“En entrevistas con Fusion-http://digiday.com/publishers/fusion-distributed-news-team/ (Casey Iolan, 25 de enero de 2016) — media docena de personas dijeron que se les había negado el agua gratuita o que temían ser deportados con el hecho de pedir ayuda. Algunos no hablan el inglés y sólo se dieron cuenta de los problemas sobre el agua en los últimos días, y han estado tomando agua potable contaminada por meses.”
Otros reportes mencionaban que solo querían tener cuenta del destino de las cajas de agua y no era para detectar quienes no tenían documentos. Pero se extendieron rumores que se estaban pidiendo números de seguro social, licencias de conducir, o algún tipo de identificación. Esta noticia sin verificación se desparramó rápidamente y los voluntarios que iban de casa en casa fueron visto con sospecha. Después de todo, ICE (“la migra”) anduvo arrestando a gente indocumentada en el mes de enero. Iglesias y defensores de derechos de inmigrantes locales empezaron a informar y repartir cajas de agua a las familias sin documentos.
Para aquellos que no tenían suficiente conocimiento del idioma inglés y además sin tener estaciones de radio o televisión en español, parece que hubo una demora en recibir la información más a tiempo.
Es difícil saber a que tenerle más miedo: de ser deportado y separado de su familia, o darse cuenta que sus niños están siendo envenenados por el plomo y otros contaminantes en el agua potable de la ciudad de Flint. El miedo paraliza y esto permite que los oficiales del gobierno eviten la responsabilidad y culpabilidad.
Toda la gente que vive en Flint, no importa si son ciudadanos estadounidenses, indocumentados, niños o adultos, pobres o encarcelados han sido afectados en igual por la contaminación. El tomar un paso unidos asegurará que todos reciban la ayuda y servicios médicos en el futuro. Un acceso desparejo divide la comunidad y permite que los culpables se salven de ser procesados.Todos los residentes de Flint son seres humanos y merecen ser tratados por igual.