tecnología, explicó recientemente a CNBC que “existe un alto grado de posibilidad de que todos terminemos con un ingreso básico universal… debido a la automatización”.

Por supuesto, para esto sería necesario un cambio revolucionario sobre quién posee estas maravillosas máquinas.  Tendríamos que nacionalizarlas. Y eso es algo en torno a lo que los obreros del mundo deben unirse.

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