Visión de una nueva sociedad

Nuestras vidas empiezan a terminar el día que permanecemos callados acerca de cosas que son importante
CHICAGO,IL–Letrero dice, “Nuestras vidas empiezan a terminar el día que permanecemos callados acerca de cosas que son importante.” Martin Luther King
FOTO: SARAH JI

 

Ya que brotan manifestaciones masivas por todo el mundo, el desafío es de ver lo que tenemos en común como familia humana

En las últimas semanas, la atención del mundo ha sido cautivada por masivas manifestaciones en ciudades a través de los Estados Unidos, por todo México y en Francia. Lo que comparten las manifestaciones es que representan una efusión de sentimiento público en contra de matanzas insensatas, la flagrante injusticia y la degradación del valor de la vida humana.

Ya que estos movimientos se han desatado, distintas fuerzas buscan acorralarlos y amoldarlos para caber sus agendas políticas. Ya que estos movimientos se han desatado, distintas fuerzas buscan acorralarlos y amoldarlos para caber sus agendas políticas. En particular, en un mundo cada vez más global e interdependiente, las fuerzas gobernantes quieren que trabajadores de los países dominantes o de estratos sociales más altos culpen a los de países dependientes y a nacionalidades, en lugar de ver que es el propio capitalismo que nos está fallando a todos.

En los Estados Unidos, se lanzaron grandes manifestaciones en respuesta a la decisión tribunal de no levantar cargos en contra de oficiales policíacos quienes mataron a los afro-americanos Michael Brown y Eric Garner. Pero cuando un hombre afro-americano loco ejecuta a dos oficiales de policía, líderes de la Unión de la policía de Nueva York denunciaron rápidamente al alcalde por haber expresado simpatía por los manifestantes y también por no haber clausurado de inmediato las manifestaciones en Nueva York.

En México, enormes manifestaciones estallaron después de la desaparición y probable asesinato de 43 estudiantes de Magisterio en el estado de Guerrero. Este ultraje fue alimentado por la convivencia de los políticos en todos los niveles con la policía local y los traficantes de drogas. Estos fueron los más recientes de numerosos asesinatos descarados y desapariciones forzadas, que han cobrado un saldo de más de 100.000 víctimas en ocho años de guerra contra las drogas patrocinada por los Estados Unidos.

Y en París, Francia, unos 1,6 millones de personas marcharon en simpatía y para protestar por los asesinatos cometidos por extremistas islámicos de 12 periodistas de la revista satírica Charlie Hebdo quienes publicaron caricaturas despectivas del profeta Mohammed. Los asesinatos han sido condenados por  musulmanes bien reconocidos incluyendo a Kareem Abdul-Jabbar de los Estados Unidos quien declaró que este crimen no tiene nada que ver en absoluto con la religión.

Los asesinatos de París han permitido que el frente nacional de extrema derecha, abiertamente demonice a los inmigrantes, en particular de los países árabes como Argelia, anteriormente colonia de Francia. A medida que la economía empeora en Europa, extremistas de la derecha se han vuelto cada vez más estridentes en pintar de chivo expiatorio a los inmigrantes. Proponen prohibir la inmigración por total, y además eliminar beneficios sociales para inmigrantes actuales.

Se promueve un nacionalismo atizado contra los enemigos internos y externos, tanto como las medidas de seguridad nacional de Estados Unidos y a favor de la militarización de las fronteras con países tales como México. En los  Estados Unidos, los esfuerzos por limitar la ciudadanía de nacimiento, puestos de trabajo y beneficios sociales para los inmigrantes están siendo promulgados por portavoces de derecha.

En Francia, jóvenes inmigrantes árabes viven en casuchas y barriadas, son desproporcionadamente encarcelados, tratados como ciudadanos de segunda clase y sufren altos niveles de desempleo.  No nos debería sorprender que caigan víctimas de extremistas como el estado islámico y Al Qaeda. Asimismo, en América Central, jóvenes deportados de los Estados Unidos se involucran en pandillas y en el tráfico de drogas en sus países natales. Y como ellos, jóvenes desde Detroit y Ferguson hasta México, enfrentan un futuro sombrío e incierto, bajo el pulgar de fuerzas represivas policiales y militares.

Cada vez más, con la tecnología moderna que reemplaza  la mano de obra, hay menos empleos para los jóvenes, sin importar su color o nacionalidad. El arma de la clase empresarial es utilizar las divisiones nacionales, culturales y raciales históricas para dividirnos con tal de que no nos unamos contra la clase empresarial. Medidas fascistas en formas de leyes restrictivas, la violencia policiaca, el terror y la violencia extralegal, sirven este propósito, ya sea en México, los Estados Unidos o en Europa.

Lo que falta en el discurso público es una visión que puede ser positiva. Hoy en día, esta misma tecnología promete un futuro ilimitado y sereno para todos, si bien podemos organizar la producción para el bien del público y sin fines de lucro. En cambio, nos enfrentamos a la amenaza de guerra global, Jihad (Guerra Santa) y el caos. El reto es abrir nuestros ojos y ver que todos somos uno y compartimos las mismas necesidades, esperanzas y aspiraciones. Lo qué hace la vida interesante es nuestra gran diversidad como seres humanos. Esa es una visión por la cual luchar.

RELATED ARICLES