Agua en California: ¿Un derecho humano o propiedad privada?

californianos sedientos luchan por donaciones de agua
Mientras los californianos sedientos luchan por donaciones de agua preciosa, es hora de estar al lado de los más vulnerables de nuestra gente y exigir un sistema de agua equitativo que sirva y proteja a todos nosotros y a nuestro frágil ambiente.
FOTO: Chieko Hara del Porterville Recorder

 

A pesar de tener la primera ley en los EE.UU. declarando el agua un derecho humano, la situación está empeorando en el estado de California a medida en que entra el 5º año de sequía. Y es aún  peor para los más vulnerables, principalmente trabajadores agrícolas latinos y sus familias en la región predominantemente agrícola del Valle Central de California.

En septiembre de 2012 el Gobernador Brown promulgó AB 685 en ley, declarando el derecho al agua potable ser un derecho humano inalienable. Antes de esto, en marzo de 2011, la representante de las Naciones Unidas, Catarina de Albuquerque había visitado Sevilla, California para evaluar el sistema de aguas de la comunidad. Ella descubrió que muchas familias en el Condado de Tulare gastan más del 10 por ciento de sus ingresos en el agua potable y embotellada porque su agua está contaminada con nitratos procedentes de los fertilizantes agrícolas, sistemas sépticos y granjas lecheras.

Los nitratos son conocidos por causar lesiones graves a los recién nacidos interfiriendo con la capacidad de los glóbulos rojos para transportar el oxígeno, una condición llamada metahemoglobinemia o síndrome del bebé azul. Además, los nitratos están implicados en varios tipos de cáncer. Los nitratos se concentran en la disminución de las tablas de agua subterránea, la principal fuente de agua potable en California, pues los agricultores perforan pozos más profundos, debido a la sequía.

Para empeorar las cosas, en el Condado de Tulare, la mesa de supervisores votaron recientemente para permitir la perforación sin restricciones de pozos profundos, a pesar de la oposición del Agua Coalition (Asociación de Gente Unida por el Agua) y otros. Esta decisión  segurament  agrava la situación de las comunidades de trabajadores agrícolas como Monson, cuyos pozos están secos, mientras que al otro lado de la calle hay exuberantes huertas que los  campesinos  cosechan.

Según la Coalición de Justicia Ambiental para agua limpia, estas comunidades pagan las más altas tarifas del agua en el estado para el agua potable y el agua gris que se utiliza para ducharse, lavaplatos, etc. Si se quejan, son silenciados rápidamente como ocurrió en una reunión de Supervisores del Condado de Fresno. Una portavoz de los trabajadores agrícolas protestando por aumento de tarifas de agua fue obligada a “callarse y sentarse” ya que el Presidente de la Mesa Buddy Mendes no quiere oír de “izquierdistas ambientalistas”(Fresno Bee, 4/14/15).

Cada vez más, el agua se bombea desde tablas del agua subterránea en California y en todo el país y se venden por intereses privados como Safeway Embotelladora en Merced, California (Merced SunStar 4/16/15). En Weed, California, en las faldas del monte Shasta, la compañía maderera local exije que la ciudad busque otra fuente de agua, ya que aquella compañía controla el agua, y el embotellarla en venta al Crystal Geyser Alpine  es más rentable  que proveérsela a los residentes de Weed. (New York Times, 10/2/16).

Evidentemente, el agua no es tratada como un derecho humano en el Condado de Tulare, ni en las ciudades de Merced y Weed. Todos estamos afectados por restricciones de bombeo y aumento de la contaminación del agua por una ganancia a corto plazo. Es momento de defender a los sectores más vulnerables de la población y de exigir un sistema de agua equitativo que sirve y protege a todos y a nuestro frágil medio ambiente.

Para obtener un análisis en profundidad de la situación de agua de California lea “La política del agua y la sequía en California” disponible en www.peoplestribune.org.

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