En el norte de la Bahía en California, se está formando un movimiento de base sobre la vivienda
El mensaje no pudo ser más claro o más repugnantemente directo a la cara.
Los nuevos propietarios del complejo de apartamentos en Healdsburg, California estaban expulsando a familias de bajos ingresos que vivían allí. Según lo dijeron, sus planes eran mejorar los apartamentos y alquilarlos a “un sector demográfico de inquilinos que fuera más adecuado para las características refinadas de la comunidad de Healdsburg”.
Healdsburg, que en algún momento fue un pueblo agrícola, ahora se sitúa en medio de la denominada “Wine Country” (tierra del vino), por lo que se están dedicando grandes cantidades de dinero local a desarrollar el área como un centro turístico y el suburbio más alejado de San Francisco. Ahora, sus inquilinos favoritos son los del “Silicon Valley” (Valle del Silicio) que vienen hacia el norte.
Para empeorar las cosas, los nuevos propietarios ya han estado expulsando a los inquilinos, en su mayoría latinos, en un condado en el que los alquileres han aumentado en un 30 por ciento durante los últimos tres años y básicamente no hay viviendas disponibles.
En realidad, Peter Supino, propietario de los apartamentos, no ha discriminado a sus inquilinos por ser latinos, sino más bien por ser pobres. Según lo declaró a la prensa: “No teníamos ni idea quiénes estaban en el edificio”.
Durante una década, la empresa de Supino, Drake Property Group, ha venido comprando, renovando y revendiendo apartamentos para ricos inversionistas. Como muchos otros que están “aburguesando” diversos barrios de bajos ingresos, él recauda dinero de sus socios secretos, compra complejos de apartamentos a precios bajos, los mejora para una clientela rica y se los vende a cambio de grandes ganancias.
En 2012, la empresa describió las dinámicas existentes en el área de la Bahía de la siguiente forma: “Los datos de la industria están proyectando que las viviendas vacantes en el Valle del Silicio se reducirán en un tres por ciento este año… Los alquileres han aumentado en más del siete por ciento desde 2011”.
“Debido a que los alquileres en San Francisco también están aumentando, podemos esperar que quienes buscan apartamentos se dirijan al este de la Bahía, en especial en aquellas áreas que tienen buen acceso para desplazarse diariamente hacia San Francisco y el Valle del Silicio”.
Drake ha expulsado a inquilinos en Santa Clara, en el Valle del Silicio, y en la zona residencial de Lake Merritt, en Oakland. Ahora Drake y las otras empresas que están aburguesando estas áreas se están dirigiendo hacia el norte de la Bahía. Según lo afirma, él espera que se pueda aumentar el valor de los apartamentos en Healdsburg en un 50 o 60 por ciento.
Pero muchos habitantes de Healdsburg y de otros pueblos y ciudades en el condado de Sonoma se están alzando. Más de 100 personas, tanto anglosajonas como latinas, se hicieron presentes en una reunión del Concejo Municipal para expresar su opinión sobre la crisis en el sector de vivienda. Sheila Gallagher afirmó ante el Concejo lo siguiente: “Recién recibí un aumento del 50 por ciento en mi alquiler, por lo que es posible que nos veamos obligados a irnos de nuestra casa”.
Las familias del complejo de apartamentos han recibido avisos de desalojos con un plazo de 60 días. Pero Christine Webster, quien organizó a las personas que acudieron a la reunión a través de Facebook, declaró que los propios aumentos vertiginosos en los alquileres de la ciudad equivalen a muchos desalojos.
Y este arrebato que sucedió en el Concejo de Healdsburg Council no ha sido el único. Unos días antes, 200 personas se congregaron en Sonoma, al otro extremo del condado, para acudir a una reunión de base organizada por la Escuela Primaria El Verano, un grupo de la iglesia metodista, el Centro Comunitario La Luz y el Proyecto para la Organización del Norte de la Bahía.
La bulliciosa actividad en el gimnasio de la escuela fue bilingüe. Con una cantidad similar de latinos y anglosajones, hubo interpretación durante toda la reunión, incluso durante las ocho sesiones de grupos pequeños, en las que se compartieron experiencias y se idearon soluciones. Mario Castillo, de la Escuela El Verano, relató a un reportero que ha escuchado “numerosas historias de terror de personas que no han dicho nada sobre las atroces condiciones de sus alquileres porque temen que se les desaloje”.
Tanto en Healdsburg como en Sonoma, se hicieron llamados para que el gobierno local tome acciones inmediatas para poner fin a los altos aumentos en los alquileres y a los desalojos. Y en Santa Rosa, una ciudad mucho más grande, también se congregaron decenas de residentes para expresar quejas similares. La Concejal Julie Combs propuso una moratoria de emergencia al vertiginoso aumento en los alquileres, una medida que necesitó tan solo un voto más para que se aprobara.
Es evidente que se está formando un movimiento de base sobre la vivienda en el condado de Sonoma. Después de un llamado que hicieran los miembros del Centro Laboral de Graton, el movimiento pondrá a prueba su fuerza en una manifestación programada para el 29 de julio en Santa Rosa, con el patrocinio del Proyecto para la Organización del Norte de la Bahía y bajo el tema de “The Right to a Roof” (el derecho a un techo).