“(La cárcel) no se supone que es un lugar cómodo.
No van a conseguir sofa de reclinar, él dijo.
Si quieren eso, no deben meterse en problemas.”
(Sheriff Vern Warnke, Merced Sun-Star el 13 de agosto de 2016)
“No sabíamos si mi padre estaba muerto o vivo”, dijo Jeremiah, de 13 años, después de que su madre recibiera una llamada el 30 de junio que el bloque de celdas donde su padre estaba encarcelado había sido asaltado por oficiales enmascarados sin motivo aparente. La madre de Jeremiah, Victoria, estaba frenética y no podía comunicarse con nadie para averiguar qué estaba pasando. Cuando se enteró de lo que pasó, habían disparado a su marido con balas de goma y su mano fue rota en diez lugares diferentes mientras otra bala le golpeó la sien. Otros dos hombres también resultaron heridos en el bloque de celdas compartido de los reclusos. La única explicación fue que se trataba de una incursión de rutina para localizar el contrabando. No se encontró nada. Entonces, ¿fue un ejercicio de entrenamiento? Las familias están cansadas de este abuso y comenzaron a organizarse.
Victoria es parte de “Live Free,” una campaña nacional para reducir el encarcelamiento masivo y dedicada para la seguridad y el bienestar de sus seres queridos. Después de numerosos esfuerzos para presentar quejas, cerca de 150 reclusos en las cárceles de Merced hicieron una huelga de hambre el 9 de septiembre de 2016. Esta fecha también marcó el 45 aniversario del Levantamiento de Ática. Los medios de noticias sobre la huelga de prisión nacional informaron que 24,000 prisioneros en 24 estados y 29 prisiones diferentes protestaron el 9 de septiembre de 2016.
Las acciones de huelguistas variaban de prisión a prisión o cárcel. Incluyeron el negarse a comer, negarse a reportar a “trabajar” y negarse a salir al patio, a la corte ó a las citas. En Merced, California alrededor de 150 presos junto con seres queridos en la comunidad participaron en una huelga de hambre de 10 días de duración. Ellos pidieron el despido del Teniente Moore por no tomar en serio las quejas de los reclusos y por “el continuo maltrato injusto incluyendo el uso indebido y abuso de autoridad dentro de estas instalaciones, así como a reclusos y detenidos se les están violando sus derechos.” También se presionó a la Junta de Supervisores del Condado por parte de las familias para que hicieran algo por las acciones injustas en la cárcel. Todo empeoró antes de que mejorara. Finalmente, el personal de correcciones se reunió con un grupo de reclusos y los cambios comenzaron a ocurrir. La huelga de hambre terminó y hubo alguna esperanza de que se cumplieran las demás demandas.
Un informe de “Live Free” declaró: “Todos los caminos para poner fin a la encarcelación masiva corren por ciudades y condados. Nuestras cárceles locales son las puertas de entrada a un sistema de justicia criminal destructivo y corrupto”. Más específicamente, el informe “Live Free” del Condado de Merced declaró:
Entre 1985 y 2014 la población de cárcel per cápita en el Condado de Merced aumentó un 16 por ciento.
El número de mujeres encarceladas aumentó un 274%.
Los afroamericanos en Merced tienen casi 4 veces más probabilidades de estar en la cárcel que la población general.
El porcentaje de latinos en la cárcel en el condado ha estado aumentando más rápido que el crecimiento de la población latina y los latinos en las comunidades de bajos ingresos en el centro, sureste y sudoeste de Merced están sujetos a agresivos servicios policiales.
El 60% de los encarcelados en Merced en el 2014 no habían sido condenados por ningún delito.
La nación sigue movilizándose para poner fin al encarcelamiento masivo y reunir a las familias para vivir libres juntos. Live Free Merced de hecho ha tenido una victoria con la enorme inversión de tiempo y acciones para garantizar el trato humano de las personas encarceladas por diversos delitos. Los miembros de la familia en la comunidad pueden hacer una diferencia real para sus seres queridos en el interior. Queda mucho por hacer.