Campesinos del estado de Washington y San Quintin, México luchan para sobrevivir

El 20 de marzo de 2016 siete de los miembros de la organización reconocida como los “Fresno Brown Berets” viajaron a la frontera de San Ysidro/Tijuana para garantizar la seguridad de los 150 a 200 manifestantes que salían de los Estados Unidos. En el lado mexicano había 400 a 500 manifestantes de la unión de trabajadores agrícolas independientes llamada Alianza de la Organización por la Justicia Social. Los manifestantes del lado Méxicano caminaron desde San Quintín, Baja California hacia el norte rumbo a Tijuana. Ambos grupos se reunieron en la frontera Mexico/EE.UU. El propósito principal de la marcha era conmemorar el aniversario de una huelga liderada por los trabajadores agrícolas de San Quintín. Ellos trabajan de 10 a 12 horas al día frente a los abusos y las injusticias como el racismo, el sexismo y la violación de las mujeres por los supervisores. Están solicitando no únicamente que se elimine el trabajo infantil pero también las viviendas precarias  y la exposición a plaguicidas. También se solicita el acceso a la agua potable y a los baños públicos

Los trabajadores les piden a Driscoll, el más grande comercializador de bayas (berries, inglés) frescas en el mundo, que sean responsables del trato inhumano de sus trabajadores. Colectivamente están pidiendo un salario de $20 al día y el fin de las prácticas abusivas y las horribles condiciones de sus viviendas. También quieren que Driscoll y sus productores y proveedores en México vayan a firmar un acuerdo de negociación colectiva con los trabajadores de la Alianza.

Los trabajadores en ambos lados son testigos de primera mano a lo que puede ocurrir cuando la economía al nivel global echa raíces en un país. La aprobación de NAFTA (el acuerdo de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos) bajo la administración de Bill Clinton demuestra muy claramente que los intereses económicos de las corporaciones agrícloas están bien representados. La lucha de los trabajadores desde Washington hasta San Quintín no tienen fronteras. Es una lucha por la supervivencia y el derecho humano a las necesidades básicas. El derecho a una vivienda digna, atención medica, y salarios justos.

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