El agua contaminada de California

Lalo Alcaraz cartoon for flint
CRÉDITO: “@ 2016 Lalo Alcaraz. Dibujo aparece por cortesía de Lalo Alcaraz y Universal Uclick Syndicate”

 

Los trabajadores agrícolas del área del Valle luchan por obtener agua para tomar, mientras que las mega-fincas consumen ríos de agua limpia

Las personas que residen en Flint no son las únicas que están tomando agua embotellada porque sus fuentes hídricas han sido contaminadas.

Esto también está sucediendo en algunos de los pequeños pueblos, habitados en su mayoría por latinos, a lo largo del Valle de San Joaquín, en California, donde suplen mano de obra a unas cuantas fincas corporativas que abarcan cientos de millas cuadradas cada una.

Aun antes de la reciente sequía, estas fincas estaban bombeando la mayor parte del agua subterránea del área del Valle y contaminando los niveles freáticos con fertilizantes de nitrato.

Diversos pueblos ubicados en el área del Valle, tales como East Porterville y Fairmead, se han quedado sin agua después de que las profundas perforaciones que hicieron las mega-fincas secaron sus pozos.

En otros pueblos, como Seville e East Orosi, no se puede tomar agua porque está contaminada con nitrato. La empresa que presta servicios de agua al pequeño pueblo de Tonyville ha advertido a sus clientes: “No tomen agua ni la usen para preparar fórmula infantil”.

Los residentes de Tonyville mencionan que se les ha irritado la piel con sarpullido después de bañarse. También informaron acerca de numerosos casos de vecinos que murieron de distintos tipos de cáncer.

Pero en California se bombean ríos de agua limpia proveniente de las capas de nieve de la Sierra. Esta agua llega a las mega-fincas cada año.

Aproximadamente el 80 por ciento del agua disponible en California se destina a la agricultura. Pero en realidad los proyectos hídricos que se presentaron a los votantes porque generarían beneficios a los pequeños agricultores y a los sedientos habitantes de las ciudades han quedado en manos de los multimillonarios de las agroindustrias.

Entre éstos se encuentran Stewart y Lynda Resnick, dos celebridades de Beverly Hills que poseen 300 millas cuadradas en la parte sur del Valle. Ellos cultivan almendras, pistachos y granadas —que consumen una gran cantidad de agua— en su mayoría para exportarlos a China.

Ellos también han amasado una fortuna de la exportación de agua, pero no de los Estados Unidos, sino de Fiyi, un lugar empobrecido donde el agua limpia es un lujo que muchos no pueden pagar. Esta es el agua tan cara de Fiyi que se vende en los supermercados. Pero en el Valle de San Joaquín, ellos también venden parte de su agua subsidiada de nuevo al Estado, con una aparente ganancia del 100 por ciento.

Al igual que los Resnicks, los otros “señores del agua” de las mega-fincas ya se han alejado desde hace mucho tiempo del polvo tóxico y del calor del Valle y se han ido a vivir a la costa con todos los lujos posibles.

Los Vidoviches (con 100 millas cuadradas donde cultivan almendras y algodón) viven en la exclusiva zona de Los Altos Hills. Jimmy Boswell (con 200 millas cuadradas donde cultiva algodón) vive en Pasadena. La junta directiva de Tejon Ranch (con 425 millas cuadradas, donde cultivan almendras, pistachos y uvas para vino) también administra un fondo de cobertura en Nueva York y sus miembros son magnates de bienes raíces en Los Ángeles.

Por su parte, los Resnicks — y otros oligarcas con tierras — pueden lograr que todo esto suceda a través de pagos de grandes sumas de dinero (no sobornos, sino contribuciones a las campañas) a diversos gobernadores sucesivos, tanto republicanos como demócratas, al igual que a la Senadora  Dianne Feinstein y a una bandada de otros políticos anglosajones que “representan” a los residentes latinos del área del Valle.

Asimismo, ellos son los que controlan los distritos de agua, encargados de asignar su uso, y ejercen presión en  Washington y, Sacramento para obtener más. Las votaciones en los distritos de agua no son de un voto por persona, sino más bien con base en la extensión de tierras — y con cientos de millas cuadradas en sus manos, ellos obtienen muchos votos.

En cuanto a las personas que traen los cultivos desde el Valle, éstas son sustituibles, ya que hay muchas personas más de donde provienen. Y a medida que la automatización de las sacudidas de árboles reemplazan a quienes se dedican a recolectar almendras, es posible que ya no sean necesarios.

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