Ni un solo acontecimiento puede realmente fomentar una idea, a menos que sea cultivada y favorecida por las instituciones, las condiciones y la repetición. Para observar un paralelismo a la popularidad de Trump, uno puede fijarse en la previa elección de 1828 que trajo consigo la introducción de la “democracia Jacksoniana” que pertenecía y favorecía solamente al anglosajón.
Desde éste inicio podemos comenzar a responder a la pregunta que surge de nuevo cada temporada de elecciones: ¿Por qué sucede que el blanco pobre vota en contra de sus propios intereses?
Cuando el bien apropiado sureño dueño de esclavos y además, héroe de la guerra, el Sr. Andrew Jackson, triunfó en las elecciones de 1828, tuvo la audacia de invitar a un grupo de pobres campesinos blancos a cantar, bailar, beber y celebrar su victoria.
Donald Trump es un billonario quien empezó su vida sabiendo que iba tener acceso a los millones de dólares de su padre. Es un barón de bienes raíces. El expresa crudamente su riqueza. El se jacta de lo bien que ha hecho ganando dinero en otros países, sin embargo, sus partidarios creen que van a poder traer otra vez trabajos a los EE. UU.
Para el año 2023, la población en los EE. UU. de niños menores de 18 años será menos del 50% anglosajona. Para el año 2042, la población en todo el país será menos del 50% anglosajona La política del año 2042—dará el fin a la América anglosajona—ahora viene siendo el factor relevante y el hecho que está en el corazón de la campaña presidencial de Trump.
Éstas políticas repiten las campañas presidenciales de Pat Buchanan, como describió en su libro de 2001, “Muerte del Oeste: Como las Poblaciones Moribundas y las Invasiones del Inmigrante Ponen en Peligro a Nuestro País y la Civilización”. En el año 2004, Samuel Huntington escribió un libro semejante, ¿”Quienes Somos”? En el año 2015, Ann Coulter escribió “Adiós, América”.
Esto significa una nueva política, una política para fomentar el miedo perteneciente a los pueblos de la frontera sureña. Está política radica en el corazón de la campaña de Donald Trump sobre la frontera de México, políticas diseñadas para engañar a la gente trabajadora anglosajona para que voten contra de sus propios intereses.
