Juego político con las vidas de los inmigrantes

Pro Immigrant Rallies
Los SOÑADORES, los jóvenes indocumentados traídos aquí cuando los niños eran la columna vertebral del movimiento pro-derechos de inmigrantes, pero la orden ejecutiva de Obama deja a sus padres hacia fuera. | NUEVO ORLEANS: Después de años de luchar por la legalización para todos, el presidente Obama legisla su orden ejecutiva que solo le otorga estado provisional a unos dejando a la mayoría fuera.
FOTO: Adrian C. Garcia | Ted Quant

 

Para conseguir el voto de los latinos para los demócratas en 2016, Obama está ofreciendo legalización limitada para pocos

La población de inmigrantes en los EE. UU. es una comunidad vibrante, luchadora y con esperanza. Los inmigrantes quieren lo que todo mundo quiere–derechos económicos, democracia, y cuidado médico para todos.

Desde 2006, cuando millones de inmigrantes y sus aliados salieron a las calles, marchando y gritando para exijir legalización para todos, ellos nos enseñaron nuevas tácticas y han dado esperanza al resto de la población estadounidense–el Movimiento de Occupy adoptó tácticas similares.

Estas manifestaciones masivas sorprendieron a ambos partidos Demócrata y Republicano. Las acciones de los inmigrantes no fueron aceptadas por los dueños de estos partidos, (quienes representan) la clase gobernante de este país, los “Ladrones de Wall Street.” Y una vez más, los políticos revivieron el nacionalismo norteamericano para dividir y conquistar a los trabajadores.

Desde las redadas masivas en las fábricas a los aúditos I-9, hemos vivido por más de una década con una ola perversa de propaganda anti-inmigrante y ataques en contra de los inmigrantes jamás visto en la historia de este país, incluyendo más deportaciones que nunca, el más grande número por Obama mismo.

Estrategas demócratas y republicanos en Washington han explotado–y continúan esta explotación–de inmigrantes para ganancia política. Cuando los demócratas tuvieron control del Congreso por dos años, ellos rehusaron pasar una reforma de inmigración. Ellos se acuerdan de los inmigrantes sólo cuando es tiempo de elecciones o cuando quieren usarlos como influencia en contra de su oposición.

Los republicanos a la vez, en lugar de hablar sobre trabajos, cuidado médico para todos, o un sueldo justo para los trabajadores, usan su tiempo en dividir a la gente, en atacar a los sindicatos e inmigrantes, en proteger a los “Ladrones de Wall Street,” y en pasar leyes para asegurar el control corporativo de nuestro gobierno.

La orden ejecutiva del Presidente Obama les dará a los padres de ciudadanos estadounidenses y/o residentes permanentes y a más jóvenes adultos el derecho de conseguir un estatus legal provisional. Esto parece una victoria mayor por los demócratas y sus aliados. Pero muchos argumentan – por buena razón–que sólo es para aparentar y asegurar que los latinos no abandonen el partido Demócrata. Las órdenes ejecutivas pueden ser revocadas por futuros presidentes, y Obama está tratando de usar el miedo sobre eso para que los votantes latinos apoyen al próximo candidato/a demócrata.

Aunque algunos 3.7 millones de inmigrantes indocumentados podrán aplicar para alivio provisional bajo la orden de Obama, más de 6 milliones no recibirán alivio. Y para los que sí reciben estatus provisional, no indica que lograrán “estatus de residencia permanente.” Este grupo también continuará en un estado de amenaza de deportación constante bajo el capricho de Washington.

Mientras continuamos esta lucha por la ciudadanía para los millones de inmigrantes indocumentados en los EE. UU., el movimiento debe entender que – como lo demuestra la historia – si nosotros ponemos nuestra fé en cualesquiera de los partidos de Wall Street, los republicanos o los demócratas, harán lo que hacen mejor–jugar el juego político con las vidas de la gente, en este caso de los más vulnerables.

Como familias trabajadoras, debemos evitar la política del miedo que procede de Washington y debemos apoyar a los más vulnerables. Por más de dos décadas, la comunidad latina ha puesto sus esperanzas con los republicanos o los demócratas, y no podemos repetir los errores del pasado.

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